Antonio Maíllo: “En política se está mucho en el corto plazo. Me irrita”
Hace apenas tres horas, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha hecho público un sondeo sobre el resultado electoral previsto para las elecciones al Parlamento de Andalucía del domingo 22, que arroja muchos titulares. Uno de ellos es que Izquierda Unida pierde la mitad del apoyo en número de parlamentarios que recibió en marzo de 2012. Con la encuesta tan reciente, el coordinador regional de IU y candidato de la formación a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Antonio Maíllo (Lucena, 1966) se encuentra con CORDÓPOLIS en una mesa de la plaza de la Corredera. Es jueves.
Es una de las primeras tardes de 2015 en las que se está bien al sol. Junto a la mesa en la que se desarrolla la entrevista, unos niños juegan al fútbol entre gritos. Algo más lejos, alguien toca una guitarra flamenca. Los camareros van y vienen sirviendo café para los ciudadanos que buscan el sol después de meses de un riguroso invierno. Mientras Antonio Maíllo responde, un ciudadano aguarda, paciente, a que concluya la casi una hora que dura. Quiere preguntarle unas dudas al candidato de IU sobre la reforma del artículo 135 de la Constitución Española. Maíllo le resuelve las dudas, una vez que acaba una extensa entrevista al sol de la Corredera.
PREGUNTA. ¿Cree en las encuestas?
RESPUESTA. Las encuestas indican que hay partido. Las encuestas dicen que hay un 41% de indecisos, por tanto hay un partido que empieza hoy y que acaba el día 22 a las ocho de la tarde. El partido está abierto y nosotros estamos convencidos de que lo único que nos queda es crecer. Lo digo un poco por referencia histórica. Hace tres años, si las encuestas se hubieran cumplido, habría gobernado el PP.
P. ¿La encuesta del CIS en 2012 daba mayoría absoluta para el PP?
R. Le daba absoluta al PP, a nosotros seis, y sacamos 11,53%. O sea, que hay partido.
P. De todas formas...
R. Hay partido y el CIS no tiene nada que ver, pero me preocupan algunas encuestas donde no se está preguntado por IU. Nos han llegado amigos y compañeros que se han sorprendido como les han preguntado en sondeos electorales y no les han contemplado la posibilidad de votar a IU. Y ellos han dicho que querían hacerlo. Le digo cuáles son: un sondeo de Mediaset y otro de Sigma Dos.
Me preocupan algunas encuestas donde no se está preguntado por IU
P. Pero el del CIS, ¿no?
R. No, no, no. El del CIS, no.
P. No obstante, los sondeos sí que marcan una tendencia.
R. Marcan una tendencia y generan opinión. Nosotros estamos acostumbrados. Después, las encuestas nunca aciertan. En el caso del CIS hay dos cosas: Una, 41% de indecisión; y dos, un reconocimiento de la propia encuesta de que la proyección de voto se hace con unos entrevistados limitados y con unas variables que si fueran otras saldría otra proyección. Por tanto, lo sustantivo es que hay partido, hay porosidad, está abierto el debate, va a ser muy importante la campaña electoral y si a nosotros se nos da espacio para explicar las propuestas que tenemos estoy convencido que no nos queda nada más que crecer.
Si a nosotros se nos da espacio para explicar las propuestas que tenemos estoy convencido que no nos queda nada más que crecer
P. El domingo pasado 'El País' publicó una encuesta de Metroscopia con un dato que a mí me sorprendió mucho: un 60% de los andaluces desconocían que IU había estado en el gobierno de la Junta en un pacto con el PSOE.
R. En esa encuesta por ejemplo, fíjese: ¿cómo se puede proyectar sobre 60 encuestas que se hicieron en la provincia de Huelva? Ese tipo de dato, lo que demuestra es como a veces en el debate político se produce una especie de teoría del remolino. Se la voy a explicar: es una teoría en la cual parece que hay un sector de la población vive en un remolino, y se cree que todo el mar es un remolino. Pero apenas a unos metros de ese remolino, el agua está calmada y hay un pescador tranquilamente con su caña. Creo que eso se asemeja a la realidad. Hay una cierta deformación que te da el debate político proyectando con un carácter totalizador lo que a lo mejor después es un solo un porcentaje de población que está en la pomada. Esa teoría me llamó la atención cuando yo entré como coordinador regional de IU. Y esos datos que usted expone son un poco eso: la sociedad es más poliédrica y tiene constataciones en las carencias de como explicar las propuestas, o que llegue toda la realidad y la complejidad de la política, y también en cómo está asentado todavía mucho imaginario tras estos años.
