Música en el 'Zumbacón', 'Bendita palabra... ¡Coronación!'
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En ocasiones arranca una sonrisa. En otras, es banda sonora de la desazón. Apenas existe aquélla que a su conclusión se escapa con indiferencia. La música es vehículo transmisor de emociones, a veces nacientes de forma cuasi imperceptible y a veces incontenibles. Muy especialmente goza la procesional de esa capacidad, que la posee en realidad quien compone y quien interpreta, de generar sensaciones. Cuentan con esa virtud los sones cofrades, que además tienen en su totalidad un origen cierto. Una razón y un significado, como lo es una conmemoración. Y cuando cada nota abandona la partitura para ser inmaterialmente tangible aquel que escucha se siente vibrar. Es lo que pretende, y a buen seguro consigue, la nueva marcha que incluye en su repertorio la Banda de Cornetas y Tambores Coronación de Espinas. Obra de Cristóbal López Gándara, el título de la composición por sí ya evoca y provoca: Bendita palabra… ¡Coroanación!. En esas tres palabras, veinte años de trayecto sonoro en el Zumbacón.
Cada Cuaresma no son pocos los estrenos que se suceden en el panorama musical. En ese sentido Córdoba no es una excepción. Todo lo contrario, pues el indiscutible potencial de las diversas formaciones de la ciudad invita a la composición. Una calidad comprobable no sólo en la interpretación sino también en la acumulación de nuevas marchas a los diferentes repertorios. Así como en la importancia de los autores que las crean. Ejemplo claro se dio en San Antonio de Padua el pasado sábado, una jornada intensa en el aspecto musical, en el tradicional concierto de Cuaresma de la Banda de Cornetas y Tambores Coronación de Espinas. A los pies del titular de la Merced, el ya más que maduro conjunto celebró de nuevo su vigésimo aniversario. Lo hizo con una obra que, en palabras de su autor, “no se puede definir con algo en concreto”.
Fue el sábado cuando por vez primera sonó Bendita palabra… ¡Coronación!, marcha de Cristóbal López Gándara que viene a otorgar mayor valor si cabe a la efeméride de la Banda de Cornetas y Tambores Coronación de Espinas. Una formación ésta que inició su andadura allá por 1996 y que días atrás tuvo ocasión de interpretar una obra “con muchísimo planos y cambios, con muchas secciones y distintos matices”. De tal forma resume el autor de la partitura la composición, que además presenta una gran dificultad en su desarrollo. “Es compleja, porque de por sí la corneta es un instrumento difícil de tocar. Pero lo es por todas las particularidades armónicas que tiene, y que necesitan de una buena corneta, y porque no se utilizan las armonías tradicionales. Hay que cuidar mucho la afinación”, explica López Gándara.
A través de esa complejidad, el compositor ubetense, uno de los más destacados del panorama musical andaluz actual -no sólo de marchas procesionales-, trata de llevar a quienes escuchan -y a los propios intérpretes- a su propia lectura de las notas. “Lo que me gusta mucho es que el oyente se imagine cosas con lo que le llegue, que la música sea sugerente y no lo diga todo directamente. Ésta es una marcha que pasa por ser de estética romántica y el estado de ánimo va cambiando”, expone al ser cuestionado por lo que pretende transmitir con Bendita palabra… ¡Coronación!. “Los componentes de la banda pueden imaginarse, por ejemplo, su evolución en estos años”, añade en ese sentido. Todo por medio de una obra “con muchísimos planos, cambios y secciones y distintos matices”. En cuanto a su corte, Cristóbal López Gándara indica que la marcha es “innovadora, contemporánea, vanguardista, con recursos de todo tipo armónico y propios de mi línea”.
La tarea de describir por medio de notas el significado que para la Banda de Cornetas y Tambores Coronación de Espinas tiene su conmemoración fue, por otro lado, un motivo de satisfacción para López Gándara. “Que por el aniversario de la banda hayan pensado en mí directamente es un orgullo, porque la considero una de las mejores de Andalucía”, señala al respecto. En cuanto a la partitura, siempre tiene claro que ésta, sea cuál sea su motivación, debe cumplir su principal función. “Cuando te plantean un encargo de una banda cofrade también piensas para lo que está destinado, que es para ir detrás de un paso, y así está realizado. Las innovaciones ya son de aspecto más bien estético, pero ésta marcha da mucho juego por su diversidad de secciones y por sus cambios”, argumenta en relación a Bendita palabra… ¡Coronación!. Una obra ésta que no es la primera a la que da forma para el conjunto del Zumbacón, que de su autoría ya añadió a su repertorio el pasado año Jerusalén, dedicada a Nuestro Padre Jesús de los Reyes de la hermandad de la Borriquita de Fernán Núñez.
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