Vecinos de la Fuensanta recogen medio millar de firmas para pedir más presencia policial

Los vecinos del barrio de La Fuensanta han recogido en las últimas horas casi medio millar de firmas que van a depositar ante la Policía Local y la Policía Nacional para demandar una mayor presencia policial que de respuesta ante “la creciente ola de inseguridad y actos vandálicos” que están afectando al barrio.

Un barrio que, en los dos últimos días, ha visto como los bomberos acudían a sofocar incendios en los contenedores de la zona, que han afectado a turismos y árboles aledaños, y cuya “intencionalidad” ha colmado la paciencia de los residentes, según señala a este periódico Rafael Pedrajas, presidente de la Asociación Vecinal La Paz y Santa Victoria.

Pedrajas ha remarcado que este mismo jueves hubo una reunión vecinal en la que se han enumerado los problemas de seguridad que sufre el barrio, entre los que ha citado incidentes por vandalismo, consumo de alcohol y drogas en espacios públicos, así como molestias generadas por actividades recreativas nocturnas, además de las ya citadas quemas de mobiliario público y la aparición reciente de pintadas amenazantes en la calle Hernando de Magallanes.

“La situación no es nueva, ni mucho menos, pero la preocupación de los vecinos es enorme porque está a punto de llegar el verano y mucho nos tememos que, si no se ponen medidas, la inseguridad y las molestias van a ir a más”, explica Pedrajas, que ha mostrado la oposición vecinal al anuncio de la apertura nocturna de la piscina de La Fuensanta, al entender que podría ser un nuevo foco de ruido y perturbación para los vecinos de la zona.

Unos vecinos que han recogido más de medio millar de firmas en apenas media hora con la intención de que motiven tanto a los responsables municipales -que tienen las competencias de la Policía Local- como a la Subdelegación del Gobierno -Policía Nacional- a reunirse con ellos para poner soluciones a la situación que están viviendo.

En este sentido, Pedrajas ha apuntado que una de las cuestiones que más preocupa es la sensación de impunidad de los presuntos malhechores, toda vez que las denuncias telefónicas y presenciales efectuadas normalmente no acaban ni con detenciones ni con la mera aparición de patrullas que tengan un efecto disuasorio. “La realidad es que muchos vecinos se han hartado hasta de denunciar viendo que las patrullas no aparecen”, se queja.