Elvis, Taylor Swift, Vivaldi o Antonio Vega destierran al timbre en el instituto
Esta semana, profesores y alumnos del IES Ángel de Saavedra han entrado al instituto escuchando a Taylor Swift, han cambiado de clase con una pieza de Vivaldi y han salido al recreo de la mano de Elvis Presley. Canciones de Green Day, Eric Clapton, Bach, Antonio Vega o La Guardia han completado el particular menú musical que se escucha en este centro educativo en lugar del impersonal (y a veces estruendoso) timbre. La iniciativa trata de hacer más agradable el ambiente en el instituto y, sobre todo, aportar un valor pedagógico, a la vez que alimentar el gusto por la música de alumnos y profesores, que se encargan de elegir las piezas, siempre alrededor de un tema.
En esta semana que queda atrás en la que se ha producido el cambio de estación, el otoño ha sido el protagonista. Y así, todas las piezas musicales que se han escuchado en el instituto estos días, aludían a esta época del año: September de Earth, Wind & Fire en versión de Taylor Swift, Pasa el otoño de Antonio Vega, Otoño en la ciudad de La Guardia, Autumn Leaves de Eric Clapton, Wake Me When September Ends de Green Day o, por supuesto, El Otoño, de Vivaldi.
La idea de cambiar el sonido del timbre por música nació hace ya unos años en este instituto. En 2013, el centro instaló megafonía por todo el edificio y entonces se utilizó para poner música en los recreos, con temas que seleccionaban y preparaban los propios alumnos. Y ese primer paso se completó hace tres cursos, con una propuesta del departamento de Formacion, Innovación y Evaluación del instituto, para desterrar desde entonces el sonido de la sirena que marcaba el horario de las clases en el centro.
El IES Ángel de Saavedra cuenta, además de con los cursos de ESO y Bachillerato, con un ciclo de Imagen y Sonido. Y fueron profesores especializados en esta materia quienes “colaboraron para dar con el equipo y el sonido adecuado” -un temporizador programa el horario exacto de las piezas grabadas que se escuchan a lo largo de cada jornada-, explica a Cordópolis uno de los profesores de Música del centro, Antonio Torralba. Él es quien recoge las aportaciones de profesores y alumnos sobre temas musicales que quieren escuchar, quien realiza la selección final y, cada semana, ofrece y difunde el 'menú musical' que les acompañará entre clases.
Valor pedagógico
Porque, sobre todo, se trata de aportar “un valor pedagógico” con esta iniciativa que sustituye al timbre. “Cada semana se elige un tema, esta ha sido el otoño, la próxima será la libertad, otra los sueños, los países del mundo, la música de series, etcétera”, avanza el profesor sobre la programación que prepara para estos meses. Y sobre esas temáticas, que “se anuncian con antelación”, tanto profesores como alumnos proponen canciones. “La idea es que sean músicas en torno a un tema, pero de muchos estilos y épocas distintas”.
“El objetivo pedagógico es, primero, ver que toda la música está unida, no está por un lado la música moderna y por otro la clásica, sino que tratan los mismos temas y así se ven juntas”, explica Torralba. Y, además, los profesores de Música del centro utilizan las piezas en clase, mediante juegos y preguntas: “¿Qué música ha sonado a tercera hora´? ¿Alguien me puede tararear la música que ha sonado en el recreo? ¿De qué autor es?”, pone como ejemplo. Asimismo, las canciones se utilizan en audiciones con los alumnos de 1º y 2º de ESO, y en actividades con los cursos de Bachillerato que tienen la asignatura optativa.
Porque, a la vista (y al oído) está, no es lo mismo que un timbre llame a clase o al recreo, que lo haga tu grupo favorito o, a veces, incluso piezas compuestas por alumnos que tienen en la música su pasión. “No es lo mismo. No es sustituir el timbre por música para hacer la misma función, es para hacer funciones distintas: es más agradable, hablan de un tema, y tiene un valor pedagógico. Se trata de aportar mucho más”.
3