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Javi Flores: “He venido al Córdoba para ascender”

Javi Flores, jugador del Córdoba CF | MADERO CUBERO

Paco Merino

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La vida profesional de Javi Flores Santacruz (Córdoba, 1986) ha sido una contínua búsqueda del glorioso término medio, un esfuerzo conmovedor por estar a la altura de las (exigentes) expectativas que generó en sus inicios y por ofrecer en el terreno de juego lo que le piden desde el banquillo y desde la grada. Nunca lo tuvo sencillo. El hincha quiere verle gambetear, filtrar un pase al corazón del área o meterle un caño a un adversario mientras que el entrenador le exige fiabilidad, disciplina táctica y sentido práctico. Mucho estrés. Entre lo que a uno le piden, lo que se supone que debe hacer, lo que puede, lo que debe y lo que le dejan, la vocación termina mutando en una pesadilla. Se diluye la identidad. Y un futbolista sin patrón interior es un tipo perdido. Hay muchos que no sobreviven a eso y terminan desgranando sus días en cualquier club perdido, acudiendo a la oficina en jornadas de desapasionada rutina, mirando el calendario con la certeza de que pronto terminará todo. Quienes encuentran un desafío motivador son unos privilegiados. Y Javi Flores lo encontró en un mensaje de whassap en su móvil. “¿Jugarías en el Córdoba?”, le preguntaban. Ya lo está haciendo.

Flores se mueve por las entrañas de El Arcángel como si fuera su casa. Siempre lo fue, aunque la última vez que jugó allí un partido con la camiseta del Córdoba fue hace ocho años en Segunda contra Las Palmas. El mismo adversario en el último ascenso a Primera División y en el reciente descenso a Segunda B. Para afrontar este singular campeonato, con más trampas que una película de chinos, el Córdoba ha recuperado a Javi Flores. El que fuera icono de la cantera ha regresado con una nueva versión de sí mismo. Lo tiene muy claro. “Creo que no tengo nada que demostrar a nadie”, afirma con la misma sinceridad que expone su último gran desafío.

“He venido aquí a ascender con el Córdoba”, dice un hombre que a día de hoy es el futbolista en activo que más veces ha defendido la blanquiverde en partidos oficiales (141). Llegó a la entidad con 7 años y escaló todos los peldaños hasta llegar al primer equipo: vivió un descenso, un ascenso, una crisis económica con un ERE, pugnas por la propiedad... En fin, todo el catálogo de dramas y movidad propios de un Córdoba que le abrió la puerta con 24 años. Pasó por el Getafe, Murcia, Hércules y Elche. Vuelve con 33 para el último baile. Flores siempre es la promesa de algo grande. Flores es el Córdoba mismo.

PREGUNTA. ¿Cómo fue el primer contacto con el Córdoba?

RESPUESTA. Recuerdo que fue el 30 de abril por la noche. Venía de viaje en coche y recibí un mensaje de Jesús (León). Luego, el 1 de mayo me llamó. Me dijo que le encantaría que estuviese en el proyecto nuevo que estaban formando.

P. Ya había jugado contra el Córdoba este año pasado un par de veces, que curiosamente han sido las únicas porque antes, por unas razones o por otras, nunca lo hizo. ¿Qué sensación le dio?

R. Es verdad. En la Copa del Rey, que ganó allí el Córdoba, no jugué. Pero sí lo hice en los dos partidos de Liga.

P. Y el Córdoba ya estaba bastante mal.

R. Hombre, cuando yo hablo con Jesús sí que estaba ya la cosa muy mal. En mayo estaba muy complicado porque aunque era posible matemáticamente salvarse, ya se veía que no.

"No veo la categoría: solo sé que me llama el Córdoba esté donde esté"

P. ¿Y qué sensación le da eso?

R. A ver, es el Córdoba. Probablemente con otros equipos hubiese mirado eso, pero si es el Córdoba no veo la categoría: solo sé que me llama el Córdoba esté donde esté. Más que estar en Segunda o en Segunda B, a mí me atraía el proyecto que iban a hacer y qué idea tenían para el futuro. Le dije que no tendríamos problemas para entendernos, aunque yo tenía contrato en Elche.

