Cerro Muriano, un año después: un campo de maniobras donde se han disparado los accidentes

Pocos minutos pasaban de las 12:00 cuando aquel 21 de diciembre de 2023, hace hoy un año, saltaba la noticia a los medios de comunicación: dos militares habían desaparecido en la base de Cerro Muriano durante unas maniobras. Era jueves. Si en ocasiones es difícil informar de determinados sucesos, más lo fue aún en este caso. Ninguna fuente quería aportar demasiada información y entre los organismos oficiales se repartían la patata caliente sobre quién podía hablar con los medios de comunicación y qué podía contar de lo que estaba pasando a menos de 20 kilómetros de la capital: una tragedia que provocó la muerte de dos personas, que ha llevado a seis militares a estar procesados y que ha situado a Córdoba como una de las provincias andaluzas con más accidentes de carácter militar por el aumento de siniestros en las instrucciones deportivas.
Aunque las primeras informaciones se difundieron pasadas las 12:00, la desaparición de los dos militares había ocurrido mucho tiempo atrás: a las 9:00. El suceso se produjo durante una instrucción militar consistente en el cruce del lago artificial que tiene la base. En aquel entonces ya se supo que varios militares tuvieron que ser atendidos por síntomas de hipotermia durante el transcurso de este ejercicio. Un año después de las muertes de dos militares -de quienes en las primeras horas no se ofrecieron dato alguno-, la instrucción de la causa ha permitido conocer que aunque hubo varios afectados, dos estuvieron a punto de perder la vida y que, incluso, uno de ellos fue ingresado en el Hospital Reina Sofía de Córdoba por una parada cardiorrespiratoria.

Tras un primer aviso a los servicios de emergencias, el Ejército requirió la ayuda de la unidad de rescate subacuática de la Guardia Civil. Con los meses se ha podido conocer que la base contaba con una única ambulancia, ubicada muy lejos de la zona del lago, no tenía médico y tampoco zódiac. Cerca de las 18:00 de aquel 21 de diciembre llegaba la noticia: los dos militares habían sido hallados muertos en el fondo del lago. No fue hasta una hora después cuando la Brigada Guzmán el Bueno informaba a los medios, mediante una nota de prensa, de los fallecimientos. Entonces se supo quiénes eran aquellas personas que habían perdido la vida a las puertas de la Navidad. Se trataba del soldado Carlos León Rico, natural de un pueblecito de Sevilla -El Viso del Alcor-, quien apenas llevaba nueve meses como soldado en el Ejército de Tierra. El segundo militar hallado muerto era el cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar, de Adamuz, que había participado en misiones en Letonia y Líbano y se encontraba en posesión de dos cruces al mérito militar con distintivo blanco. Ambos pertenecían, además, al Regimiento de Infantería La Reina 2.
La autopsia confirmó que ambos murieron ahogados. El caso llegó, en primer momento, al Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba, que estaba en funciones de guardia aquel 21 de diciembre. Después, este juzgado se inhibió a favor del Tribunal Togado Militar 21 de Sevilla, quien sí llevó a cabo la instrucción hasta que también tuvo que inhibirse por el Tribunal Militar Central. ¿La razón? Que en el relato de los hechos había personas que podrían ser imputadas y que, a su vez, estaban aforadas, por lo que el juzgado sevillano no podía seguir con la instrucción. Esta decisión se ha topado con el rechazo de las familias de los fallecidos, quienes querían que el caso permaneciera en la jurisdicción civil.
Un día después de los hechos, el Ministerio de Defensa retiró el mando de la compañía al capitán responsable del ejercicio y en abril de este año lo cesó.
El Ayuntamiento de Adamuz ha concedido al cabo cordobés la medalla de la ciudad a título póstumo, siendo esta la máxima distinción que puede otorgar la localidad. Y ello por “la actitud y comportamiento de valentía virtud y capacidad sobresaliente para enfrentar el peligro en bien de otro, destacando su vocación y solidaridad, llegando hasta el punto de entregar su vida para intentar salvar a un compañero”. Cabe recordar que Andújar falleció cuando intentaba salvar al soldado León de morir ahogado.