Hay gente que todavía identifica a la Junta de Andalucía con el PSOE
P. ¿A qué imaginario se refiere?
R. Por ejemplo, hay gente que todavía identifica a la Junta de Andalucía con el PSOE. Por que han estado gobernando 36 años. Ese imaginario se superpone a veces a las realidades.
Solo se equivoca quien se moja
P. Pero eso debería ser para lo bueno y para lo malo. Y ahora parece que no se está notando tanto lo malo.
R. Vamos a ver el 22 de marzo. Vamos a ver. Hay una situación muy complicada en cuanto a que nosotros asumimos un compromiso de gobierno en el peor momento y cuando era más atractivo no haberse mojado. Eso es indudable. Solo se equivoca quien se moja. Pero las cosas que hemos hecho han valido la pena. Si no llegamos a estar nosotros no se hacen. En política de vivienda, 6.000 desahucios que hemos evitado. Una política de transparencia, como no ha habido nunca. Desde el primer minuto hasta el último que ha estado IU en el gobierno no ha habido corrupción. Y con toda humildad, es una constatación de un hecho. Y hemos evitado que se hagan prácticas que eran terribles. ¿Que no se ha evitado todo? Evidentemente. Nosotros apostamos ahora por que hemos pasado hace tres años de conjurar el gobierno del PP, donde por cierto si se llegan a cumplir las encuestas Javier Arenas sería el presidente y Moreno Bonilla el consejero de Asuntos Sociales. Y un amigo de Bárcenas el consejero de Obras Públicas, no le quepa la menor duda. Eso está conjurado. La clave está en qué grado y qué políticas de izquierdas se pueden hacer en Andalucía. Mire, IU es la única opción que es de izquierdas, que hace políticas de izquierdas y que tiene capacidad para transformar. Tenemos un proyecto de transformación para Andalucía, sentimos que tenemos capacidad para llevarlo a cabo. Necesitamos de una población movilizadora que esté con su gobierno en la lucha contra los poderosos. Y vale la pena luchar por eso.
IU es la única opción que es de izquierdas
P. Insisto. Es como si la gente no se hubiera enterado que IU ha estado en el gobierno.
R. Vamos a ver. Usted lo sabe perfectamente. Hay gente que lo sabe y gente que no.
P. Tiene que ser frustrante.
R. Es verdad que uno no consigue siempre todos los objetivos que pretende. Estamos hablando de una Andalucía de ocho millones y medio de habitantes. Y con esa reflexión que yo le hacía, donde es muy variable. Hay una previsión de voto y debemos incentivar a que haya más. La previsión que hay es que haya un 66% de participación. Tenemos que aspirar a que se vote más. Por tanto, nunca es satisfactorio que haya gente que no conozca toda la complejidad de la realidad andaluza.
P. El día que se adelantaron las elecciones, el día en que se rompió el pacto de gobierno...
R. El día que rompieron el pacto de gobierno.
Se está mucho en el corto plazo en la política. Me irrita
P. El día en que Susana Díaz dijo que se rompió el pacto de gobierno, no sé si sintió alivio por que por fin había una fecha en el calendario o decepción por la salida de IU del gobierno.
R. Lo que sentí es que había una hoja de ruta que tenía predefinida la presidenta de la Junta de Andalucía, la señora Díaz. Y una vez que se analizó lo que sí hemos evidenciado por nuestra parte es que la sociedad andaluza no se ha creído que hubiese motivos suficientes. Ahora, dicho esto lo que hay es ganas de debate político. Nosotros tenemos un reto, que es trasladar a todos los sectores de izquierdas y progresistas nuestro mensaje, programa y propuestas. Somos gente de lucha, de trabajo y de arremangarnos. Creo que somos gente bastante honesta. Muy rigurosos en cuanto al cuidado de la gestión de la administración pública. Y le damos un mensaje a la gente para que nos den fuerza para seguir determinando e influyendo, y seguir marcando la agenda de la salida de la crisis. Creemos que ante problemas estructurales, hay que dar soluciones y salidas estructurales. Y semillas para un desarrollo de Andalucía que trascienda una sola legislatura. Te hago una reflexión como ciudadano: se está mucho en el corto plazo en la política. Me irrita. Quiero una política que trate a la gente como inteligentes, en la que se sabe que hay medidas cuya repercusión tiene un largo recorrido. En este estadío de democracia avanzada que reivindicamos y con la politización de estos últimos años, hay que reivindicar una oportunidad para realizar políticas que no tienen el impacto de un anuncio en un diario. Hacer una banca pública es diseñar un modelo financiero diferente. No solo con la banca pública, sino con las cooperativas de crédito agrícolas, las cajas de ahorro que quedan, la banca ética. Que permitan dar credibilidad a esa necesidad de crédito que es el primer requerimiento del tejido productivo de Andalucía. Hablar de una ley de agricultura en la que decidimos nada más y nada menos que proteger al productor para fortalecer la línea de distribución, eso es algo que trasciende a nuestro gobierno pero empiezan a marcar las líneas para que las cooperativas no se conformen solo con vender a granel el aceite, y que lo transformen y estimulen en procesos de transformación, para generar empleo y agroindustria. Eso tiene una línea de continuidad que si uno mira solo en corto plazo de una legislatura es de una absoluta miopía. Esa es la apuesta que hacemos: conjurado el peligro del PP para que no sea alternativa, el debate es qué políticas de izquierdas se pretende que se haga en Andalucía.
