Y después del 8 de marzo... ¿qué?

Marzo, pasado el carnaval, se presta facilmente al disfraz de “feminista”, a la expresión momentanea de lo que es un tema que “se lleva”.

Ya ha pasado marzo, las mujeres comprometidas construimos durante todo el año con nuestras acciones reivindicativas la causa de la Igualdad. Velamos para mejorar los logros ya alcanzados.

Al patriarcado le interesa fomentar/recrear supuestas diferencias que no surgen de la búsqueda de la igualdad, sino del interés de dividir a las mujeres que están reclamando la plena ciudadanía.

Las mujeres hemos ido sumándonos a la lucha feminista con sororidad (hermanadas) creando puentes y no rupturas. Son pocos los grupos de mujeres organizados o no, que se alzan con la exclusividad excluyente y competitiva de posiciones que llaman al desencuentro.

La causa de la Igualdad y la agenda secular del feminismo se ha construido a lo largo de los siglos y es abolicionista. Los logros y los avances son tales, si están avalados por la historia. Los “modernismos” en las filosofías políticas de transformación son cómodamente asumibles y cacareables.

¡Qué mal nos queremos las mujeres que defendemos para unas, las prácticas precarias y violentas, que para nuestras hijas y hermanas no las quisiéramos.!

Y aún hoy sin que haya terminado el “mes de la mujer”, el epílogo del tiempo en el que todos los interes patriarcales se visten de feminismo, se acalla la voz de feministas de larga trayectoria en la universidad, se deja libre a violadores que no han cumplido su pena íntegra y, se asesinan a mujeres y a sus hijas/os con el fin de ejercer extrema violencia por el simple hecho de ser mujer.

Si esto sigue así, que se está recrudeciendo, ¿hacia dónde está mirando la sociedad y sus instituciones?.

¡HARTAS!