Súper Mario
No he sido, ni soy, ni seré el primer periodista en hacer el chistecito. No. Pero es difícil resistirse a hacerlo. Lo reconozco. En 2009, Cajasur era una ruina. Sólo Caja Castilla La Mancha (CCM) le adelantó en ser la primera entidad financiera intervenida en la historia española de la crisis actual. Cajasur era un agujero negro donde se perdían millones de euros a diario. Había concentrado riesgos de una forma salvaje. Había puesto el 60 por ciento de su cesta en los huevos de oro del ladrillo que dejaron de serlo. Y en estas que llegó la intervención por el recién nacido FROB (Fondo de Reestructuración Bancaria), que llegó la subasta y que unos señores de Bilbao (de la BBK, luego BBK Bank y luego Kutxabank) se hicieron con la caja. “Lo primero que dije cuando llegamos es que en un año Cajasur iba a ganar dinero”. Dicho y hecho. Quien lo dijo fue Súper Mario Fernández, un señor de Bilbao ahívalahostia, que ayer vino a Córdoba a sacar pecho y a demostrar que en Cajasur los tiempos han cambiado. Hoy, Cajasur está dentro de Kutxabank, la entidad financiera más solvente de España. Por eso es difícil resistirse al chistecito.
“En Cajasur bastaba con aplicar un modelo de gestión distinto”, decía ayer Súper Mario Fernández. Y tanto. Ha cambiado tanto la gestión que, se lo escribo muy en serio, hace tres años las aguas del Guadalquivir se habrían retirado del espanto si hubieran escuchado a un todopoderoso presidente de Cajasur decir que es “un puto chiste” que Europa esté más preocupada por la inflación que por el crecimiento, que “qué coño” es eso de que en el euro haya dos países que se financien a intereses tan distintos o azotar a la prensa anglosajona por la portada del pobre de Madrid en el New York Times “cuando si vas andando por Nueva York lo único que haces es quitarte pobres de encima”.
Serán los símbolos, serán los gestos, será mi amor a los señores que hablan claro y no se andan por las ramas, será que en la sala de prensa en la que ayer se sacó pecho no había crucifijos, no había sotanas, no había cuadros barrocos, no había ostentación ni tonterías. Será que a mí siempre me pareció imposible que Cajasur pudiera volver a levantarse con la ruina que tenía encima. O será que esa arrogancia de los señores de Bilbao que chulean porque pueden, porque en el fondo resuelven problemas, me dejó un poco con la boca abierta. O será la falta de costumbre y ya está. Será lo que sea pero a mí me faltó levantarme y abrazar a Súper Mario (a pesar de que dijo cosas que me indignaron, que me rebelaron, con las que no estoy en absoluto de acuerdo sobre los recortes y los, a su juicio, abusos en el uso de la sanidad pública). A lo mejor estoy equivocado. Me pasa mucho. O a lo mejor no. Ya veremos. Pero hoy pienso que lo mejor que le ha podido pasar a Cajasur es que la comprara BBK. Está por ver también si es lo mejor que le ha podido pasar a Córdoba. Insisto. Ya veremos.
http://youtu.be/MiAxiGZKpGQ
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