Conjurado el peligro del PP para que no sea alternativa, el debate es qué políticas de izquierdas se pretende que se haga en Andalucía
P. Hablando del corto plazo, Andalucía vive una situación de emergencia con un millón de personas en paro. ¿Me está planteando entonces que es difícil que ese millón de personas desempleadas en un corto plazo puedan encontrar una solución?
R. Vamos a ver. Decir que tú vas a resolver el paro de un millón de personas en dos años es tomarle el pelo a la gente.
Decir que tú vas a resolver el paro de un millón de personas en dos años es tomarle el pelo a la gente
P. Pero sí que hay muchas formaciones que lo prometen. El propio Alberto Garzón ha planteado la creación de un millón de empleos.
R. Un momento, un momento. A nivel federal. Estoy hablando del desarrollo de un modelo económico de Andalucía a largo plazo y después las medidas excepcionales para satisfacer la demanda de unos ingresos mínimos en las familias. Y eso no tiene que esperar al desarrollo de un nuevo modelo productivo. Tiene que tomarse con carácter emergente. Y ahí tenemos dos líneas: una, garantizar los servicios básicos, agua y luz para todos los ciudadanos; y dos, un ingreso mínimo garantizado, que es una reorganización de los recursos que ahora mismo se dedican a los programas de atención de emergencia y contra la exclusión. Es una medida emergente. Hablo de emergencia financiera, banca pública. Emergencia social, mínimos ingresos. Y una creación de empleo con programas vinculados al programa mínimo garantizado, que en Andalucía se introducirían con la actividad de recaudación fiscal, que se conseguirían con una reforma fiscal. Por eso tiene una dimensión que repercutiría en 200.000 empleos en una primera fase en Andalucía.
P. Volviendo al tema del paro...
R. Pero estamos hablando de empleos de entre 800 y 1.100 euros, que es un empleo para garantizar un trabajo con carácter urgente. Pero al mismo tiempo hay que garantizar un tejido productivo nuevo que reivindique el empleo de calidad y digno. Nosotros no vamos a renunciar a una sociedad que quiera un empleo digno y de calidad. Se está produciendo un enorme fraude en la explicación de los datos del paro. Es indignante. En dos años se ha mantenido el mismo número de horas de producción. ¿Cómo es posible que con el mismo número de horas haya 400.000 personas trabajando más? Por una sencilla razón, por que se está desguazando el empleo. Es decir, una persona se jubila y se sustituye por tres. Y donde se estaban ganando 1.500 euros, se sustituye por tres salarios de 500 euros a tiempo parcial, no fijo, y se cuenta como tres empleos creados. Es un auténtico fraude. Personalmente me indigna. Nosotros cambiaríamos los criterios estadísticos que generan una expectativa frustrante.
Se está produciendo un enorme fraude en la explicación de los datos del paro. Es indignante
P. Los datos del paro también dicen que la mitad de los desempleados ya no cobran prestación. Es dramático.
R. No, es una tragedia. Por eso hablamos del trabajo mínimo garantizado. Por que queremos reorganizar los recursos que ahora se dan para trabajos en especie, programas de ayuda a la alimentación, de ropa u otros complementos, para garantizar el ingreso. No puede ocurrir que haya ahora mismo 500.000 personas que no tienen ningún tipo de ingresos. Es una barbaridad.
No puede ocurrir que haya ahora mismo 500.000 personas que no tienen ningún tipo de ingresos. Es una barbaridad
P. Se está hablando poco de eso en campaña.
R. Nosotros tenemos dos objetivos en campaña: luchar contra el desempleo y contra la pobreza. Por eso nuestras propuestas son profundamente económicas. Es verdad que reivindicamos algo: en tiempos de crisis no se pueden perder derechos sociales. Y hay una regresión terrible que es la de perder derechos de la mujer, y en política de igualdad no lo podemos permitir. Nuestras propuestas son de carácter económico y social, por que son ante una emergencia de paro y de pobreza.
