Hermetica Paris es una singular casa de fragancias cuyo nombre se escribe así, sin tildes. Sus perfumes no llevan alcohol y surgen de una innovación patentada que sus fundadores, Clara y John Molloy, vinculan románticamente a Hermes Trimegisto y la obra central de la alquimia, La tabla esmeralda.
Como el oro que necesita el mundo es verde, el de la pura y buena vida, Hermetica no solo ha creado una lujosa colección de aromas afines a la piel y respetuosos con quienes evitan la presencia alcohólica, sino que contribuye a cuidar el medio ambiente: tú compras una botella de fragancia y una ONG planta árboles en lugares como Madagascar e Indonesia.
Descubrí Hermetica a través de la fuente de exquisitos perfumes y lujosos cuidados que es Habanuc, y desde el sitio oficial de la firma para España, en el que puedes recorrer su historia, el codex o libro de los ingredientes que utilizan, cómo funciona su perfume base ‘Source’, combinable con los demás, junto con las familias olfativas y el detalle de cada fragancia. Una opción para acercarse a sus perfumes es el kit de descubrimiento.
La transformación bulle en todo; es la alquimia cotidiana de una receta de cocina, la manera en que el absoluto de azahar, el jazmín, la rosa y el sándalo interactúan entre sí y, sobre todo, contigo, cuando te perfumas…
La tabla esmeralda no será una tabla de salvación -ni seguramente nunca lo pretendió-, sino quizás una idea para vivir las estaciones desde un crecimiento íntimo, compartido, sereno.
Nota: Las menciones a marcas y productos no llevan aparejada ninguna contraprestación
Crecí en los 70 bajo la influencia de la Señorita Pepis, un set de maquillaje para niñas del que arranca un amor interminable por el rojo de labios y el khol enmarcando la mirada. Las tendencias y la moda, la cosmética y el sublime arte del perfume me interesan con una pasión que solamente los adictos sabemos reconocer. Y sí, somos cientos de miles de personas -por cierto, muy distintas en edad y características sociales- para quienes la moda es una motivación, un bálsamo, un acicate, un exquisito pasatiempo. Ahora que Internet y las redes sociales han incendiado el mundo con la revolución fashionista, por qué no echar más leña al fuego desde las páginas de CORDÓPOLIS.
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