El 22 de enero de nuestro occidental 2023 comienza el Año Nuevo chino, representado por el saltarín e ingenioso Conejo de Agua. Será con la segunda luna nueva tras el Solsticio de Invierno.
Hace tiempo que lo celebro a mi manera porque reiterar lo inaugural y lo festivo agrada tanto como repetir postre o escuchar en bucle esa canción que te enamoró y no te la despegas.
Pasados nuestros Reyes y ya sin rastro del roscón, el gesto de abrir los brazos al Nuevo Año chino tiene sus efectos. Remedia un hipotético bajón post Navidad, porque una buena fiesta siempre cura del adiós a las anteriores. Sirve de exótico desquite si la entrada en 2023 fue mani-fiesta-mente mejorable. Y, entre los riesgos, no olvidemos el derroche consumista, ya que las firmas de lujo lanzan ediciones con toda la parafernalia del animal regente y esas magnéticas ilustraciones de la flor de loto, peonias y orquídeas, los nudos y faroles de la buena suerte más los lacados rojos.
El panorama de posibles compras temáticas del Nuevo Año chino mantiene sus clásicos en maquillaje y belleza con las ediciones de MAC Cosmetics, Pat McGrath Labs, Charlotte Tilbury, Nars, o la primaveral de Guerlain, ‘'Red Orchid'.
En perfume, están los obsequios para el Año Nuevo lunar de Creed. Y de ropa, bolsos y joyería, la colección de Furla y Self Portrait y piezas de Loewe, Burberry, Dior, Gucci o Baccarat.
Por otro lado, desde el meollo del asunto, la astrología china encuentra horizontes de esperanza en el Año del Conejo de Agua. ¡Ojalá!
Más acá en lo mundano, Messi, que tan exitosamente ha terminado 2022 con la Copa del Mundial en sus brazos, es del signo del Conejo; igual que el exfutbolista del cantado “salpique”, en muy distinta situación, desde luego.
Se vislumbra un año de saltos y madrigueras, de trucos baratos -sin chistera- y alta magia cocinada en el corazón de las personas. Otra razón más para, como el conejito de aquella marca de pilas alcalinas, ser tenaces e incansables en nuestro camino de vida buena, generosa, feliz. ¡Amén!
Nota: Las menciones a marcas y productos no llevan aparejada ninguna contraprestación
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