Con el pie abierto
Comienza septiembre casi como comenzó el verano, con alerta roja y más de 42 grados cayendo a plomo. En tierra extraña no alcanzamos esas temperaturas pero el verano ha dado para mucho también. Días calurosos en los que encontrar el abrazo de un viejo amigo o días lluviosos y fríos para
tejer bufandas en soledad. También días de playa, de visitar uno de esos paraísos terrenales que se encuentran en el Caribe mexicano, y días para pasear las calles de ciudades cosmopolitas, contemporáneas, de edificios que se elevan al cielo (nota: Chicago es espectacular).
Tiempo ha habido de que algunos demuestren la nulidad política de ser un no-presidente... Sí, me refiero al señor Rajoy y su “gran capacidad negociadora”, pero de igual manera al presidente de la República mexicana Enrique Peña Nieto quien se ha reunido para... ¡para nada!, en territorio mexicano con el candidato a la Presidencia de los Estados Unidos y señor de dudosa integridad moral, Donald Trump, que ha servido para continuar con el discurso xenófobo y discriminatorio hacia el latino y hacer ver las pocas hechuras presidenciales de Peña. Su “capacidad negociadora”.
En fin, es curioso cómo la vida nos pone en el camino “regalos” o situaciones de las que al final sacar algo positivo y en verano especialmente. Un verano intenso para muchos de nosotros. Verás, un día estás explicándole a tu entrenador personal después de tanto trajín veraniego... “Mira, es que tengo el pie abierto... abierto, sí, que me duele ahí... en... no se sabe bien dónde”. Alguien te mira desde la máquina torturadora de músculos de al lado y te dice... “¿Cómo te va a entender? Es mexicano y esa expresión es muy andaluza, chiquilla”. Atónita te vuelves a mirar la cara de esa voz también de aire andaluz. “¿Y tú que eres de Sevilla?”, pregunto yo con intención de “malmeter”. Responde, “no, de Jaén”. ¡Toma ya! Y sin comerlo ni beberlo, dos andaluzas “En tierra extraña” que comienzan septiembre caminando juntas por esta megalópolis con mucho espacio para la soledad de millones de habitantes que no comprenden qué es tener un pie abierto. Ahí es ná. Bienvenidos al nuevo curso.
0