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F. Javier Gutiérrez: “Desde pequeñito quería hacer cine en Hollywood”

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Marta Jiménez

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F. Javier Gutiérrez abre la boca sorprendido al entrar en el C3A. Cordópolis cita allí al director cordobés que ha puesto una pica de terror en Hollywood, quien alucina con un espacio que bien podría servir de localización para alguna de sus películas. Esta semana que hoy termina Gutiérrez ha estrenado en Estados Unidos -por fin- la primera película que ha dirigido en la meca del cine, Rings, un nuevo capítulo de la saga de terror que llegará a las salas españolas el próximo viernes con el nombre de Señales.

Aunque el primer largo del director, rodado en España, es del año 2008. Se llamó 3 días y vino tras el éxito de un corto llamado Brasil. 3 días fue producida por los andaluces Antonio Pérez y Antonio Banderas, y no solo ganó la Biznaga de Oro en el Festival de Málaga y pasó por la Berlinale, sino que puso al director bajo el radar de Hollywood. El poderío visual de este cuento apocalíptico llegó hasta el olfato del productor Edward Pressman, habitual de Oliver Stone y Brian de Palma, quien descubrió a un joven director europeo que rodaba al modo de Hollywood, lo invitó a hacer las maletas y a mudarse de Andalucía a California.

Ocho años después de aquella película y tras algún proyecto que aún no han levantado el vuelo -el más famoso, la nueva versión de El cuervo- el director ha tenido por fin la oportunidad de saber cómo es hacer una película en Hollywood con un gran estudio como Paramount.

En medio de la intensa promoción de Rings, horas antes de coger un vuelo a Miami, Javier posa para las fotos y atiende la charla a la que el lector ahora se asoma, unos días antes de que el director vuelva a España a la premiere de su película en Madrid. Aunque su verdadera ilusión es acabar de nuevo en Córdoba viendo Rings con sus amigos en El Tablero.

P. ¿No te parece increíble este lugar?

R. Es genial. Estuve localizando para El cuervo durante dos años y estuve buscando estéticas de hormigón. Cuando he visto esto he dicho, mmmmmmm, yo no sabía ni que estaba aquí esto, es que ha estado cerrado, ¿no?

P. Sí demasiado tiempo. Y como curiosidad te contaré que lo que ha costado este edificio está cerca del presupuesto de Rings [30 millones de euros/ 30 millones de dólares]

R. Fíjate, hombre, esto al menos queda aquí (risas) y da muy buena impresión para Córdoba este edificio. Pero mal aprovechado, tenían que haber invertido en cine... es broma. Qué fuerte, menuda cantidad y lo que en Hollywood se gastan en publicidad, aunque luego menos mal que le sacan rentabilidad. Es una industria que tienen muy bien preparada, pero es alucinante la maquinaria. Cuando llegas allí tras rodar películas de dos o tres millones y ves cómo funciona, todo el presupuesto con el que cuentas… es impactante. El gran contraste es pasar de tener un set con muy poca gente a tener un set con cuatrocientas personas, camiones… tienes que buscar la localización no solo por principios estéticos sino donde puedas aparcar un montón de trailers.

El gran contraste es pasar de tener un set con muy poca gente a tener un set con cuatrocientas personas

P. ¿Y el sueño de rodar en Hollywood era para tanto?

R. Sí, desde pequeñito, cuando iba por la calle Alhaken y las amigas de mi madre me preguntaban qué quería ser, en vez de responder futbolista y querer jugar en el Manchester, yo decía quiero hacer cine y trabajar en Hollywood. Cuando acabé días (2008), estuve un tiempo pensando qué hacer, si seguir aquí. Me sentía bastante realizado porque había hecho la película con Antonio Pérez [productor de Maestranza Films], que me había dado mucha libertad y lo quiero mucho, volveré a trabajar con él aquí seguro, y ya sabía lo que era trabajar aquí y rodar algo muy de la tierra aunque muy universal también. Después de eso dije, tengo el camino de seguir por aquí, pero me voy a acomodar, porque tenía la posibilidad de hacer el siguiente proyecto de forma fácil, o aquel deseo que tenía desde pequeño de cómo sería hacer una película en la meca del cine y trabajar con estudios americanos, que era lo más llamativo. Dije, bueno, aprovechando el éxito que tuvo la peli en Berlín, tras el estreno en Los Ángeles y que la incluyeran en la lista de International Watch List, voy a aprovechar porque o hago la maleta ahora o si no me quedo aquí seguro, me va a dar pereza como he visto en otros compañeros. Sabía que iba a ser duro pero que si me lanzaba entonces iba a poder aguantar.