P. ¿Y allí que le dicen?

R. Estaba muy bien y querido por la gente, porque era mi cuarto año en el club en dos etapas distintas. Allí tenía una vida hecha, pero en Elche comprendieron bien la situación. Me quedaba un año de contrato, pero aquí son más años y es mi casa, el sitio donde me he criado y donde empecé a jugar al fútbol. Entendieron lo que significaba todo eso y la oportunidad para mí. Tengo que estar muy agradecido al Elche porque me lo pusieron fácil y comprendieron la situación.

P. ¿Qué Córdoba se ha encontrado?

R. Pues veo un club que, aunque pueda parecer que no, está bien montado.

"Se están dando pasos muy buenos para consolidar el club"

P. Después de un descenso siempre es complicado reconstruirse.

R. Sí, pero he visto un club bastante asentado, con las bases claras y gente seria. Se están dando pasos muy buenos para consolidar el club. El ascenso es importante. Se podrá conseguir o no, porque esto es fútbol y nunca se sabe, pero veo que está poniendo unos cimientos muy buenos para conseguirlo.

P. El Córdoba vuelve a empezar de cero. Le ha pasado muchas veces.

R. Bueno, el fútbol no es sencillo. Hay cosas que no se ven desde fuera y que afectan. Yo, desde que he llegado, he visto a gente predispuesta, con ganas de trabajar y de ir dando pasos para que todo funcione y se pueda ir a por el ascenso.

P. Pero es evidente que después de la última temporada, con su balance deportivo y con el institucional, hubo una sensación general de bajonazo. Eso puede ser también un estímulo para mejorar. Si haber tocado fondo sirve como motivación, pues bienvenido sea.

R. Yo creo que se llevan tantos años sufriendo... Por unas cosas o por otras, el Córdoba y su afición no han podido disfrutar del fútbol. Ahora, el hecho de entrar gente nueva, desde el director deportivo a los jugadores, pasando por el entrenador, es algo que se nota en positivo. Muchas veces hace falta. Traen otras perspectivas, otras ilusiones, otros desafíos. La ilusión que traen los nuevos se traspasa a la gente. ¿Que se ha sufrido mucho? Pues sí. Pero hay que pensar en lo que viene ahora, en lo que se puede hacer para volver a ser felices con el fútbol. Llevamos ocho mil abonados, ¿eh? Ocho mil en Segunda B y todavía no se ha parado. Eso es una auténtica pasada.

"Llevamos ocho mil abonados, ¿eh? Ocho mil en Segunda B y todavía no se ha parado. Eso es una auténtica pasada"

P. ¿Cómo ve a Enrique Martín?

R. Tenemos un entrenador que a ilusión no le gana nadie. Eso se transmite. Tiene las ideas muy claras y eso a los jugadores nos da confianza. A día de hoy, el grupo que se está haciendo es para destacarlo. No sé si vamos a ascender o no. Pero en el tiempo que llevamos, este vestuario tiene muy buena pinta. Está viniendo muy buena gente, tío. Gente trabajadora, respetuosa... Los chavales que han subido a trabajar con nosotros son educados, muy dispuestos. Yo en este momento tengo unas sensaciones muy buenas.

P. Pero entiende que pueda existir recelo en el cordobesismo.

R. Hombre, claro. Ha sido un año muy duro deportivamente y también institucionalmente. Se ha sufrido. Pero no todos los años van a ser así. Mira el año que se salvó, ese fue la leche.

P. De todo se puede salir, ¿no?

R. Yo creo que todos debemos de mirar hacia adelante. Para atrás, nada. Hay que ver lo que nos viene y olvidar lo que ha pasado. Porque si estamos todo el rato dándole vueltas a cosas del pasado, que si esto, que si lo otro... Se ha perdido mucho y eso hace que la gente se sienta mal, pues claro. ¿Qué arreglo hay? Pues ir cada domingo a ganar, ganar y ganar.

"Este vestuario tiene muy buena pinta. Está viniendo muy buena gente, trabajadora y respetuosa"

P. Generar una dinámica positiva es primordial. Cuando todo va mal, los futbolistas parecen peores de lo que son.

R. Nosotros, los jugadores, somos los primeros que la tenemos que transmitir. Eso es la realidad. Pero luego hay más cosas. Está el entorno, los medios de comunicación... Es un conjunto de factores que influyen en el ánimo de todos. Yo he visto ya muchas cosas en todos los sitios por los que he pasado y siempre sucede igual: cuando las cosas no van bien, la negatividad sale por todas partes. Aquí hay una solución: resultados y estabilidad. Eso es lo ideal. Que haya normalidad en todo.

