Yo también puedo correr maratones
Tengo varios amigos 'runners', otros hacen triatlones e 'iron man' (ya conocen esa carrera de locos, campo a través con obstáculos de todo tipo y que acabas exhausto), y otros amigos han corrido maratones, como Jaime, que terminó el fin de semana pasado con un tiempo de 3 horas 38 en la Maratón de Chicago.
Pensándolo bien... todos corremos nuestras maratones.
¿Cuál es la tuya? Yo llevo ya 6 años de maratón en México, corriendo hacia una meta, que la verdad, no sé muy bien dónde se encuentra y cuánto tiempo me llevará cumplir este recorrido, o sea quizás una etapa de un 'iron man'. Sigo corriendo. En esa incesante carrera no voy sola, por supuesto, de hecho comencé este reto personal acompañada y de la mano, pero es un camino que vamos descubriendo juntos y a veces nos falta resuello, necesitamos parar a beber agua...él, yo, los dos... Otras ocasiones, encuentras algunos compañeros de viaje en esa carrera de obstáculos y el tiempo mejora, consigues correr más rápido, a mejor ritmo con esa buena compañía que se convierte en un soplo de aire. Pero un día... ¡zas! Aprietan el paso y llegan a la meta antes, o deciden parar, o simplemente cambian sus metas y tú flaqueas, te faltan las fuerzas. Hay que seguir adelante aunque ellos se vayan de este circuito para correr en otro.
Ustedes tendrán su propia maratón, igual ni siquiera es de 50 kilómetros... Hoy, Día Mundial contra el Cáncer de Mama pienso en esas mujeres -guerreras, habría que llamarlas - que luchan contra una enfermedad bien cabrona, y eso sí que es una carrera contra reloj en la que uno siempre puede ganar, pero hay que llegar con la motivación a tope y no dejar de entrenar cada día las ganas de vivir, de seguir. Cinco de ellas incluso han escalado el Kilimanjaro. Mis respetos.
El caso, es que me he parado un momento, me he abrochado bien las zapatillas, he sacado de mi cabeza esa tonta idea de que me faltan fuerzas. Y pienso seguir corriendo. ¿Ustedes qué? ¿No se apuntan? Igual nos encontramos en el camino.
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