“Imaginábamos temperaturas altas, pero no tanto”: turistas por Córdoba durante la ola de calor
La capital cordobesa ha llegado alcanzar en esta semana la alerta roja rozando los 44 grados. Sin embargo, en un paseo por sus calles casi a cualquier hora se puede ver a algún turista paseando con un mapa en la mano o visitando en grupo y con un guía los monumentos de la ciudad. Y es que, parece que a los visitantes no les asusta el calor que a los cordobeses nos hace encerrarnos en casa.
Carol y Diego son dos de los turistas que han caminado por las calles de Córdoba a pesar de que los termómetros marcaran más de 40 grados. La pareja de Castellón confiesa a Cordópolis haber mirado el tiempo antes de venir “para prepararnos un poco psicológicamente”, sin embargo, este calor “ha sobrepasado las expectativas”. Y es que en su ciudad, explica Diego, viven en la sierra “y allí corre mucho la brisa, pero aquí es como tener un secador encima todo el rato”.
La única solución que les queda para terminar sus vacaciones en la ciudad es “estar con agua todo el día, refrescándonos, buscando sombras y visitando monumentos hasta el medio día”, dice Carol. Además, venían preparados habiéndolo planificado todo “con las visitas guiadas a sitios exteriores a horas que no haga tanto calor y las de interior en las horas que hace más calor fuera”. Y, por último, “al mediodía nos metemos en las tabernas a comer y después nos refrescamos, pero ha sido bastante impactante”, continúa Diego, quien asegura que quieren “volver en otra época más fresquita” porque están “enamorados de Andalucía”.
La joven Anabelle estará viajando con su familia por España durante un mes, y este martes han estado en Córdoba. La joven asegura que no han temido a las temperaturas que “solo hay que seguir caminando, aunque no a las 12:00 o las 13:00”. La australiana ha aprovechado para ver la Mezquita y la ciudad, sin separarse de su sombrero y del agua.
Desde Canarias han venido Laura y Nicolás, que se quedarán hasta este jueves en Córdoba. Antes de coger las vacaciones, explican, “nos imaginábamos temperaturas más altas, pero no este calor”. “Acabo de comprar un ventilador, es insoportable”, señala Laura entre risas. La solución que han elegido es “estar las horas de la comida y de más calor en el apartamento con el aire acondicionado y luego salir por la noche”. Ya que esto es lo que han visto que hace el resto de gente y aunque incluso por la noche “no se pueda caminar y te piquen los ojos”.
Los turistas siguen contratando visitas guiadas
Pero el trabajo de acompañar y guiar por Córdoba a aquellos que han contratado sus visitas turísticas para conocer mejor la ciudad, son los guías turísticos, que un verano más vuelven a enfrentarse a la continua subida de las temperaturas.
Patricia es una de ellas y según explica, los turistas -tanto nacionales, como internacionales- “siguen viajando porque por más que ven las temperaturas, nos se hacen una idea de lo que es hasta que llegan”. Por ello, tienen que tomar medidas ante el intenso calor, además de adaptar las visitas. “El turista ya que está aquí quiere ver cosas, entonces tenemos que avisarles cuando va a ser un día muy caluroso de que lleven gorros y sobre todo agua; les informamos de dónde va a haber sombra y dónde no, si hay que sentarse, nos sentamos para que descansen; o explicamos a la sombra, para luego hacer el trayecto al sol”, explica.
Pero los trabajadores son los primeros que tienen que ir también bien preparados para sobrevivir al calor, por lo que llevan casi un kit de supervivencia consigo. “Nosotros salimos con una botella de agua congelada, con el abanico, el gorro, con gafas de sol y con algo en el bolso para comer”, detalla Patricia. Su horario comienza de 10:00 a 15:00, y aunque depende de qué visita toque hacer a cada compañero, siempre hay alguna que pilla en horas fuertes. Aunque al menos, en su empresa han tomado la decisión de hacer las visitas en Medina Azahara nocturnas. “Desde que el 21 de junio pusieron también horario de noche, nosotros las hacemos en esa franja horaria, porque por allí ni siquiera hay sombras”. De hecho, cuenta cómo en una ocasión vio a una turista -perteneciente a otro grupo- “caerse al suelo desmayada por el calor”.
Alberto también es guía y, por su parte, confiesa que “se hace como se puede e intentamos hacer explicaciones más cortas y a la sombra”. Ya que según aclara “intentamos hacer visitas a horas que haga menos calor pero cuando estás de turismo no quieres madrugar y tener una visita a las 9:00”. El horario que los turistas, sobre todo extranjeros, prefiere aprovechar es “cuando han comido, normalmente de 13:00 a 16:00”, en las horas de más calor.
Para Medina Azahara Alberto recomienda aprovechar el horario de noche sobre todo en estos días de más calor. Esto, por su parte es algo que Patricia anima a hacer en el resto de monumentos “estaría bien que el turista tuviese la opción de visitar más sitios por la noche ya que por la tarde no puede porque se concentra todo por la mañana”. Pero de momento, a ellos solo les queda acompañar al turista, y como dice la guía, “acostumbrase y asumirlo y buscar las sombras”.
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