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¿Cómo combatir los bulos?

José González Arenas

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En los últimos años, la proliferación de bulos y desinformación se ha convertido en un fenómeno global, pero su impacto en España ha sido especialmente notorio, impulsado en gran medida por sectores de la extrema derecha. Estas narrativas falsas, diseñadas para manipular la opinión pública, inflamar tensiones sociales y reforzar posiciones ideológicas extremas, representan un grave desafío para la democracia y la cohesión social. Combatir los bulos no solo es una cuestión de proteger la verdad, sino de salvaguardar los valores que sustentan la convivencia en una sociedad plural.

Los bulos no son un fenómeno casual; son instrumentos deliberados que buscan generar emociones intensas, como el miedo o la indignación, para movilizar a sectores específicos de la población. En España, muchos de estos bulos se centran en temas como la inmigración, el feminismo o los derechos LGTBIQ+, presentándolos como amenazas al bienestar nacional o a la “identidad española”.

Por ejemplo, es frecuente encontrar mensajes que afirman que los migrantes reciben ayudas sociales privilegiadas, en detrimento de los ciudadanos españoles. Sin embargo, estudios de organizaciones independientes y datos oficiales han desmentido repetidamente estas afirmaciones, mostrando que los migrantes contribuyen más al sistema de lo que reciben. A pesar de ello, estas narrativas se viralizan gracias a las redes sociales, generando desconfianza y polarización.