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Baby-Led Weaning, otra forma de comer y experimentar.

María Isabel Martínez

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Hoy vamos a dedicar nuestra entrada semanal a la introducción de la Alimentación Complementaria (AC) en los bebés, debido a que éste  es un tema que normalmente suscita bastantes dudas en los padres/madres, y porque la mayor parte de las veces, la información que recibimos de algunos de nuestros pediatras resulta obsoleta y trasnochada, lo cual  nos lleva a explorar otras formas de introducirla más acordes con las necesidades de los bebés y también con lo que los padres/madres sentimos y deseamos para ellos.

En términos generales, las recomendaciones de la OMS y de las Asociaciones de Pediatría (entre las que se encuentra la Española, AEPED) coinciden en mantener la lactancia materna (LM) como forma exclusiva de alimentación hasta los seis meses de edad y en adelante, hasta los dos años, pero ya complementándola con la introducción progresiva de los alimentos sólidos (siendo no obstante la LM el alimento fundamental hasta el primer año de vida).

De esta forma, si el bebé sigue con LM, la recomendación es ofrecer primero el pecho y luego el resto de los alimentos como “complemento”, de ahí que se llame Alimentación Complementaria pues cumple esa función de reforzar al alimento principal, que es la leche y no al revés. La leche materna aporta al bebé todo aquello que éste necesita  incluso pasados esos seis meses de lactancia exclusiva, por lo que este dato es más orientativo que otra cosa. Además, esto hará que la madre continúe teniendo el estímulo adecuado para seguir produciendo la cantidad de leche que su hijo necesite a lo largo de los siguientes meses.

Lo habitual es que cuando se va a introducir la AC se sigan las pautas que nuestro pediatra nos facilita en una fotocopia de fotocopia de fotocopia… del año la pera (que nadie se preocupa de actualizar) donde te van programando con precisión milimétrica la introducción de todos y cada uno de los alimentos que tu bebé tiene que comer (sí o sí) y la forma en la que debe hacerlo, (donde por supuesto nunca faltan los purés de verduras y las papillas de frutas bien tamizadas). Claro, como no tienen dientes, no tenemos otra opción…..

Pues lamento discrepar de estas formas obsoletas de meter la AC, pues en efecto, hay otras alternativas mucho más actualizadas y con respaldo médico y científico, que cada vez suscita más interés entre las nuevas generaciones de padres/madres y que actualmente se encuentra en verdadero auge, sólo hay que atreverse a ponerlo en práctica. Nos estamos refiriendo al Baby Led Weaning (BLW).

¿Qué es el Baby Lead Weaning?

Es una forma diferente de introducir la alimentación complementaria. Baby Led Weaning significa “destete dirigido por el bebé”, mediante el cual damos al niño la oportunidad de decidir sobre lo que quiere comer, cómo quiere hacerlo y en qué cantidad, de esta forma además de enseñarlo a comer de una manera normal, lo estamos incentivando igualmente a que experimente por sí mismo.

Este término fue acuñado por Gill Rapley, matrona, nutricionista y directora adjunta de la Iniciativa de Hospitales Amigos de los Niños (IHAN) de UNICEF en el Reino Unido.

Básicamente en este método lo que se suprimen son los purés, pues esta forma de alimentar al bebé resulta engorrosa para los padres/madres (tener que andar preparando purés a diario o semanalmente supone un tiempo extra en comprar, preparar, cocinar, que a veces resulta difícil de encontrar) y en algunos niños provoca rechazo por mero hastío (siempre los mismos sabores y texturas) y en algunos otros les lleva a arrastrar trastornos de la masticación que tardarán en solucionarse. Te encuentras en consulta algunos de estos niños que con dos y tres años rechazan cualquier otro alimento que no sea puré  y por supuesto, correctamente tamizado, con la consiguiente desesperación de sus progenitores.

Todos los niños, antes o después muestran  interés por la comida de los adultos. Probar nuevos sabores, nuevas texturas hacen que el bebé experimente una vivencia sensorial importante y placentera para él. Dar un trocito de pera, plátano o patata cocida a un bebé provocará en él una gran curiosidad por experimentar con este nuevo formato de alimento que le hará desarrollar su sentido del tacto, gusto, le hará tomar decisiones sobre aquello que le gusta y lo que no, y además le estará ayudando a desarrollar su motricidad fina (coger con la mano y los dedos a modo pinza). El “momento comida” para nuestro bebé se transformará en un instante lúdico, repleto de diversión y nuevas sensaciones, que despertará en él el interés por probar cosas diferentes.

