El Centro de Atención Infantil Temprana sella su calidad
El Centro de la UCO atiende a niños de cero a seis años con trastorno del desarrollo o riesgos de padecerlo
El Centro de Atención Infantil Temprana de la Universidad de Córdoba ha obtenido la certificación de calidad que otorga la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales a través de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía (ACSA). El Centro atiende a niños de cero a seis años con trastorno del desarrollo o riesgos de padecerlo. Se trata de una población de niños con autismo, síndromes raros, retrasos evolutivos, parálisis cerebrales o trastornos del lenguaje importantes o con varias de estas características juntas. La certificación de la Calidad sanitaria recientemente obtenido indica que el centro cumple con todos los niveles de calidad que se exigen en un centro de estas características. Somos el primer centro convencido de Andalucía que tiene esta distinción.
“El centro es iniciativa de un grupo de profesores que realmente queríamos estar en el día a día, en la calle. La docencia y la investigación se nos había quedado muy alta y necesitábamos tocar tierra”, explica su directora, Araceli Sánchez. “Presentamos un proyecto en la Delegación de Salud para crear un Centro de Atención temprana para niños porque pensamos que esa franja de edad es el momento más importante en el que podemos realizar más intervenciones y mejorar las condiciones de los niños que tiene trastorno en el desarrollo”, prosigue. El proyecto se aceptó en 2009 y se empezó a trabajar en octubre. Actualmente existe un convenio entre la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales y la Universidad de Córdoba.
El equipo profesional ha seguido creciendo y lo componen 16 trabajadores de los que suerte son psicólogos, cada uno con una especialidad distinta, dos psicopedagogos, un fisioterapeuta, una logopeda, una secretaria y becarios de tres tipos: formación, atención al centro e investigación.
El Centro se caracteriza por asentarse sobre cuatro pilares. “El primero es la asistencia a los niños y familias a través de la intervención directa. Otro pilar es la docencia y la formación por un compromiso con la UCO; la tercera pata es la investigación con líneas separadas para cada uno de los profesores que formamos parte de este proyecto. La última pata es la transferencia de conocimientos”, termina Sánchez.
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