El caso del 'joven intruso' de Pozoblanco desemboca en una guerra interna del PP local
El caso del conocido como joven intruso de Pozoblanco, el hijo de la secretaria del alcalde, Santiago Cabello, que estuvo seis meses presuntamente cobrando pero sin acudir a su puesto de trabajo, ha derivado en una crisis interna del Partido Popular del municipio vallesano.
El PP gobierna Pozoblanco con una amplia mayoría y Santiago Cabello es alcalde del municipio desde el año 2017. Entonces, Cabello se convirtió en alcalde tras un pacto con un partido local, Pozoblanco en Positivo, liderado por Emiliano Pozuelo (que después acabó en Ciudadanos). Ambas formaciones se repartieron la Alcaldía durante dos años. El PP la asumió en 2017 y en 2019 logró una amplia mayoría absoluta. Ahora, en 2023 ha logrado más de la mitad de los votos depositados por los pozoalbenses en las últimas elecciones municipales. El PP tiene 11 concejales, por cuatro del PSOE y dos de Izquierda Unida.
A pesar de la comodidad de la mayoría absoluta, el PP vive una guerra interna en el municipio que ha estallado por la costura del joven intruso. Hijo de la secretaria particular del alcalde, que también fue en la lista electoral, su caso se ha desvelado precisamente gracias a la acción de control interna llevada a cabo por dos concejales. Primero, antes de las últimas elecciones del año pasado, por una concejala de Personal, Inmaculada Reyes, que no continuó. En 2022, la propia edil advirtió al alcalde de que el joven que finalmente fue contratado tenía menos puntos que otra candidata. Ante ello, la concejala de Personal propuso al alcalde la contratación de la segunda candidata. Días más tarde, la joven fue contratada, así como el hijo de la empleada municipal. Ambos, para un mismo puesto. Durante el tiempo que el joven estuvo contratado cobró más de 6.700 euros.
En 2023, el PP se presentó de nuevo con Santiago Cabello como candidato a la Alcaldía. En esta ocasión, Inmaculada Reyes no repitió. El número tres de la lista fue Gerardo Arévalo. Cuando fue elegido el alcalde lo nombró concejal de Personal. Y ya en su cargo fue el que decidió investigar qué era lo que estaba pasando con las subvenciones del Emplea Joven tras el requerimiento que le envió la Junta de Andalucía.
Arévalo descubrió que había dos personas contratadas para un mismo puesto y que una de ellas, el joven intruso, no se había presentado a trabajar. Comprobó también que era hijo de la secretaria particular del alcalde, con la que había compartido lista electoral en 2023. “Compañeros”, llegó a escribir en un documento dirigido al alcalde en el que le pedía que denunciara judicialmente los hechos. Tras este escrito, la madre del joven también envió otro, acusando al concejal de “acoso laboral”, aunque el Ayuntamiento no ha formalizado ninguna medida.
Todo este conflicto interno ha estallado en el seno del PP de Pozoblanco, un partido que acumula dos mayorías absolutas en el municipio más habitado del norte de la provincia de Córdoba al que le costó mucho llegar. Desde 1979 y hasta 2009, Pozoblanco había sido gobernado por el PSOE de manera ininterrumpida. Los populares habían sido oposición. En muchos casos, una oposición muy menguada. Durante el mandato de Benito García, que sucedió al histórico Antonio Fernández, el PSOE se partió. Aunque recuperó el poder municipal en 2011. Pero desde 2017, los populares conquistaron la Alcaldía.
Desde hace siete años, el PP ha ido poco a poco consiguiendo ayuntamientos en Los Pedroches, al calor del sol que es Pozoblanco. Tanto que el propio Santiago Cabello es ahora el presidente de una de las mancomunidades de la provincia que más cohesionada está. Y que más competencias dispone. No obstante, la guerra interna en el Ayuntamiento se ha trasladado también al partido. Desde Córdoba, el PP provincial asiste al conflicto sin entrar aún al fondo. Y a la espera de acontecimientos, que se acabarán dirimiendo según avance el caso del joven intruso que, de momento, no pasa de un intercambio de documentos en el seno del Ayuntamiento de Pozoblanco.
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