P. Y te fuiste para unos meses y llevas casi diez años.

R. ¿Diez? No qué horror. Llevo… a ver, me fui en 2009 y en 2010 me dieron la visa.

P. ¿Tu familia te apoyó entonces?

R. Pues, mi familia es muy antigua para estas cosas y les costó la transición, sobre todo en la época primera, con los cortometrajes de video, no entendían muy bien lo que era esto. Con Brasil y los premios de Sitges ya lo entendieron un poco más y con 3 días vinieron a Berlín, vieron cómo funcionaba todo y vieron que era mi pasión y que estaba trabajando duro para esto. Les pareció un poco radical el cambio de terminar 3 días e irme a Los Ángeles, pero lo entendieron, me desearon suerte y me dijeron que aquí estaban para lo que necesitase. Vengo mucho a verlos a Córdoba y en verano a Fuengirola.

Aquí tenemos para hacer todo el cine que queramos, sea el cine que sea. Hay que preocuparse por la cultura que tenemos. Es nuestra identidad

P. ¿Han visto Rings ya?

R. No, que va porque hay mucho secretismo con la película, los estudios la guardan hasta el estreno porque hay mucha expectación. Hay mucha seguridad en un estudio, no sabes.

P. ¿Cómo llegó Samara Morgan [la protagonista de Rings] a tu vida?

R. (risas). Lo de Samara… desde que llegué allí tuve bastantes tentativas en proyectos de terror o de exorcismos y pasaba de todos porque tuve la locura, según mis agentes, y el aguante de decir que no y ha sido una buena jugada porque de algunas he visto el resultado en pantalla y son películas pasajeras. Llegar y hacer una película así hubiese sido lo fácil. Encontré el proyecto de El Cuervo, que me enamoró, con el productor Edward Pressman, productor original de Brian de Palma u Oliver Stone, un conocido cazatalentos de Hollywood que me contactó cuando vio Brasil y ahora es amigo. Bueno pues estaba liado con El Cuervo, un proyecto que da para siete entrevistas y del que sigo siendo productor ejecutivo, aunque ahora han cambiado de estudio, y recibí una llamada de Walter Parkes, productor de Rings, en un parón del proyecto. A él y a la productora Laurie MacDonald les gustó mucho 3 días, eran muy fans, y querían contar conmigo porque tenían el proyecto desde hacía tiempo, seis años, y querían a alguien con visión personal. Y yo, aunque estaba intentado evitar películas de terror de consumo rápido, me atrajo la idea de hacerla porque yo era muy fan de la saga y de la versión original japonesa. Y además, parece que me tiran los proyectos malditos y ya que había levantado El Cuervo, pensaron que también podría desbloquear Rings. Dije que me encanta la película de Gore Verbinski [ The Ring. La señal, 2002] y que si íbamos en esa línea todo iría bien. Hablaron con Paramount, llegamos todos a un acuerdo y nos pusimos manos a la obra. Se contrató a Akiva Goldsman, guionista de Una mente maravillosa, que fue una gozada trabajar con él y comenzamos el proceso.

Aunque estaba intentando evitar películas de terror de consumo rápido, me atrajo la idea de Rings porque yo era muy fan de la saga

P. Has insistido mucho en Twitter que esta película iba a ser diferente, que no sería una continuación, ya que la historia tiene lugar trece años después de la primera película.