P. Segundo problema de los andaluces, la corrupción.
R. Sí.
P. Dice que durante los tres años que IU ha estado en la Junta ha sido un gobierno libre de corrupción.
R. Sí.
P. La operación Edu contra el fraude en los cursos de formación arranca el año pasado en la provincia de Málaga, con los primeros detenidos. Se refieren a expedientes de 2010 y 2011. El inicio de la operación policial se produce durante el mandato. Ustedes estaban dentro del gobierno y se plantearon distintas comisiones de investigación sobre los cursos de formación. Esas comisiones no se han llevado a cabo. ¿No fueron capaces de forzarlas? ¿No tenía IU la fuerza suficiente?
R. ¿Sabe lo que hicimos? Abrir los expedientes no de 2010 y 2011, sino desde 2007, que se habían cerrado supuestamente de manera satisfactoria con ayudas millonarias a entidades que no habían cumplido con sus actividades. Y contratamos a personal para dedicarse en exclusiva a la investigación de esos expedientes, se modificaron la aceptación de esas condiciones, se demostró que muchos eran fraudulentos, se ha solicitado la devolución de 20 millones de euros en la apertura de expedientes y obligamos al consejero de Educación a comparecer todos los meses en el Parlamento. Con el objetivo de saber todo lo que había. Tras tres comparecencias, dijimos que íbamos a evaluar la fiscalización estaba haciendo el consejero. Y decidimos que había tres preguntas que no había resuelto. Una, ¿con qué criterios se había exonerado a unas entidades y a otras no para la concesión de nuevas ayudas? Dos, ¿con qué criterio se habían concedido ayudas a unas y a otras no? Y la tercera, ¿por qué había tantas empresas vinculadas a gente del PSOE como beneficiarias? Cuando tras esas tres comparecencias no respondió satisfactoriamente, el siguiente paso fue pedir la comisión de investigación. Nunca la descartamos. Estando en el gobierno obligamos a algo que el PSOE no había hecho nunca. Nunca un gobierno ni de Andalucía ni del gobierno central ha abierto expedientes cerrados a siete años vista, reabriendo lo que se había concedido como satisfactorio, nunca se habían modificado esos expedientes y se había obligado a esas entidades a devolver el dinero. 20 millones de euros. Una vez que hemos hecho eso pedimos la comisión de investigación y también la relativa a proyectos vinculados a ayuntamientos del PP implicados con la ramificación del caso Bárcenas o Gurtel. ¿Cuál fue la respuesta de la señora Díaz? Adelantar las elecciones. Ha usado seis excusas para romper el gobierno y ninguna es buena. Y la menos buena es la que no explica: comisión de investigación.
Nunca un gobierno ni de Andalucía ni del gobierno central ha abierto expedientes cerrados a siete años vista
P. ¿Y vinculan el adelanto electoral a la solicitud de esa comisión de investigación?
R. Sin ninguna duda. Fue exigir el cumplimiento del programa vinculado a las propuestas más audaces, renta básica y banca pública para el cumplimiento, la ley de agricultura con el banco de tierras y el decreto para garantizar el agua y la luz, y la comisión de investigación. Y rompe el gobierno. Juzgue usted. Y hubo una comisión de investigación que nunca se había hecho en 17 años, que fue por los EREs, y hay gente que todavía piensa que no ha habido. Allí el PSOE y el PP votaron en contra de las conclusiones. Y la justicia está siguiendo el hilo de las conclusiones que nosotros propusimos.
P. ¿Cuántas leyes y medidas se firmaron en el pacto de gobierno que suscribieron PSOE e IU en 2012?
R. 28 leyes y 250 medidas.
P. ¿De esas 28 leyes y 250 medidas, cuántas se han cumplido en estos tres años?
R. La inmensa mayoría de las medidas pero muy pocas leyes. Entre otros casos por que el trámite legislativo de las leyes estaba ahora mismo en marcha. Y las leyes que quedaban eran para este semestre de 2015. No ha habido un desarrollo satisfactorio de las leyes, claro.
P. Por tanto, le hago una pregunta que no sé la cantidad de veces que se la habrán hecho ya. ¿IU se plantea volver a pactar con el PSOE?
R. Me lo han preguntado permanentemente. Nosotros tenemos que sacar conclusiones...
No se nos puede pedir la revolución con el 12% de los votos
P. Pero el ciudadano también tiene derecho a saber qué haría el partido al que le ha dado su voto después de las elecciones.
