Alerta roja en la Sierra de Córdoba
Me lo han dicho todos los urbanistas, todos los ambientalistas, los expertos en geografía y hasta bomberos y policías: el mayor riesgo potencial para la vida de un cordobés que esté plácidamente en su casa no es una salvaje crecida del río Guadalquivir, no; es un devastador incendio forestal en la Sierra.
Verán. Es complicado que una crecida del Guadalquivir en Córdoba provoque una situación tan devastadora como hizo el Mississippi en Nueva Orleans cuando el huracán Katrina. El río grande de Andalucía no está regulado a su paso por Córdoba por diques. Es más, Córdoba no es, ni mucho menos, una ciudad plana como Nueva Orleans. Lo que sucedió allí jamás ocurrirá aquí. Allí el Mississippi rompió los diques que lo contenían y entró violentamente en la ciudad, arrasando y ahogando a todo lo que se le ponía por delante. Aquí, el Guadalquivir cuando entra en la ciudad lo hace poco a poco, por laminación. Va subiendo, subiendo, de forma progresiva y lenta. Da tiempo, por tanto, a evacuar a las personas. Cero riesgo para su vida.
Esto no ocurre con la Sierra de Córdoba, donde se construyó alegremente y sin permiso en zonas que son auténticas ratoneras en caso de un incendio forestal descontrolado. Hace cinco años, en muchas zonas del Ática de Grecia murió mucha gente. Vivían en zonas forestales de muy difícil acceso y, por tanto, de complicada salida. En Córdoba, los avisos de autoridades (algunas con la boca pequeña) y expertos han sido constantes. Hay parcelaciones que son, literalmente, carne de cañón en caso de incendio forestal. Son urbanizaciones que cuentan con una sola carretera de acceso que en caso de que un incendio la corte o la tome convierte en imposible la salida a los vecinos.
Las autoridades de emergencias conocen estos riesgos. Les aseguro que cuando pasa el verano y disminuye el riesgo forestal muchas respiran, aliviadas, de que no ha ocurrido nada en la Sierra de Córdoba. Por eso, porque conocen estos riesgos, me parece sencillamente asombroso que AENA haya decidido clausurar este verano la pista forestal de Los Villares.
Para atacar un conato de incendio, es fundamental la rapidez. No estoy descubriendo América, ¿verdad? Por tanto, ¿qué sentido tiene cerrar la pista forestal y desviar los aviones del Infoca al aeropuerto de Córdoba? ¿De verdad es un problema presupuestario? ¿O se trata, como defiende el PP, de que la Junta no ha pedido la autorización como hace todos los años? En cualquiera de los dos casos, alguien debería hacer algo de manera urgente. Lo primero, abrir la pista forestal. Y lo segundo, dimitir.
¿O es que la seguridad de los vecinos de Córdoba depende de los recortes presupuestarios o de una mala gestión política?
No quiero ser agorero, pero señores políticos, piensen por un momento en qué podría pasarles si un incendio forestal acaba en tragedia. ¿No han aprendido nada del Madrid Arena?
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