Por encima de nuestras posibilidades
La verdad, viendo lo ocurrido con Berlanga, un club que ha marcado un antes y un después en la ciudad pese a su reducido espacio, y viendo el panorama actual, me pregunto si no habremos estado bailando música electrónica en Córdoba por encima de nuestras posibilidades en los últimos años.
Y todavía estoy decidiendo si estoy siendo irónico o voy completamente en serio, porque el sábado pasado hubo una respuesta entusiasta en todos los eventos que hubo en la ciudad con música de este género. El C3A presentó una entrada más que decente con la visita del barcelonés BeGun. La post party oficial, en el antiguo Submarine Club, también se llenó. Y la fiesta del colectivo Ratpack en Platinium estaba a tope.
Tres eventos distintos unidos por un hilo común: El público, que era el mismo prácticamente en los tres, y que se recorrió la ciudad de un lado a otro para escuchar un tipo concreto de música.
Córdoba no es Barcelona o Madrid. Es una ciudad pequeña con todo lo bueno y lo malo que ello conlleva. Los que nos dedicamos a arriesgar nuestro patrimonio económico y vital llevando a cabo eventos o dirigiendo clubs de música electrónica vivimos en un equilibrio desconcertante. El público es el que es. A veces te la pegas. Te levantas y vuelves a intentarlo. Siempre estás expuesto. Entre el halago del éxtasis y la crítica virtual hay apenas una mala resaca.
Lo triste es pensar que no ha habido relevo en esta ciudad, que no hace tantos años llegó a albergar en un mismo polígono industrial 2 alternativas distintas -Stereo Club y Metrópolis- para los amantes de la electrónica, o que vio cómo una de sus salas, la Metro, era reconocida a nivel nacional por votación popular.
Hoy, la pérdida de Berlanga deja a Córdoba más vulnerable en este terreno. No siento nostalgia de aquellos días de polígonos industriales. Pero sí siento que esta ciudad suena menos cosmopolita hoy que hace un mes y medio, cuando sabías que había en el centro un club diferente al resto.
Me pregunto si habremos bailado por encima de nuestras posibilidades. Pero como la respuesta puede no gustarme, pongo música para que la silencie.
0