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Sobre este blog

Como desde siempre he sido reacio a levantar pesos o manipular herramientas, pero sé leer, escribir y hablar, he acabado trabajando (es un decir) en medios de comunicación escritos y radiofónicos. Creo que la comunicación y la cocina tienen muchas cosas en común: por ejemplo ambas necesitan emisores y receptores, y tienen una metodología parecida, una suerte de sintaxis y de morfología que deben ser aplicadas. Cocino habitualmente en casa y mi último descubrimiento ha sido comprobar que recoger y limpiar utensilios mientras preparo la comida es muy bueno: ha cambiado mi vida, de hecho. Buen provecho a todos.

In the Army now

Alfredo Landa.

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Que Córdoba haya sido elegida para acoger una Base Logística del Ejército de España es un anuncio que ha sido acogido de diversas maneras. Por un lado, en Jaén ¿provincia hermana? han pillado un rebote de sargento chusquero. Más en plan Alfredo Landa que Clint Eastwood, con todos mis respetos. Por otro, han salido también aquellos entrañables antibelicistas que están en contra de todos los ejércitos de la Tierra lamentando que aquí se acoja una cosa de esas. En este punto debo acordarme de Jack Nicholson en la peli Algunos hombres buenos cuando, entre dientes, decía aquello de “son mis chicos los que vigilan el vallado”.

Y por otro lado, representantes de nuestras instituciones sociales y políticas, con una sonrisa satisfecha que se les notaba hasta detrás de las mascarillas, haciendo una exhibición propia de un Bienvenido Mr Marshall en toda regla. Entrañable.

Yo espero que, como en todas estas cosas del Ejército y la Inteligencia Militar y eso, haya ciertas dosis necesarias de secretismo: que si la Base prevé 1.600 puestos de trabajo o 2.000 o no sé cuántos de industria auxiliar, que luego los que trabajarán allí serán los reubicados de una base de submarinos de Cartagena, que será bueno para las viviendas turísticas porque podrán llenarse de familiares que vendrán a ver ceremonias en la base, que los tanques blindados de nueva generación procesionarán por la calle de la Feria, que podrá convertirse en una nueva Área 51 y guardará marcianadas… Yo que sé.

En este punto debo decir que yo hice la Mili. Serví como soldado de leva a mi patria. Esto indica ya mi provecta edad. Lo hice en una cosa que se llamaba Servicio de Recreo Educativo del Soldado (en sus siglas, SERRES); es decir, que en caso de conflicto bélico, yo hubiera hecho las labores de Bob Hope, de Marilyn Monroe o, más cercano, de Marta Sánchez en la cubierta de una fragata. O algo así.

Me creerán o no; pero yo fui un buen soldado por una razón muy sencilla: como estudié cosas de letras ya sabía lo que era el Teatro del Absurdo. Así que lo comprendí todo al momento. Y si no lo comprendí, lo entendí.

Por cierto ¿Alguien sabe si los Status Quo siguen en activo?

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Como desde siempre he sido reacio a levantar pesos o manipular herramientas, pero sé leer, escribir y hablar, he acabado trabajando (es un decir) en medios de comunicación escritos y radiofónicos. Creo que la comunicación y la cocina tienen muchas cosas en común: por ejemplo ambas necesitan emisores y receptores, y tienen una metodología parecida, una suerte de sintaxis y de morfología que deben ser aplicadas. Cocino habitualmente en casa y mi último descubrimiento ha sido comprobar que recoger y limpiar utensilios mientras preparo la comida es muy bueno: ha cambiado mi vida, de hecho. Buen provecho a todos.

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