Córdoba cambiará su normativa para que se puedan instalar placas solares en el Casco Histórico

El Ayuntamiento de Córdoba, a través de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), ha anunciado que va a iniciar la innovación del Plan Especial de Protección del Casco Histórico (PECH) para permitir la instalación de placas solares fotovoltaicas en gran parte de esta zona de la ciudad, una demanda vecinal y ciudadana que lleva sobre la mesa del equipo de Gobierno del PP desde el anterior mandato.
Este jueves, ha sido el presidente de la GMU, Miguel Ángel Torrico, junto con el gerente de la Agencia de Urbanismo, Julián Álvarez, y la jefa de la oficina del casco histórico, Carmen Chacón, quienes han informado del proceso, en el que también se ha consultado con la Junta de Andalucía, responsable de la conservación del patrimonio cultural, y con los vecinos de la zona.
Torrico ha recordado que, si bien esta medida responde a una reclamación histórica de los vecinos, la normativa que impide la instalación de placas data el 2007, cuando se prohibió terminantemente la instalación de estos elementos en todo el conjunto histórico afectado por el PECH, un plan aprobado en 2003. Según el concejal, en aquel momento no existía la sensibilidad energética actual ni era habitual la instalación de placas fotovoltaicas.
En este sentido, se destacó que el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) ya dictó en 2022 una guía de buenas prácticas que establece la necesidad de buscar soluciones que garanticen la convivencia entre el desarrollo sostenible y la conservación del patrimonio cultural.
Estudio de impacto visual
Por ello, Torrico ha avanzado que el procedimiento de innovación del PECH se iniciará este mismo mes de marzo. Se modificarán artículos existentes que no incluían las instalaciones de energías renovables y se aprobará un nuevo artículo que especificará en qué condiciones podrán realizarse estas instalaciones en gran parte del PECH. Porque, según ha señalado, la zona más cercana a la Mezquita-Catedral y la zona declarada Patrimonio de la Humanidad no se abordarán en esta primera fase de la innovación.
No obstante, se seguirá trabajando para encontrar una solución para estas áreas, aunque se prevé que será mucho más restrictiva, pero con el objetivo de no ser una prohibición total. La intervención en esta zona requeriría la aprobación de instancias superiores.
Para el resto del conjunto histórico, podrán optar a la instalación de placas solares las parcelas destinadas a vivienda residencial colectiva de larga duración, residencias de mayores, conventos, colegios mayores, residencias universitarias, locales comerciales de escala local, así como colegios. No obstante, estos edificios deberán estar adaptados previamente a las condiciones de eficiencia energética que exige la legislación.

Un criterio fundamental a tener en cuenta será la afección visual y la margen urbana, que se estudiará caso por caso a través de un estudio de impacto visual que deberá acreditar justificadamente que no se produce ningún tipo de afección. Esta evaluación considerará tres escalas: la visión inmediata a pie de calle, la visión próxima en los entornos de los bienes de interés cultural, y la visión lejana de conjunto desde miradores o puntos singulares. Esta normativa general no afectará a las zonas renovadas que no se encuentren en los entornos de los Bienes de Interés Cultural (BIC).
En cuanto a los requisitos técnicos para la instalación, se preferirán las cubiertas planas antes que las inclinadas o de teja, y las placas no deberán sobresalir de la volumetría del edificio, siendo visible estrictamente el elemento de la placa, con el resto de instalaciones ocultas. Los paneles fotovoltaicos y sus marcos deberán integrarse cromáticamente con la cubierta, quedando prohibidos los paneles con reflejo. La instalación deberá ser reversible para garantizar su desmontaje si fuera necesario.
Además, el proyecto deberá contar con un técnico especializado en patrimonio cultural para su autorización por parte de la GMU. En la zona renovada, la resolución de tejados y azoteas se ajustará a los modelos tradicionales, y aunque los requisitos para la energía renovable son parecidos a los del resto del casco histórico, no serán idénticos en su totalidad.
Paralelamente a esta innovación normativa, el Ayuntamiento promoverá y ya está promoviendo la creación de comunidades energéticas, ofreciendo a los residentes y comerciantes del conjunto histórico la posibilidad de incorporarse a ellas, lo que tendría efectos prácticos similares en la factura de la luz que la instalación de placas individuales.

Según cálculos de Urbanismo, el 64% de los edificios catalogados dentro del PECH podrían beneficiarse directamente de esta modificación normativa, sin incluir los edificios más protegidos que requerirán un estudio más detallado caso por caso. El plano presentado muestra una extensión significativa de las zonas donde se permitirá la instalación de placas solares en comparación con la situación actual tras el acuerdo de 2007.
El presidente de la GMU destacó que se ha trabajado de forma discreta con los vecinos, quienes son conscientes de que esta innovación supone un gran paso adelante, dadas las limitaciones existentes hasta ahora. La posibilidad de instalar placas solares, sujeta a un estudio de impacto patrimonial, es vista como una solución para el bienestar de los vecinos, el ahorro energético y la reducción de la huella de CO2.
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