La Córdoba de los 50 y 60, según los documentalistas franceses: el tesoro escondido en la Cinemateca de Bretaña

De un grupo de niños en una romería fascinados por una cámara de cine, a decenas de personas que pasean por el Puente Romano con carros de labranza y caballos, pasando por un Patio de los Naranjos prácticamente vacío, despojado de los centenares de turistas que lo ocupan a diario.
Una colección de imágenes de otra época que han sido restauradas y puestas a disposición de cualquiera en la web de la Cinémathèque de Bretagne, que incluye varias películas grabadas por turistas y documentalistas franceses en los años 50 y 60 del pasado siglo.
Una auténtica ventana a una ciudad que ya no existe, pero cuya arquitectura más conocida preserva hoy en día la misma capacidad de fascinación para el visitante. Es algo que queda patente, por ejemplo, en el documental España, Córdoba, Granada, de Jean Baret, y que arranca por las carreteras que llevaban a su autor a Córdoba, que le recibe con un día soleado y una vista inédita en la parte baja de la Torre de la Calahorra.
Es el año 1957, y el río grande preserva barcos amarrados. Sobre él está el puente romano, cuya estampa no es tan distinta de la actual por la ausencia de coches -hoy, debido a la peatonalización, entonces, por el retraso del país, que aún estaba saliendo de la Posguerra-. Eso sí, lo que no se encuentra uno es carros de labranza o personas entrando y saliendo de la ciudad a caballo, como sí se ve en esta película, en la que su autor también visita -fascinado- la Mezquita, antes de seguir paseando por las estrechas callejuelas de la Judería y La Medina.

El autor ya habla de los patios y los balcones, como parte de la arquitectura propia de una ciudad, cuyas estampas incluyen la venta de churros en la calle, los animales de labranza atados en la puerta y los sombreros cordobeses, por supuesto.
Unos años antes, en 1952, idéntico marco fascina a Paul Lindu, que graba su viaje de Córdoba a la frontera en una película muda de 16 milímetros. Prácticamente, todos los escenarios que recorre el turista francés se mantienen casi igual hoy en día, siendo este y otras de las películas que hay en el archivo, un testimonio del increíble trabajo de conservación que se ha llevado a cabo en Córdoba en los últimos 70 años.
Incluso más atrás en el tiempo, ya que la cinemateca francesa incluye otra película de Paul Lindu, grabada dos años antes, pero en blanco y negro, y en la que se atreve incluso a filmar el oscuro interior de la Mezquita, antes de seguir su camino de Córdoba a San Sebastián (así se llama este film).

Hay más material igual de fascinante en la web, incluidas algunas corridas de toros de El Cordobés, y postales filmadas en los campos de la provincia cordobesa y otras muchas ciudades españolas.
Todo un tesoro cinematográfico que permite entender que la fascinación del turismo francés con Córdoba viene de lejos, así como redescubrir Córdoba desde una perspectiva diferente. A través de los ojos de los turistas y documentalistas franceses de los años 50 y 60, se aprecia una ciudad llena de vida, tradición y personalidad (también de miseria) que hoy resulta mucho más difícil de encontrar.
Para explorar estas películas y sumergirse en la Córdoba de antaño, el archivo está en la web oficial de la Cinémathèque de Bretagne: https://www.cinematheque-bretagne.bzh

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