R. Creo que la peli es muy diferente a The Ring, la original. Ha sido muy complicado mantener el equilibrio y aportar cosas nuevas respetando el esquema de la antigua, algo que siempre pasa en las franquicias. Tenemos elementos nuevos, exigidos por el guión, con un reparto joven en el que al final no entró Naomi Watts para empezar de cero. Respetamos la primera y algo la segunda, aunque dentro de las americanas yo soy más de The Ring one. Queríamos mantener la estructura, las bases pero actualizar un poco con reparto diferente y tramas nuevas que queríamos explorar. Ese balance es lo complicado siempre en una franquicia de culto. Tienes que hacer una película que satisfaga a los fans de la primera, que ahora tendrán alrededor de cuarenta años, y a la gente joven que no tiene ni idea de esa película o les pareció lenta y muy atmosférica porque tienen otro ritmo. Combinar esos dos elementos es la clave de relanzar una franquicia bien. Un proceso que Hollywood sabe muy bien y creo que hemos hecho una buena combinación. Mantenemos momentos de atmósfera de la primera, yo, en los márgenes que me ha dejado el estudio, he podido cuidarla visualmente y que tenga una luz, encuadres y cierto gusto a la hora de rodar que creo que el equipo con su cariño ha conseguido, algo que no es típico del cine de terror de consumo rápido. Hay ideas nuevas que son, como dicen allí out of the box, esto son nuevas giros de guión y elementos originales que hacen que no sepas hacia donde va a ir la historia, que es algo que el público joven va a agradecer y el público de la primera también agradecerá, el respeto a las bases del primer Ring y algún guiño oculto que hay con una especie de nostalgia hacia la primera.

P. ¿Te dio mucho vértigo enfrentarte a un icono del cine de terror como es Samara?

R. Pues como pasé dos años con El cuervo, aprendí mucho a trabajar con ese nivel de responsabilidad, con la presión de los fans… en El Cuervo lo logré armonizar muy bien, traer de vuelta al creador original, James O’Barr y sobre el papel, esta versión de El Cuervo tiene la esencia de la original. Pues de la misma manera, en Rings he intentado hacer un poco lo mismo. Noté la presión y como fan también estaría hipercrítico con a ver qué hacen, pero he tenido el mejor equipo que puedes tener, gente increíble. La banda sonora está producida por Hans Zimmer, con piezas de grandes músicos, he tenido el privilegio de trabajar con el montador de Robert Zemeckis, y con Steve Malkovich, que es de la antigua escuela y montó una de mis películas favoritas de la infancia, Gran golpe en la pequeña China, es un gran especialista en cine de acción. He trabajado con Rick Baker y con su discípulo más brillante para el maquillaje y los efectos. Cierro los ojos, pienso en el equipo y sonrío un poco porque todo eso me recuerda a Gore Verbinski.

Tienes que hacer una película que satisfaga a los fans de la primera, que ahora tendrán alrededor de cuarenta años, y a la gente joven que no tiene ni idea de esa película

P. Y los actores [Alex Roe como protagonista, junto a Matilda Lutz] ¿cómo se han portado? Existe cierta expectación por ver a Johnny Galecki -Leonard en la serie The Big Bang Theory- en una película de terror.

R. Muy bien. Los actores protagonistas son jóvenes y Matilda es lo primero que hace grande en Estados Unidos. Me gusta barrer para casa y son actores europeos, Matilda italiana y Axel británico. También tengo una actriz francesa que sale en el prólogo y que los que vean American Horror History la van a reconocer porque es uno de los personajes clave de la serie. Es un equipo muy ecléctico. Alex y Matilda son geniales para trabajar, lo dan todo. Johnny, Leonard, ha hecho un esfuerzo increíble en la película para que la gente olvide que viene de Big Bang Theory. Su personaje es un poco ambiguo, tiene ironía y sarcasmo pero no es gracioso, no hemos querido hacer un punto de comedia con él. Le hemos sacado el otro lado, es muy diferente hasta su cara, que tiene un toque diferente y hará que mucha gente no lo reconozca. Es muy versátil. Luego está Vincent D’onofrio, trabajar con él es un privilegio, una presencia increíble que te da muchas opciones. Es muy perfeccionista y muy generoso también.

P. ¿Se estrenará Rings en Japón?

R. Sí, eso espero, me llegan tweets en japonés (risas), así que allí deben estar esperando. Ahora estoy con la gira en EE. UU. No sé si has visto la campaña viral esta que hemos hecho, que es muy gracioso y está inspirado en las campañas virales de Japón, hechas con cámara oculta. En occidente ha funcionado increíble, doscientos millones de visitas en dos días. Hemos batido todos los récords, hemos superado a Blade Runner, Fast and furious...