P. Cinco partidos, cinco ganados. Con eso todos somos más guapos.

R. Y solo se hablaría de fútbol.

P. El fútbol es más que los resultados del campo, pero sí. Es como el dinero, que no da la felicidad pero ayuda bastante a acercarse. Y otra cosa: esto es el Córdoba. Aquí el éxito no se mide por los campeonatos. Aquí los títulos son los ascensos y las salvaciones.

R. Estando en Segunda B, el Córdoba no puede tener otro objetivo que no sea ascender. Eso no se discute. Ahora bien, estando en Segunda tienes que buscar la salvación pero, sobre todo, la estabilidad. Eso es lo que te puede dar algún año el salto a Primera si eres más ambicioso y te salen las cosas muy bien. Pero hay que tener los pies en el suelo y saber dónde estamos ahora mismo. Lo mejor para un club es la normalidad, la estabilidad.

P. Y ahora el Córdoba no tiene esa normalidad.

R. No quiero que se malinterprete. El Córdoba es un club normal, pero lo que le ha faltado durante uno o dos años es la estabilidad. El año pasado, por una serie de cosas, ha ido un poco por detrás y eso lo ha pagado. Eso no quiere decir que no se puedan cambiar las cosas. En la historia del Córdoba se ha demostrado muchas veces que es capaz de salir adelante. ¿Que ha habido problemas? Pues sí, como los hay en todos los clubes. Yo no he visto ni un solo club en el que haya estado en el que no haya habido problemas. Ni uno. En todos los que he estado y en algunos, más de los que ha habido aquí, o sea que imagínate. Aquí el que más y el que menos tiene sus problemas.

"Se ha perdido mucho y eso hace que la gente se sienta mal, pues claro. ¿Qué arreglo hay? Pues ir cada domingo a ganar, ganar y ganar"

P. ¿Cómo ha sido el reencuentro con la afición de Córdoba?

R. Yo lo único que quiero es hacer bien las cosas. Ese es mi objetivo. Por el equipo y por mí, y así la gente estará contenta. Creo que no tengo que demostrar nada a nadie. No quiero plantearlo así. Voy a entregarme por el equipo, a dar el máximo y a cumplir con las órdenes que me dé el entrenador.

P. Ahora Javi Flores es otro.

R. Eso es evidente. Me fui con 24 años y ahora tengo 33. He madurado. Soy un futbolista diferente, con más experiencia. Hasta ahora no me puedo quedar del comportamiento de la gente. He recibido muchos mensajes de apoyo y los aficionados que han ido a los entrenamientos me han tratado fenomenal.

P. ¿Sigue existiendo su peña en el barrio de Fátima?

R. No, ya no está. ¿Que vuelva de nuevo? No sé, no lo creo. Cuando la gente se dispersa ya es complicado. Pero bueno, yo lo que quiero es dar todo lo que tengo al Córdoba y que pueda disfrutar la gente. Lo único que puedo hacer es dar las gracias por cómo me han acogido después de tantos años fuera de la ciudad.

P. ¿Siente alguna presión especial?

R. Pues mira, será por la edad, pero ya me tomo las cosas de otra manera. Una cosa está clara: el futbolista siempre tiene presión. La presión de hacer las cosas bien, de ayudar al equipo y de disfrutar. No me siento con más presión por ser de aquí. Con la madurez me he dado cuenta de que el fútbol es un trabajo y también una manera de disfrutar tú, porque te gusta tu profesión, y de hacer disfrutar a los aficionados que son los que van a ver a su equipo y quieren pasar buenos momentos. No siento más presión que nadie.

"Nosotros, los jugadores, somos los primeros que tenemos que transmitirilusión"

P. Es ahora mismo el futbolista en activo que más veces ha vestido la camiseta del Córdoba de los que componen la actual plantilla.

