Como desde siempre he sido reacio a levantar pesos o manipular herramientas, pero sé leer, escribir y hablar, he acabado trabajando (es un decir) en medios de comunicación escritos y radiofónicos. Creo que la comunicación y la cocina tienen muchas cosas en común: por ejemplo ambas necesitan emisores y receptores, y tienen una metodología parecida, una suerte de sintaxis y de morfología que deben ser aplicadas. Cocino habitualmente en casa y mi último descubrimiento ha sido comprobar que recoger y limpiar utensilios mientras preparo la comida es muy bueno: ha cambiado mi vida, de hecho. Buen provecho a todos.
Adiós a la infancia
La primera vez que la mujer que quiero me llevó a su casa me puso un ron un vaso de agua un cenicero y un cedé de grandes éxitos de Silvio Rodríguez.
“Me las sé todas”, le dije entre besos. Los grandes éxitos de Silvio me los prestó mucho antes Magdalena, mi prima mayor, mi influencer: yo vengo a ofrecer una canción, los hombres de Playa Girón, el unicornio azul. La era está pariendo un corazón, una mujer con sombrero como un cuadro del viejo Chagall… Todas.
Magdalena, mi prima mayor, llevó en su tránsito terreno el nombre de su abuela, también la mía, la viuda de un fusilado.
En 1977 estábamos felices en la piscina de un apartamento de Fuengirola mi prima Magdalena y yo. Todo era azul y maravilloso. Ella era una bestia estallando hormonas. Yo, un niño con granos.
Nada nos podía arrebatar nada. Todo estaba por delante, los espacios y los tiempos. Hasta las decisiones.
Mamá y la tita nos llamaron desde el balcón para comer macarrones.
Era un 16 de agosto, calor. La pequeña tele portátil anunció que Elvis Presley, el Rey, había muerto.
Y, ahí, en ese puto momento, acabó mi infancia.
Cambiamos de pantalla.
Sobre este blog
Como desde siempre he sido reacio a levantar pesos o manipular herramientas, pero sé leer, escribir y hablar, he acabado trabajando (es un decir) en medios de comunicación escritos y radiofónicos. Creo que la comunicación y la cocina tienen muchas cosas en común: por ejemplo ambas necesitan emisores y receptores, y tienen una metodología parecida, una suerte de sintaxis y de morfología que deben ser aplicadas. Cocino habitualmente en casa y mi último descubrimiento ha sido comprobar que recoger y limpiar utensilios mientras preparo la comida es muy bueno: ha cambiado mi vida, de hecho. Buen provecho a todos.
0