R. Nosotros abrir políticas de izquierdas. Y quien ha dicho que el Parlamento no es un espacio para incidir. Dependerá de la correlación de fuerzas. Lo que no se nos puede es pedir la revolución con el 12% de los votos. Quiero transformar Andalucía con el 30 y el 35% de los votos. Al ciudadano hay que ponerlo ante el espejo. Tenemos capacidad, tenemos proyecto. Se nos puede acusar de muchas cosas, pero no de ambigüedad. Y queremos banca pública para que un autónomo de Córdoba, un comerciante pueda tener una entidad financiera que le dé un crédito para lanzarse a un negocio. Y una cooperativa que sabe que tiene necesidades de mejorar la venta de sus productos y pueda hacerlo porque tiene financiación razonable, y no la que da ahora la banca privada. Queremos la renta básica. ¿Qué fuerza política quiere que la gente tenga un ingreso mínimo? Nos unimos para hacer leyes, para hacer realidad que la gente en exclusión tenga unos ingresos mínimos. Queremos que a nadie se le corte la luz. Vamos a hacer una propuesta legislativa para que se cumpla. Lo que queremos es abrir esas políticas. La señora Díaz ha roto el gobierno. Tendría que preguntarle a ella por que no quería hacer políticas de izquierdas. Nosotros demostramos que tenemos voluntad de hacerlas. Hay mucha gente a la que la ruptura le ha molestado por lo que significa de freno.
La señora Díaz ha roto el gobierno. Tendría que preguntarle a ella por que no quería hacer políticas de izquierdas
P. ¿Qué piensa del programa de Podemos?
R. No lo he leído todavía, pero por los titulares veo que me suena mucho a cosas que nosotros hemos defendido desde hace mucho tiempo.
P. Es un programa casi hermano del de IU.
R. Curioso, curioso. Pero créame que nosotros llevamos ya mucho tiempo con esto. Llevamos ya una trayectoria. Nos definimos como gente de izquierdas y tenemos bastante rigor en como nos planteamos las cosas. Hay una cosa en la que nuestros programas no se parecen mucho, que es en la propuesta que ellos tienen sobre la Cámara de Cuentas, que es un desbarajuste. Dar todo el poder a los magistrados y jueces, es decir, confundir la jurisdicción con la fiscalización me parece equivocado. Hay propuestas con las que me quedo un poco alucinado.
P. Pero más allá de algunos matices, ¿considera a Podemos un rival o un hermano?
R. Podemos, como otra organización, va a estar en disputa electoral. Y nosotros vamos a persuadir a la gente para que vote a IU, porque somos un proyecto bastante solvente, sólido, no somos neutrales ni estamos para serlo. Para nosotros no hay banqueros buenos, de verdad, ni ese tipo de mensajes que a mí me desconciertan mucho. Y tenemos un perfil clarísimo de política de izquierdas. Queremos cambiar las bases sociales y políticas de Andalucía.
Podemos, como otra organización, va a estar en disputa electoral. Y nosotros vamos a persuadir a la gente para que vote a IU
P. Podemos está recogiendo lo que ha crecido de la semilla sembrada por IU.
R. Vamos a ver el 22 de marzo qué pasa. Vamos a verlo. Creo que hay un espacio muy disputado y creo que nos vamos a llevar una sorpresa.
P. IU, Podemos, Ganemos son hijos de un mismo padre, que es Julio Anguita. ¿Se sienten un poco huérfanos?
R. Si usted me dice que hay un porcentaje importante de gente que no sabía lo del pacto, ya lo de Ganemos... pues bueno. Situémosnos en la dimensión justa de las cosas. Estamos en un momento de sacudida. No hay que verlo como algo negativo ni mucho menos. Creo que es una sacudida necesaria, de revulsivo, en una proyección de transformación de esta sociedad. Nosotros no es que nos apuntábamos a las posiciones de cambio, es que éramos la bandera que se enarbolaba contra la hegemonía neoliberal, que parecía hegemónico en esta tierra. Por tanto, están plasmándose las contradicciones de una sociedad contra las que nosotros siempre nos hemos mantenido firmes. La expresión de toda esta sacudida tiene una agitación que se está produciendo y vamos a ver cómo se configura de aquí a las municipales. Y con Julio, como siempre, aparte de tenerle un aprecio bastante intenso políticamente, tengo una relación muy fluida con él. Y con Julio nos sentimos referentes de una formación a la que él sigue perteneciendo y a la que sigue haciendo muchas aportaciones.
El PP en Córdoba ha hecho bueno hasta lo que hicimos menos bueno
P. Es importante Córdoba para la izquierda.
R. Córdoba es muy importante. Tiene un alto poder simbólico. Tenga en cuenta que el PP en Córdoba ha hecho bueno hasta lo que hicimos menos bueno, y sobre todo ha revalorizado lo que hicimos aquí. Es que Córdoba ha sido una ciudad en la que gracias a los gobiernos de IU hay un equilibrio entre el centro y los barrios como en ninguna otra capital de Andalucía, donde está todo muy centralizado. Aquí hay un equilibrio hecho a base de muchos años. La protección de empresas públicas... Aquí hay que reivindicar mucho los espacios que se hicieron con los cinco alcaldes que hemos tenido, cada uno en su estilo, evidentemente. Y con contradicciones. Pero Córdoba ha sido una ciudad en la que el gobierno del PP ha evidenciado negro sobre blanco las virtudes que hemos tenido durante tanto tiempo.
