Estimulación cognitiva

A lo largo del día realizamos para desenvolvernos en la sociedad actividades tan esenciales como pueden ser pensar, hablar, aprender, cantar o recordar, entre otras. Todas ellas se ejecutan gracias a las funciones cognitivas que poseemos y que nos permiten, a su vez, llevar a cabo cualquier tarea básica de la vida diaria.

Sin embargo, existen factores como el envejecimiento, el daño cerebral adquirido o las enfermedades degenerativas que pueden afectar esta capacidad e interferir considerablemente en la calidad de vida de personas de avanzada edad.

Un gran número de adultos y ancianos pueden sufrir una carencia de relaciones sociales de calidad, limitación en la gestión y autoeficacia en su vida diaria debido al aislamiento social, ya sea por falta de estímulo social, deterioro cognitivo propio del paso del tiempo o por haber sufrido un daño cerebral. Es por ello que con la estimulación cognitiva lograremos un mejor funcionamiento de las capacidades cognitivas y del estado en general de la persona.

El aislamiento social conlleva, en muchos adultos, un deterioro cognitivo propio del paso del tiempo que puede acentuarse con un daño cerebral. Este hecho provoca una carencia de relaciones sociales de calidad, además de una limitación en la gestión y autoeficacia en su vida diaria.

Los beneficiarios susceptibles de recibir estos tratamientos son personas adultas y ancianas, personas con daño cerebral (ictus), parálisis cerebral, ELA, Parkinson...

Algunos de los beneficios que aporta la estimulación cognitiva son:

·            Mejora la calidad de vida.

·            Retrasa la evolución de enfermedades.

·            Mejora los niveles de plasticidad neuronal.

·            Incremento de funciones cerebrales.

·            Prevención de pérdidas de memoria.

·            Capacita la autonomía en la vida diaria y la autoestima.

·            Potencia la interacción con el entorno y evita el aislamiento.

·            Disminuye la ansiedad, estrés y confusión.

 

La estimulación cognitiva se contempla como algo habitual dentro del día a día de las personas, de todas las edades y los perfiles. La población ha tomado conciencia sobre la importancia de cuidar su salud mental y gracias a estos programas se previenen y evita el declive cognitivo y se ayuda a mantener las capacidades cognitivas en un nivel óptimo.

La estimulación cognitiva ayuda a recuperar y restablecer las funciones cognitivas alteradas. De esta manera, se consigue la ralentización del deterioro consiguiendo una autonomía funcional durante más tiempo.

La rehabilitación cognitiva se integra en programas más amplios, trabajamos desde una perspectiva interdisciplinar: terapia ocupacional, fisioterapia, logopedia y psicología. A través de una serie de técnicas y estrategias se mejoran aspectos como: atención, percepción, comprensión, memoria, lenguaje, velocidad de procesamiento, orientación, razonamiento, aprendizaje, praxias, gnosias, control ejecutivo, etc.

Las sesiones se trabajan de manera individualizada, adaptándose la forma y el nivel de dificultad del entrenamiento para promover la motivación y autoeficacia.

Por todo ello, en Fepamic Salud ofrecemos programas de estimulación cognitiva que mejoran y mantienen las capacidades cognitivas existentes en el individuo, con el fin de mejorarlas. Con ellas, logramos una mayor autonomía que repercutirá en una mejora de la conducta, el estado de ánimo y una mayor independencia del mismo.

María José Caballero Cabrera