R. Vaya, no lo sabía. Es un orgullo para mí.

P. Y le sigue José Manuel Fernández, que al final se queda en el Córdoba.

R. Fernández ya estaba en el primer equipo cuando yo me fui. Él vino a hacer la pretemporada con Lucas Alcaraz y se tiró un año entero, jugando bastante. Ahora, a mi vuelta, le he encontrado con una madurez grande y un muy buen futbolista. Además, creo que está encantado con estar en el Córdoba. Lo de su situación no sé cómo se habrá visto desde fuera, pero él nunca ha pedido irse del Córdoba. Creo que era un asunto en el que se buscaba el beneficio para todas las partes. Pero vamos, que Fernández es un tío cordobesista y muy responsable.

P. Todo apunta a que Javi Flores y Fernández formarán parte de los capitanes de la plantilla esta temporada. ¿Fue capitán antes en otro club?

R. No, nunca. He llevado en alguna ocasión el brazalete, pero no he sido de los capitanes.

P. Sería una bella forma de cerrar un círculo. Jugó en el Córdoba desde los siete años y llegó muy joven al primer equipo. Campanero le quiso convertir en un icono para enganchar a la cantera. ¿Cómo lo vivió?

R. Pues mira, la verdad es que lo viví con mucha naturalidad por una razón: era un crío y no me enteraba de lo que estaba pasando. Yo terminé el año del descenso de Segunda, en la 2004-05, entrenando con el primer equipo. Me llamó Crispi y estuve a punto de debutar. Es más, la semana en la que iba a hacerlo... lo echaron. Me acuerdo de esa semana entrenando con el primer equipo y que me dijo que me iba a sacar, pero no pudo ser. Y fíjate lo que es la vida. He estado viviendo al lado de él en Alicante, cuando yo jugaba en el Hércules. Él vive en San Juan y un día pasó con el coche, me vio, se paró y estuvimos hablando. Recordamos aquella semana. Me iba a hacer debutar contra el Murcia, pero lo echaron.

"Aquí hay una solución: resultados y estabilidad. Eso es lo ideal. Que haya normalidad en todo"

Después hice la pretemporada con otros compañeros, del mismo modo que ahora tenemos también chavales jóvenes trabajando con nosotros, con Quique Hernández. Hice una pretemporada muy buena y empecé la Liga jugando de titular en Segunda B. Ese año metí ocho goles pero vivimos un palo que nos pegaron en Almansa, que íbamos ganando 0-2 y nos metieron dos goles que nos dejaron fuera de la liguilla de ascenso. Al año siguiente, aún siendo joven, ya tenía la sensación de responsabilidad dentro del equipo. Tuve una lesión que me hizo llegar regular al play off, pero viví el ascenso. Fue un año que viví con mucha intensidad. Tenía 19 años y estaba al lado de compañeros más experimentados, sabiendo lo que nos jugábamos.

P. Ahora es Javi Flores el veterano que tiene que arropar a los chavales que empiezan.

R. Sí, es parecido. Probablemente, los chavales más jóvenes me miren del mismo modo que yo miraba entonces a los veteranos. Todos tenemos que tener muy claro que el objetivo es ascender. Yo lo tengo. He venido al Córdoba para ascender. Y eso lo tenemos que llevar con naturalidad. Hemos venido para eso. Hay clubes en los que tienes que saber a lo que vas.

P. Ha estado en clubes históricos como el Elche, el Real Murcia, el Hércules... La Segunda B no entiende de rangos. Es una categoría durísima.

R. Todas las categorías son muy duras. En Segunda B hay ochenta y suben cuatro. Correcto. Al final, si no quedas primero te vas a seis partidos. Entonces, es una carrera de fondo y lo importante es llegar bien al final, con la sensación de ser un equipo fuerte. Así nos pasó con el Elche. Éramos un equipo que nos tenían un poco de respeto, ¿sabes? Pero eso hay que llevarlo con normalidad, entendiendo que estamos aquí para esto.

"Yo no he visto ni un solo club en el que haya estado en el que no haya habido problemas"

P. Es una carrera de obstáculos.

R. Esto empieza ahora y termina en junio. El que quiera llegar antes de tiempo a la meta está jodido. No puedes perder de vista el objetivo y hay que estar preparado para saber asumir un mal partido o una mala racha, que son cosas que pueden pasar y hay que ser fuertes mentalmente para seguir adelante. Acuérdate el año del ascenso del Córdoba. Fuimos mucho tiempo arriba y al final, después de una mala serie de resultados, nos metimos de chiripa como quien dice. Y terminamos ascendiendo. Lo pasamos mal para meternos, pero cuando estuvimos dentro teníamos claro que íbamos a ser un rival durísimo para los demás. Nos veían como favoritos. Ahora hay una eliminatoria más. Queda todavía mucho para llegar.