P. En la segunda entrevista que Cordópolis hizo, el rector de la universidad Loyola Andalucía nos dijo que “en Córdoba son conservadores hasta los comunistas”.
R. (Risas) ¡Guau!
P. Córdoba es una ciudad bastante más conservadora de lo que aparenta.
R. Córdoba apoyó a Pompeyo en la Guerra Civil de Roma.
P. (Risas) Ahora se han cumplido 2.050 años de aquello.
R. Córdoba apoyó a la parte más aristocrática. (Risas).
P. Y tuvo una república también durante el Califato.
R. (Risas) Y tuvo el Califato, y tuvo una república, y hubo un movimiento formidable en la Transición política y en el tardofranquismo de efervescencia democrática como en pocos sitios. Creo que la ciudad, que era compleja, tiene improntas. Hombre, ya no es Córdoba. A Andalucía vino el barroco y no se fue. En muchas ocasiones los movimientos reformistas de transformación han tenido dificultades, pero han existido. Y en Córdoba no hay que olvidar la historia reciente, que apuesta por un proceso de transformación de ciudad que no ha existido en otras.
En Córdoba no hay que olvidar la historia reciente, que apuesta por un proceso de transformación de ciudad que no ha existido en otras
P. Pero en cuanto a la economía es una ciudad arrasada.
R. Sí. Córdoba es una ciudad donde había un foco industrial extraordinario que se ha desmantelado con unas políticas generales que no son únicas aquí.
P. Europeas.
R. Totalmente. Maastricht supuso una nueva fase en la construcción europea de la desigualdad, la pobreza, la exclusión. Y de un Norte industrializado y un Sur condenado a ser tierra de camareros de alemanes. Fue hace 22 años cuando se decidió y ahora estamos viendo las consecuencias. Una de las causas fue el desmantelamiento industrial. Y el desmantelamiento industrial ha tenido como consecuencia la desmovilización de la izquierda. Eso es evidente. Y esa reflexión que hace el rector, es una reflexión curiosa, es curiosa.
P. ¿Sí?
R. Pero Córdoba tiene una cierta agitación. Creo que es como decía Gómez de la Serna todas las generalizaciones son falsas. Y las que decía Gómez de la Serna también. Las ciudades son poliédricas. Y Córdoba también lo es.
Las ciudades son poliédricas. Y Córdoba también lo es
P. Puede que esté empezando a serlo, pero se nota un pozo conservador importante. Hay temas tabú en esta ciudad.
R. ¿Por ejemplo?
P. Muchos relacionados con la iglesia lo siguen siendo.
R. Sin embargo, he visto una reflexión muy interesante sobre la Mezquita. Ha sido sana. Y conozco colectivos cristianos que distinguen perfectamente lo que es el debate cultural del debate religioso. Me ha parecido más sano de lo que quizás vosotros dentro habéis visto. Desde fuera hemos visto menos aristas.
P. ¿Cómo se ha visto desde fuera?
R. Como un debate en el que hay un sentimiento de identificación de la ciudad con la Mezquita que es hermoso. Hay poderes simbólicos que hacen ciudad. Mi madre va a la Mezquita a misa. Y a mí me parece formidable cuando ella me dice voy a misa a la Mezquita. Simboliza Córdoba. Es una cosa tremenda.
Hay un sentimiento de identificación de la ciudad con la Mezquita que es hermoso
P. Es una de las contradicciones cordobesas. Siempre se ha dicho que esta es la ciudad de las contradicciones.
R. O del sincretismo. Según como se vea. ¿Por qué no el sincretismo? ¿Por qué no reivindicamos que Andalucía igual que Córdoba, es Córdoba y es Andalucía por la suma de identidades? La Córdoba romana, la musulmana, la Córdoba cristiana. ¿Por qué no? Al final somos el producto de ese sincretismo.
P. Sí, sí. ¿Por qué?
R. Es que yo creo que lo somos. Lo que más me gusta de mi tierra, de Andalucía, que como andaluz también soy crítico, es que nosotros nos sentimos cómodos con la pluriidentidad. Y eso es precisamente la no identidad excluyente. Ese es nuestro mejor patrimonio. Andalucía es la Úbeda renacentista, la Córdoba judeocristiana y musulmana, la Sevilla de León el Africano, de Almutamid. En esa suma de identidades nos sentimos muy cómodos. Y a mí me parece que eso forma parte de una sociedad que tiene grandes dosis de tolerancia. Después, como en las familias, en fin. Pero fuera que no nos la toquen.
