La amenaza de lluvia no impide al feminismo cordobés luchar en la calle por una “igualdad real”

El feminismo cordobés ha vuelto a echarse a la calle este sábado para reivindicar su lucha en pos de una igualdad real con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Lo ha hecho a pesar de la amenaza de lluvia, que, acompañada de rachas de viento frío, han convertido la manifestación de este año en una de las menos concurridas desde la histórica explosión del movimiento que se dio en 2018.
A pesar de todo ello, el feminismo cordobés ha escogido salir a la calle, con el paraguas en la mano y el chubasquero puesto, en vez de posponer la tradicional marcha o suspenderla. Sí que se ha prescindido de la parte festiva, que estaba prevista en Las Tendillas como colofón final a la marcha. En cambio, se ha mantenido la reivindicación a pie de calle en un año en el que la Asamblea 8M ha vuelto a aglutinar a todos los sectores feministas de la provincia, incluido el LGTBIQ+.
Con la unión feminista asentada en Córdoba, lo que ha fallado este año ha sido la asistencia, especialmente por parte de los pueblos del norte y del sur, donde se han notado más los efectos de la borrasca Jana que en la capital. Mariló Damián, portavoz de la Asamblea 8M, reconocía que estaba prevista la llegada de ocho autobuses y que desconocían cuántos habían venido al final y cuántos no habían podido hacerlo por los avisos y las complicadas condiciones meteorológicas.

No obstante, más de 2.500 personas -según los cálculos de la Policía Local- se han sumado a la marcha, que ha salido puntual del Paseo de la Victoria a las 18:00. Desde la Asamblea 8M se incidía en que es urgente continuar con la lucha feminista: “Hoy no estamos celebrando, estamos reivindicando los derechos de las mujeres trabajadoras. A pesar de estar en pleno siglo XXI, seguimos enfrentándonos a la brecha salarial, al techo de cristal y a un sistema patriarcal que nos sigue pisoteando”, aseguraba Mariló Damián, mientras recordaba que el feminismo no entiende de pausas ni de condiciones perfectas.
También destacó la importancia de seguir firmes a pesar de las dificultades: “Aunque la lluvia y los problemas con el transporte hayan afectado a la participación, este feminismo es único y estamos unidas más que nunca. La lucha de las mujeres sigue, y seguiremos saliendo a la calle”, afirmaba antes de que se iniciara una marcha a la que se ha sumado la concejala de Igualdad del Ayuntamiento, Marián Aguilar.

Aguilar ha puesto especial énfasis en la necesidad de adoptar medidas reales de conciliación y corresponsabilidad laboral y familiar. “Hoy es un día para reflexionar sobre lo que se ha avanzado, pero también sobre lo que nos queda por hacer”, dijo Aguilar, quien insistió en que las políticas de conciliación no deben verse como un problema exclusivamente de las mujeres, sino como una necesidad para el avance de toda la sociedad.
Por su parte, bajo el grito unánime “¡Ni un paso atrás en nuestros derechos!”, el manifiesto de la Asamblea 8M, que se lee al término de la marcha la jornada, subraya la interseccionalidad del movimiento feminista, uniendo las luchas de mujeres de diferentes contextos: trabajadoras, migrantes, racializadas, LGTBIQ+, y aquellas que sufren violencia machista. El texto incluía referencias al casos como el de Gisele Pellicot, Íñigo Errejón y la reciente tragedia de Lina, exigiendo justicia para todas las víctimas de un sistema que sigue permitiendo la impunidad de los agresores.
El texto íntegro es el siguiente:
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