P. Hay que acostumbrarse a jugar en el filo de la navaja. En Segunda B puedes hacer una temporada fabulosa y quedarte fuera por una mala tarde o una jugada puntual. Es un campeonato muy cruel.

R. Sí, hay que acostumbrarse a esas finales. Los primeros que tenemos que hacerlo somos los jugadores, que creo que eso lo tenemos claro. Y también se tiene que acostumbrar la afición a que el desafío es muy complicado. No podemos llevarnos a engaño. Que nadie piense que ahora tenemos que ganar por goleada todos los partidos, jugando tranquilamente y barriendo a la gente. Eso no es así. Igual llega un día que empatamos en casa contra el último, pero habrá que seguir adelante. Me acuerdo que con el Elche, el año del ascenso, llegó a nuestra casa el Formentera y nos ganó 0-1. Te quiero decir que esto es fútbol. En Segunda B hay buenos equipos y va a ser difícil, pero no tenemos que verlo con angustia sino con un reto muy bonito. De verdad.

"Ahora soy un futbolista diferente, con más experiencia"

P. Ha jugado en todas las categorías nacionales.

R. Sí, en Primera solo un partido. ¡Pero he jugado!

P. Fue en el Sánchez Pizjuán, ante el Sevilla, en la jornada última de la Liga 13-14.

R. No se me olvidará nunca. Fue de los días más felices de mi vida porque, además, se dio una circunstancia. Era la jornada 38 y en las anteriores 37 no fui ni convocado. Yo creo que eso no le ha pasado a nadie. Y en las 37 estaba disponible. Y fui porque en la jornada anterior habíamos salvado la categoría ante el Barcelona, que si no igual ni voy. Pero el caso es que jugué. Y no sé si lo hice bien o mal, que para mí estuve bien, pero sí te puedo decir que disfruté totalmente de ese día. Cuando vi el campo lleno, que estaban eufóricos porque habían ganado la Europa League, con El Arrebato cantando el himno... Vamos, que a mí eso no se me olvida. Los minutos que estuve en el campo los disfruté y me vi hasta bien.

P. El entrenador, Escribá, le quitó en el minuto 72 para sacar al ghanés Boakye. En ese mismo minuto, Unai Emery sustituyó a José Antonio Reyes por Ivan Rakitic.

R. Y yo me llevé de recuerdo su camiseta.

P. ¿La de Rakitic?

R. Sí. Yo tenía un compañero, Miroslav Stevanovic, que era compañero suyo de selección y le dije que a ver si le podía pedir la camiseta para mí. La verdad es que ese año no jugué, pero tengo buenas camisetas de recuerdo. Tengo la de Sergio Ramos, la de Villa, la de Griezmann, la de Dennis Suárez, la de Vietto, la de Pinto... Mira, es lo que me llevo. Seguramente dentro de los años lo veré con otra perpectiva. No es fácil llegar a Primera. Pero, la verdad, es que mi sensación no era de ser jugador de Primera. Yo no me sentía jugador de Primera porque eso es jugar, no entrenar. Jugué un partido de Liga solamente y también otro de Copa. Es duro, muy duro. Y ese fue el año que me llamaron para volver aquí. El año en el que ascendió el Córdoba. Fíjate lo que es la vida.

"Me llamó Crispi y estuve a punto de debutar en Segunda. Es más, la semana en la que iba a hacerlo... lo echaron"

P. Dentro de poco volverá a jugar un partido oficial en El Arcángel. La última vez fue un 2-0 en 2011 contra Las Palmas, el rival el día que el Córdoba ascendió a Primera y el del día en que descendió a Segunda B.

R. Será contra el Rayo Vallecano. No me he parado a visualizarlo ni a pensarlo. Como dice el míster, pensar es malo y pensar mucho es muy malo. Si te soy sincero, cuando se se acerque el partido seguramente podré imaginar algo, aunque ahora es pretemporada y se mira algo menos. Cuando llegue la competición de Liga será distinto. Yo trato de llevar las cosas con la mayor normalidad posible, porque así rindes mejor. No me quiero autopresionar.

