“La caseta del Círculo fracasó porque no se convivía”
El presidente de la institución, Federico Roca, alaba el cambio que supuso la nueva Junta Directiva en la caseta, considerada la más antigua de la Feria
La caseta del Círculo de la Amistad es la “reina” de la Feria de Córdoba. Así lo señalan diversas fuentes. Sin embargo, documentos del Archivo Municipal de Córdoba dejan constancia de la existencia de otras tiendas –así se llamaban antiguamente a las casetas- antes que la del Círculo. Aunque se desconoce el motivo de esta atribución histórica, se piensa que la pujanza y la importancia del Círculo en la sociedad cordobesa tuvieron mucho que ver.
Para ello, sólo hay que recurrir a las fechas. La Feria se instauró definitivamente en los jardines del Paseo de la Victoria en 1820. Y fue en 1865 cuando el Círculo decidió instalar una tienda en el recinto. A diferencia de otras casetas, a la de la institución acudía la alta sociedad de la época y era la sede de los grandes bailes. Tal y como recogen los escritos, la llegada del Círculo a la Feria fue la “aportación por excelencia de ese año”.
La presencia del Círculo marcó claramente las diferencias de la sociedad de la época. Desde las vestimentas hasta lo que allí se hacía, tanto en su caseta como en la “Casa de día”, como se conocía a la sede del Círculo. Y es que los deportes llegaron a la tradicional feria de ganado de la mano de la institución. Carreras de caballos y tiro de pichón eran los “deportes” por excelencia.
De los años de la Feria en el Paseo de la Victoria queda aún “una elegante tienda de hierro”. Y es que donde hoy se ubica el Mercado Victoria es la caseta que el Círculo construyó en 1877. Acudiendo de nuevo a documentos históricos, “el entonces presidente de la institución, José Ramón de Hoces, solicitó al Ayuntamiento la cesión del terreno para colocar la construcción metálica en el Real. Y así, con el visto bueno de la corporación, la Feria recibió ese año su primera tienda permanente”.
El traslado de la Feria a El Arenal en 1994, bajo el mandato de Herminio Trigo, hizo que el Círculo no estuviera presente durante dos años. Su regreso tuvo lugar en 1996 pero, en 2007, la Junta Directiva decidió abandonar la Feria. ¿Los motivos? Las pérdidas económicas. La hemeroteca del momento recoge ese hecho como “la derrota de la feria”. Sin embargo, y en palabras del actual presidente de la institución, Federico Roca, “el concepto de caseta del Círculo estaba muerto. Por eso es por lo que fracasó”.
Roca explica que “cuando la nueva Junta Directiva llegó al Círculo en 2010, la primera decisión que se adoptó fue volver al recinto ferial. Pero con otras connotaciones”. A su juicio, “las anteriores casetas eran muy grandes, frías y sin el calor humano que tiene la Casa. Hoy, es más pequeña, gracias al arquitecto José Díaz López y a Antonio Baena, el encargado del mantenimiento”. Reconoce que el “fracaso” de la presencia del Círculo en la Feria radica en que en “las casetas no se convivía; eran como una especie de descanso tras ir a otras casetas. Y la nueva Junta Directiva no quería eso”. “Hemos conseguido que la caseta del Círculo sea un lugar donde se comparta y se conviva”, concluye el presidente.
0