El estrés térmico que le espera a los cordobeses del futuro: cinco grados más en 2090

El Valle del Guadalquivir es el epicentro del calor en la Península Ibérica. Córdoba tiene en La Rambla el registro de temperatura más alto jamás medido en el país. El 14 de agosto del año 2021, el observatorio de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en La Rambla anotó 47,4 ºC, una cifra jamás medida oficialmente en el país. Y muchos se preguntan por el futuro, por cómo serán las temperaturas en la zona mientras siga avanzando el cambio climático y el efecto invernadero provoque que el calor siga aumentando.

La empresa de datos Lobelia ha publicado un informe, basado en un modelo matemático, sobre cómo está siendo y cómo está previsto que sea la evolución de lo que ha venido a llamar el estrés térmico. El informe, adelantado este viernes por El País, incluye a Córdoba junto a Sevilla como la segunda capital de provincia donde el estrés térmico es y será mayor en el futuro, pero no donde más crecerá. El estrés térmico también se mide en grados, que no tienen porqué coincidir con la temperatura máxima o media de la ciudad. Sus iniciales son UTCI (Índice Universal de Clima Térmico, por sus siglas en inglés) y se corresponden con una serie de parámetros atmosféricos aplicados a la vida de la gente, como la humedad, el viento, la temperatura media, etcétera.

De esta manera, en el año 2010 se estimaba que la ciudad de Córdoba tenía un estrés térmico de 38 º, idéntico al de Sevilla. El modelo estima que en 2030 el estrés térmico cordobés será de 39 º, medio grado menos que en Sevilla, donde la aportación de humedad hace que el calor sea aún más insoportable. Pero es a partir de esa fecha cuando el modelo entiende que en un contexto en el que se mantienen las emisiones actuales la cosa se complica en el Valle del Guadalquivir.

En el año 2050 se estima un estrés térmico en una ciudad como Córdoba de 40,3 º, que en 2070 sería de 42,6 º y en 2090 de 43,6 º, algo que convertiría la zona en prácticamente inhabitable o incompatible con la vida durante los meses de verano. Con ese estrés térmico, la vegetación sufriría una situación extrema, lo que haría que muchas especies habituales en la actualidad no pudieran sobrevivir al verano. En el resto de España, Zaragoza y Murcia alcanzarían temperaturas muy similares a las del Valle del Guadalquivir. Pero la capital de España, Madrid, no se quedaría lejos. Tendría una situación similar a la prevista en Córdoba para el año 2060, solo que 30 años después.

El estrés térmico se asocia también a la salud pública. Cada año mueren miles de personas en España por patologías que se han complicado a causa del calor. Cuando no directamente por golpes de calor. Solo en Córdoba se estima que en un año pueden perder la vida más de 150 personas por problemas relacionados con su exposición a altas temperaturas.

Tres niveles de patologías por calor

Respecto a las altas temperaturas, el enfermero de la Unidad de Residencias del distrito sanitario Guadalquivir, Rafael Molero, ha ofrecido un decálogo de signos de alarma que alertan de patologías derivadas del estrés térmico. Estos signos son:

Para prevenir los efectos perniciosos del calor, Molero recomienda a los cordobeses medidas como beber un vaso de agua cada dos horas como mínimo; consumir bebidas frescas reduciendo las que tengan altos niveles de azúcares; evitar el alcohol y el café; evitar comidas copiosas (preferible consumir verdura, ensalada y fruta); usar ropa clara y calzado ligero, así como sombrero y abanico.

También recomienda evitar el sol entre las 12:00 y las 18:00; permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos y a la sombra; evitar el uso de aparatos como el horno; usar protección solar y, en las horas centrales del día, llevar siempre una botella de agua.