P. Al final, la madurez es eso.

R. Exacto, se trata de sacar partido de tu experiencia para dominar la situación. Con los partidos y los años se puede conseguir. Yo creo que así voy a rendir mejor y eso será también bueno para el Córdoba.

P. ¿Qué tipo de jugador es ahora Javi Flores?

R. De extremo ya no me van a ver. Y mira que el año del ascenso del Córdoba lo jugué casi todo de extremo. Ahora soy más un mediocentro ofensivo. Cuando empecé a jugar era un futbolista rápido. Después, de partir de las lesiones, pues he cambiado y soy más de asociarme, de último pase, de darle salida al balón... Me gusta desatascar el juego, aparecer en zonas donde le pueda hacer daño al equipo contrario. Tengo que hacer el máximo número de goles porque si no el míster me va a matar. Me ha dicho que me tengo que meter muchos.

"Que nadie piense que ahora tenemos que ganar por goleada todos los partidos, jugando tranquilamente y barriendo a la gente"

P. Lo que se dice goleador, nunca lo ha sido.

R. Pues voy a tener que serlo.

P. ¿El balón parado?

R. Desde el lado derecho los estoy sacando en estos partidos que llevamos, junto a Miguel (De las Cuevas). Al final, eso se verá durante el año quién tiene mejores sensaciones. No es algo que tenga yo obsesiòn de sacar faltas ni córners. Si lo dice el míster, lo hago. Lo que si me obsesiona, y lo digo en el sentido de que tendré que ir con decisión a por ellos, es hacer goles. Eso igual es algo que me falta.

P. En su último año en el Córdoba en Segunda B había gente para hacer goles de sobra. Estaban Javi Moreno, Asen, Arteaga, Julio Pineda, Guzmán...

R. Hay años en los que tienes muchos futbolistas que metes goles y en otros hay menos. Al final, la mayor parte los colarán los delanteros, pero los hombres de segunda línea deberíamos de meter siete u ucho.

P. ¿Cómo lleva la familia lo del traslado a Córdoba?

R. La niña ya estuvo conmigo el día de la presentación y luego estuve con mi mujer aquí en el estadio echándonos fotos. En Elche vivía al lado del campo y cuando salía del colegio se venía al estadio y estaba allí, dando vueltas. Se metía en el gimnasio, conocía a todo el mundo. “Sancho, dame un plátano”, le decía al utillero. Para mí venir es un cambio importante aunque no lo parezca. Yo vengo a mi casa, pero que mi familia estaba allí y muy adaptada. Mi hija, aunque tenga cuatro años, tiene allí sus amigos y su colegio. Ahora es un cambio porque estábamos habituados a otro sitio.

"Sí, en Primera solo un partido. ¡Pero he jugado! Me llevé la camiseta de Rakitic"

P. Entiendo que ya quiere echar raíces aquí.

R. Sí, ya espero no moverme más aunque en el fútbol y en la vida nunca se sabe. Mi idea es quedarme. A ver: yo vengo a Córdoba y a mi casa, pero vengo a ascender de categoría y a asentar al equipo en Segunda. Quiero ayudar a que eso se consiga. Y que eso lleve la estabilidad al Córdoba. Yo no tenía por qué cambiar mi vida. Cualquiera puede pensar: Javi, 33 años, su casa, tres años de contrato y le importa un pepino todo. No, no, no. ¡Que yo no vengo a eso! Para mí, el venir aquí es un reto personal mío. Volver, en este momento tan delicado, es una decisión importante.

P. Se la está jugando.

R. Yo no me paro a pensar si me la estoy jugando. Yo pienso en que hay ingredientes para hacer un año de la hostia, disfrutar y devolver al equipo a Segunda. Yo no pienso en que vaya responsabilidad, en que si no juego bien vaya la que me va a caer... Si me pongo a pensar esas cosas es cuando no voy a jugar bien. Ni juego bien, ni disfruto... Yo vengo a ayudar al Córdoba y a ascender. Con toda la tranquilidad del mundo. Es que nos nos queda otra. Y todo el que entra por esa puerta del vestuario sabe lo que hay. A eso hay que acostumbrarse. Y el que no es acostumbre, no juega o no rinde como tiene que hacerlo porque va presionado. Eso es así.

"Yo no me paro a pensar si me la estoy jugando"

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