P. ¿Pero esa tolerancia la ha visto usted en el debate de la Mezquita? Yo estoy viendo posiciones muy enrocadas.
R. No, no. Vamos a ver. Hay una posición muy enrocada del Cabildo. Pero usted habla con sectores cristianos y católicos y saben perfectamente distinguir. Yo soy cordobés, vale, y ahora decimos Mezquita Catedral. Pero popularmente siempre hemos hablado de la Mezquita. Y no pasaba nada.
Yo soy cordobés, vale, y ahora decimos Mezquita Catedral. Pero popularmente siempre hemos hablado de la Mezquita. Y no pasaba nada
P. Lo de hablar ya de Mezquita Catedral puede que haya sido una victoria del Cabildo.
R. Sí, bueno. Si me da igual. Pero, popularmente, ¿qué se ha dicho? A mí me sale la Mezquita. La frase de mi madre es que me encanta.
P. Un compañero suyo, el secretario general del PCA, José Manuel Mariscal, dejó la puerta abierta a un rezo compartido.
R. Esto es un debate cultural. Es un debate de patrimonio de un edificio formidable que es totémico para la ciudad, con el que nos sentimos identificados mucha gente, no solo Córdoba. Estamos en un debate exclusivamente cultural.
P. Tras más de 30 años de autonomía parece que la identidad andaluza no acaba de cristalizar. En una comunidad autónoma con tantos localismos es como si no se hubiera articulado bien esa identidad de región.
R. Las ciudades son antes que los estados, y eso no hay que olvidarlo. Pero las ciudades fueron las que crearon Andalucía en el 28F. Fueron los ayuntamientos los que dieron el impulso. El 28 de febrero de 1980 se produce la consecución de un logro que se conquistó el 4 de diciembre de 1977 y donde ha habido un proceso, sobre todo a partir de la dimisión de Escuredo, de reduccionismo de lo que era el poder andaluz. IU siempre se ha situado en la reivindicación del poder andaluz y va a seguir haciéndolo. Todos los años convocamos una manifestación. Este año ha sido hermosísima. Había casi 30.000 personas en las calles de Sevilla. En una manifestación de la que no se hablaba en ninguna tertulia de televisión. Y fueron casi 30.000 personas inundando las calles de Sevilla y reivindicando el poder andaluz. Nosotros queremos seguir reivindicándolo. Estas elecciones queremos que sean un grito de reivindicación de la autonomía, para que se nos tenga en cuenta en el índice de población. Tenemos en torno a 65 hospitales en Andalucía en función de la población. Por tanto, el criterio para mantener una calidad de la sanidad tiene que estar en un modelo de financiación que tenga en cuenta a la población. Si nosotros abrimos el debate de reivindicación del poder andaluz, vamos a ganar mucho en Andalucía. El habla andaluza no existe. Existen las hablas andaluzas. Pero sí que en esa variedad está la identidad. Nosotros distinguimos el habla cordobesa de la de un almeriense o un gaditano, pero todos coincidimos en decir que son andaluzas. Un valenciano escucha a un cordobés, un almeriense o un gaditano y va a decir que son andaluces. Nos identificamos en la diversidad. Andalucía es mescolanza, y ahí es donde está la mayor parte de nuestra riqueza. Yo no soy muy patriota, en el sentido patriotero, pero ahí tenemos nuestra virtud.
Las ciudades son antes que los estados, y eso no hay que olvidarlo
P. Pero después de tantos años, parece que se ha hecho poco por esa identidad.
R. No es que se haya hecho poco, es que ha habido un proceso de debilitamiento del sentimiento y del poder andaluz, sin lugar a dudas. Y ahí tiene mucha responsabilidad quien ha estado gobernando, siempre. Y un proceso consciente y coordinado entre el gobierno central y el andaluz.
P. Eres el primer candidato a presidente de la Junta de Andalucía que se ha declarado abiertamente gay. Mi pregunta no va por ahí. Ha habido muchas mujeres en política. Parece que cuesta mucho más trabajo a la mujer salir del armario cuando es política.
R. Le cuesta trabajo en todo. El problema es de género, y no se ha resuelto todavía. En declarar su condición sexual, en la brecha salarial, en la promoción en las empresas y la administración pública. Hay una mayoría de mujeres docentes, pero las direcciones están copadas por hombres. Es que es transversal en todo. En lo que usted aludía al principio, yo lo he tenido como una absoluta normalidad y por tanto no ha formado parte de mi discurso político. Cuando me lo han preguntado lo digo con toda normalidad. Si eso sirve como referente positivo como avance me doy con un canto en los dientes. A veces tengo mis dudas. Dudaba de ese tipo de titulares, pero cuando alguien me recuerda que si me presento en países como Irán es que me tiran de un campanario, me cuelgan. Es terrorífico. Entonces dice uno no, tiene relevancia. No tiene que ser lo más determinante. Yo lo que quiero ser es el primer presidente de la Junta de Andalucía de izquierdas.