En los márgenes que me ha dejado el estudio, he podido cuidar la película visualmente, que tenga una luz, encuadres y cierto gusto a la hora de rodar

P. Has nombrado mucho The Crow, El cuervo, en esta conversación. Qué halo negro sigue teniendo esa historia...

R. Sí, qué pena, es una película que tiene mucho corazón y mucho dolor también. Creo que el karma de la peli se arregló en el momento que James O’Barr apareció en el proyecto y me siento orgulloso de haber rescatado al autor del cómic y de que se una a la aventura. Pero es una película que por mil diferentes motivos siempre ha tenido problemas. Ha tenido crisis económicas cuando ya lo había dejado yo como director, pero la peli sigue adelante con Corin Hardy como director, al que le hice la transición y que está luchando ahora en una nueva etapa con un grupo financiero detrás. Cuentan con mi apoyo en todo y al final las cosas salen. Las pelis de Hollywood tardan mucho y tienen muchos viajes de un lado para otro.

P. También bailaban los derechos de 3 días para hacer una versión americana. Llegó a haber conversaciones con Antonio Pérez, el productor español, por parte de Wes Craven y Sam Reimi…

R. Qué pena que muriese Wes, lo iba a invitar al estreno de Rings, fíjate. Era gran amigo y él fue el que me firmó la visa cuando llegué a Estados Unidos. Le encantaba la película pero no se llegó a un acuerdo legal y económico. Los derechos siguen libres y a lo mejor sale en algún momento y allí la conoce todo el mundo de los estudios, ha estado under the radar, como dicen allí, y se han interesado productores muy conocidos. Hasta cierto punto me haría ilusión si la hacen con el cariño y la frescura con la que Wes la iba a producir.

P. ¿Quién te gustaría que la dirigiera?

R. Uf, pues a ver, no sé, es complicado. Es que lo que pasa con 3 días es que tiene una parte de autor que no la puede hacer todo el mundo. No estaría mal que Cronenberg hiciese el remake porque tiene una parte más psicológica que él podría explotar muy bien.

No estaría mal que Cronenberg hiciese el remake de 3 días porque tiene una parte más psicológica que él podría explotar muy bien

P. Y la pregunta del millón ¿seguirás haciendo cine en Hollywood?

R. Voy a alternar, es lo que toca también. Yo soy mucho de venir aquí, me encanta mi tierra, soy súper cordobés, aunque me gusta Madrid también mucho y Málaga. Se echa mucho de menos allí esta tierra, con una  cultura muy diferente. Aquí hay un talentazo y lo reivindico siempre que estoy allí, los pedazo de actores que tenemos aquí, los técnicos, que ahora lo puedo decir porque he trabajado en Hollywood, están a un nivel como los de allí, aquí hay muchas ideas y muchas localizaciones increíbles, que pones la cámara en el sitio que caiga y es rico en detalles y profundidad. Yo piso España desde que aterrizo en el avión, paseo por una calle de Madrid o me bajo en Córdoba del AVE, miro a mi alrededor y se me ocurren dos mil millones de ideas donde poner la cámara, qué ambiente rodar, qué personajes, ya sea la vía del AVE o el bar El Correo. Esa riqueza de matices no la tienes en Los Ángeles. Tienen otras cosas que está muy bien y que ya están muy explotadas por el cine americano. Por eso me gusta la idea de alternar y rodar cosas muy nuestras, de nuestra cultura y con nuestros técnicos. Aquí se pueden hacer productos muy buenos e incluso con factura americana si se quiere. Así que voy a intentar trabajar entre Los Ángeles y España.

P. ¿Existe algún proyecto concreto ya?

R. En España estoy barajando cosas, tengo conversaciones con varios productores, con mi amigo Antonio Pérez principalmente, al que quiero mucho porque tuvo el valor de apostar por 3 días y confía mucho en mí. En Estados Unidos se anunciará en breve, muy en breve, una nueva película grandecita, de presupuesto holgado (risas), pero para mi alma interior necesito venir aquí no solo por mi familia, amigos, Córdoba y las tapas, sino trabajar aquí con gente que quiero y admiro. Tengo que volver.

Yo piso España, miro a mi alrededor y se me ocurren dos mil millones de ideas donde poner la cámara

P. De hecho, compañeros realizadores como Rodrigo Cortés con Buried (Enterrado), Juan Antonio Bayona con Lo imposible y Un monstruo viene a verme o Juan Carlos Fresnadillo con Intruders han optado por la producción nacional rodando en inglés y con estrellas internacionales. Hasta Fernando León lo hizo con A perfect day.