Los hechos
La muerte de estos dos militares sentará en el banquillo de los acusados al capitán Zúñiga, al teniente Tato, al sargento Moreno Ruiz de Castroviejo, al teniente coronel Zanfaño, al comandante Velasco y al coronel Navarro. Salvo a este último, el Juzgado Togado Militar Central los ha procesado por dos delitos contra los deberes del servicio con resultado de muerte (equivalentes al homicidio imprudente) por la muerte de dos militares en el ejercicio y por otros dos delitos en grado en tentativa, ya que hubo dos soldados que estuvieron a punto de morir. Por su parte, el coronel Navarro está procesado por incumplir los deberes inherentes al mando.
Las partes han presentado sus recursos contra este auto, pero aún no han sido resueltos. Una vez que esto ocurra, todas las acusaciones -Ministerio Fiscal, los abogados de las familias León y Jiménez, y el de la mujer de este- presentarán sus escritos. Después, se emitirán los de las defensas. Además de solicitar penas de prisión superiores a los 11 años y su cumplimiento íntegro, el abogado Luis Romero, que representa a la familia del soldado, pedirá una responsabilidad civil de la que responderá subsidiariamente Defensa.
Será en el escrito de acusación de la Fiscalía donde se recojan los hechos de aquel 21 de diciembre, aunque durante este año sí se han podido conocer algunos detalles gracias a las declaraciones de algunos implicados y de los testigos: que fue el capitán quien ideó el ejercicio, que la única medida de seguridad era una soga, que antes del ejercicio, el capitán fue avisado por dos soldados de que la cuerda no estaba tensa, pero que no se podía estirar más; que antes de la muerte de los militares, en el ejercicio se vieron afectados otros compañeros; que la temperatura del lago y del exterior provocaba hipotermia, que varios militares hicieron el cruce del lago portando una mochila que pesaba tres kilos como “castigo” por retrasarse en hacer las mochilas y que cargos inferiores al capitán advirtieron de que el ejercicio “era una locura”.
Tras conocerse que dos compañeros habían fallecido, varios testigos han declarado en la instrucción que Zúñiga les dijo que lo que había ocurrido “eran cosas de la mili” y les prohibió hablar con periodistas. Durante la instrucción, ningún procesado ha estado en prisión preventiva, pese a las peticiones de la familia del cabo. El Ministerio de Defensa sí suspendió de empleo y sueldo al capitán.
El juicio se espera que pueda celebrarse antes del próximo verano.

Crecimiento exponencial de los accidentes militares en Córdoba
El Ministerio de Defensa elabora año tras año una estadística de los accidentes que se registran en las bases militares de toda España y los que sufren los efectivos que se encuentran en operaciones internacionales. En un análisis de esos datos llama la atención el crecimiento de accidentes registrados en Córdoba en 2023, pasando de 3 en 2022 a 55. De hecho, durante el pasado año, Córdoba se situó como la séptima provincia España con más accidentes militares y la primera andaluza con la cifra más elevada.
Según los datos a los que ha tenido acceso este medio, España registró en 2023 un total de 1.343 accidentes de carácter militar con 1.354 afectados. De esos 1.343, 676 se produjeron durante instrucciones deportivas, en Cerro Muriano, ya que hay otra zona militar en El Higuerón y también está el Polvorín de El Vacar. En relación con las muertes, en España se registraron cinco en 2023: las dos de Cerro Muriano (incluidas en el apartado de instrucción deportiva), dos por un accidente en un vehículo terrestre y otra producida por un arma o un explosivo.
En el caso de Córdoba, en 2023 hubo 55 accidentes, de los que 31 se produjeron en instrucciones deportivas; tres, en mantenimiento; y 19 están catalogados como “otro tipo de accidentes”. Sin embargo, en 2022, Córdoba registró solo tres accidentes: dos en instrucciones deportivas y otro que no tiene catalogación. En 2021 y 2020, los accidentes fueron los mismos, 39, siendo los de instrucción deportiva también idénticos: un total de 22.
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