¿Qué es necesario para empezar con el Baby Led Weaning?

Tan solo hacen falta unas sencillas precauciones:

1)  Que el bebé se mantenga solo sentado y erguido. Esto nos garantiza la necesaria madurez en su musculatura orofaríngea, lo cual le capacita para masticar (en principio con las encías) y deglutir correctamente.

2) Que el bebé muestre interés por los alimentos y sepa expresar con sus gestos si tiene hambre (abrirá la boca y se acercará al alimento) o saciedad (vuelve la cara o cierra la boca).

3) Que ha desaparecido el reflejo de extrusión (reflejo que tienen los recién nacidos y que les hace expulsar cualquier alimento u objeto que le entra en la boca como mecanismo de prevención contra atragantamientos).

4) No dejar nunca al niño solo. Estar siempre presente cuando el bebé esté comiendo, en prevención de atragantamientos (que en realidad son excepcionales con este método, curiosamente)

5) Armarse de paciencia y cerrar los ojos ante “los efectos colaterales”, dicho de otro modo… relajarse…. pues al principio es más probable que la comida acabe en el suelo, las paredes o su ropa antes que en la propia boca del bebé. Vamos, que el método en sí es un “divertido” guarreo en sus inicios.

¿Listos?.... ¿Cómo empezamos?

Empezaremos colocando al bebé a la mesa con los adultos, en su trona o en tu regazo. De esta forma también le estamos enseñando que el momento de la comida es un momento que se comprarte y se disfruta en compañía. Pondremos a su alcance los alimentos que pueda comer en función de su edad y dejaremos lejos aquéllos que aún no sean alimentos recomendados para él. Debemos ofrecerle una gama de alimentos para que él solo elija y decida. Curiosamente, hay estudios  que demuestran que si los dejamos elegir libremente, su alimentación será variada, equilibrada y acorde con sus necesidades.

Comenzaremos ofreciendo una gama de  alimentos permitidos según la edad a trozos grandes. Ojo, esto es importante porque los bebés de seis meses no pueden coger aún objetos pequeños y es importante que sean ellos mismos los que se introduzcan los alimentos por sí mismos en la boca (para evitar riesgos de atragantamiento). Trozos grandes de frutas, verduras cocidas, pan y todo aquello que nosotros estemos comiendo, simplemente. No dar al bebé alimentos diferentes a los nuestros pues esto dificultaría la asimilación de este hábito por parte del bebé ya que le haría sentirse excluido. Recuerda, él muestra interés por lo que ve hacer a sus padres.

Importante no obsesionarse de la cantidad de alimento que ingiere, que será poco al principio. Por tanto asumimos que de momento será un método poco nutritivo pero 100% experimental. La leche materna seguirá siendo su alimento principal.

Tampoco hay que pensar que el bebé tiene que comer de todo. De hecho, al principio solo comerá lo que le gusta o le resulta atractivo y es probable que rechace algunos alimentos. No importa, le damos un tiempo y se lo ofrecemos más adelante cuando esté preparado para aceptarlos. Eso también nos pasa a los adultos ¿no? ¿verdad que habitualmente tendemos a comer las cosas que nos gustan? Pues ellos, igual. Solo hay que tener en cuenta que si no le gusta un tipo concreto de fruta o verdura por ejemplo, tengamos la precaución de introducirle otros alimentos del mismo grupo para suplir este rechazo, garantizando así la variedad y equilibrio nutricional.

No te preocupes, que a pesar de ser un método que puede parecer atrevido o transgresor, teniendo estas mínimas precauciones que hemos explicado anteriormente y algo de información, es un método muy seguro y que aporta muchos beneficios educacionales y  sociales a nuestros bebés. Conseguirás que tu bebé se transforme en un niño con buenos hábitos alimenticios y menor riesgo de padecer enfermedades derivadas de una incorrecta alimentación.

¿Os atrevéis pues a experimentar?

Cuéntanos tu experiencia si te apetece, estaremos encantados de saber cómo lo habéis hecho vosotros.

www.cemlosarcos.es

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