R. Eso también funciona, porque tiene la parte buena y cómoda para el director de rodar en casa y la parte de proyección de rodar con actores que son visibles y reconocibles para los mercados de fuera. Es un poco arriesgado porque puede salir mal y no tienes la fuerza del marketing de un súper estudio. El otro día pasé por 100 montaditos y tienen un menú Rings, imagínate (risas), tendré que ir a probarlo o a La Caixa, que también tienen alguna promo. Ese tipo de campaña, de fuerza, de que se estrene en todos los países a la vez… Ese trabajo de distribución y marketing te alegra como director, que tu trabajo se vea que es lo que todos queremos. La libertad es lo que das a cambio, nada es perfecto. Como creador y autor es diferente porque tienes que seguir los patrones de la industria y los gustos americanos, que te das cuenta de lo diferente que es esa cultura cuando estás dentro. Lo de rodar aquí con actores extranjeros, que ya conozco a muchos, me encantaría y muchos se vendrían a rodar algo personal mío. Es una tentación, así que cuando tenga algo en inglés intentaré hacerlo aquí con reparto internacional. Aunque también me tira mucho volver a rodar en español y con actorazos que tenemos aquí y con temas nuestros, que a mí me llena mucho aparte de hacer películas más comerciales. Es una necesidad que tengo.

P. ¿Te gustaría rodar una serie?

R. Yo no soy muy de series, fíjate. Nunca me ha interesado y me han ofrecido hacer series en Estados Unidos. Nunca diré de este agua no beberé porque vi Strangers Things y me gustó mucho, además, conozco a mucha gente que trabaja en la serie y tiene mucha nostalgia de los Goonies y E.T., me dio muy buen rollo, pero no soy muy de dirigir series a no ser que sea algo especial. Las series interminables con trescientas temporadas no las veo, me siento y no tengo paciencia. Estoy mirando para producir cosas, supervisar algo que no dirija pero que creativamente me llene, pero no es una cosa que a priori quiera hacer, lo de dirigir una serie. Respeto mucho el cine de toda la vida, una película como una obra y las series se diluyen mucho. Para mí la mayoría, y sin faltar al respeto, son cosa de consumo rápido de una moda que luego no sé, lo pierdes en la vorágine de miles de series. No lo veo especial para mí, además pondría el mismo interés en una serie que en una película, me dejo el corazón y ya que hago ese esfuerzo, prefiero que sea en una obra que empieza y acaba y no un episodio.

El otro día pasé por 100 montaditos y tienen un menú Rings, imagínate (risas), tendré que ir a probarlo

P. En cuanto a clima, paisaje y vegetación California debe ser muy parecido a Andalucía.

R. Pues sí, tiene partes que me recuerdan un poquito. Hay una zona de Santa Mónica, en la playa, con unos apartamentos que me recuerdan a Málaga y a veces voy por allí a darme una vuelta porque tengo una nostalgia...

P. Una vez me dijo Benito Zambrano en una entrevista que si fuera por talento, Andalucía sería como las colinas de Hollywood. Qué pena que seamos incapaces de consolidar una industria audiovisual.

R. Es verdad. No tengo la respuesta de por qué no hay industria aquí y eso que están Antonio Pérez y Antonio Banderas, esos quijotes que produjeron 3 días, por ejemplo. Banderas no para de poner la carne en el asador, de lanzarse y de hacer locuras, que es lo que hacen allí también, el cine es un poco así. Los famosos hermanos Wenstein [poderosos productores de Hollywood, creadores y ex propietarios de Miramax], con los que he hecho alguna película y he estado en proyectos, también son de lanzarse y pegársela algunas veces. Aquí en España tampoco el público y las instituciones hacen mucho por su cine. Creo que ahora va a salir una Ley del Cine en Andalucía, algo que me parece increíble, porque aquí tenemos para hacer todo el cine que queramos, sea el cine que sea. Hay que preocuparse por la cultura que tenemos. Es nuestra identidad. Aunque L.A. es un poco agobiante porque todo el mundo se dedica al cine, ojalá no lleguemos a esa locura, pero esto es una rueda que genera mucho dinero y mucho trabajo. Cuando empiezas a cuidar la rueda, habiendo talento y buenas piezas, inyectando un poco de entusiasmo y voluntad puede ser la solución para conformar una industria.

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