A la mujer le cuesta trabajo todo: declarar su condición sexual, en la brecha salarial, en la promoción en las empresas y la administración pública
P. ¿Hasta ahora no ha habido ningún presidente de izquierdas?
R. Creo que ha habido gobiernos social liberales, socialdemócratas.
P. ¿Escuredo?
R. Ni siquiera, ni siquiera.
P. Pese a la reforma agraria.
R. Nunca hubo una huelga de hambre más rentable. A mí me parece que su evolución no ha sido la que está en el imaginario colectivo de los andaluces.
P. La educación. Los pueblos más libres son los pueblos mejor formados.
R. Totalmente.
Yo digo siempre en broma que a mí me gustaría ser presidente de la Junta y consejero de Educación
P. Andalucía sigue siendo un pueblo poco libre.
R. Falta mucho por hacer. Yo digo siempre en broma que a mí me gustaría ser presidente de la Junta y consejero de Educación. Sabes que he estado 22 años vinculado a la enseñanza. He sido muchos años director de instituto. Me apasiona la educación. Soy un docente que ahora está en una responsabilidad política y que volveré al instituto. Eso debe ser la normalidad en la política. Aspiro a formar parte de la nueva etapa de compromiso, de no profesionalización, de espíritu de servicio, de dejarte la piel tío y después a tus asuntos. Si estás mucho tiempo en un sitio no das todo, porque biológicamente es imposible. Dicho esto, la educación tiene que ser una prioridad porque es la base del desarrollo de una sociedad, desde el punto de vista formativo y desde el punto de vista de la recuperación económica. Una de las ralentizaciones que se pueden producir y de los riesgos que tenemos que Andalucía que queremos expiar es que si hay una fuga de cerebros habrá ralentización de la salida de la crisis. La gente se forma para repercutir en el tejido productivo, en el desarrollo social. La formación es fundamental para crear ciudadanos críticos y por lo tanto libres como para asentar bases sólidas de desarrollo económico y social. Una persona culta se come hasta de una forma diferente un bocadillo de pan con aceite, ve la vida de otra forma y construye.
En los tiempos de crisis, hay más valoración de la educación. El sistema capitalista te lleva a que en los ciclos económicos expansivos se desprecie la educación por que hay dinero fácil. Por eso digo que a mí no me importaría ser que alguna vez un presidente del Gobierno asuma también las competencias de educación. Así de importante es la educación para el desarrollo de la sociedad. Una de las cinco primeras medidas que haríamos el primer mes de gobierno es la contratación de 1.500 profesores de Secundaria para potenciar los programas de diversificación curricular que son los que garantizan el éxito escolar. Es decir, que el alumnado pueda seguir después en formación profesional y bachillerato. Debemos remitir y bajar los índices de abandono escolar. Y el abandono escolar no es que te quedes sin título. El abandono escolar es tener el título e irte. Tenemos que aspirar a como mínimo tener la formación y los medios para dar el salto cualitativo. Hay una medida fundamental que a mí me preocupa como docente y como persona que lo ha sufrido: la necesidad de desburocratizar la acción en la educación. Está demasiado burocratizada. La sanidad también. Un director, que debería preocuparse por la atención pedagógica del alumnado, no puede ser que tenga que dedicar casi todo a las labores burocráticas de rellenar datos. Eso es un desastre hasta económico. Es un derroche de recursos extraordinario. Tenemos un plan transversal de desburcratización. Reconozco, yo que no soy muy pro anglosajón, como sus procesos de evaluación y gestión son mucho más livianos que aquí. Y los recursos están dedicados a lo que tienen que estar: al alumnado.
P. ¿Usted se siente profesor?
R. Yo me siento sobre todo profesor.
P. ¿Cuántos años va a estar en política?
R. No sé. He estado 22 años. Aquí, un año y medio. Un periodo de cuatro a ocho años es suficiente. Más no. Es lo único que puede aportar máximo con intensidad y con pasión. Como en el amor, la política también es pasión, llegas a un momento de éxtasis y a partir de ahí ya no puedes aportar más.
P. Y te conviertes en clase política.
R. Totalmente. Soy militante de IU desde los 18 años, pero mi gran reto es normalizar el compromiso temporal.
Como en el amor, la política también es pasión, llegas a un momento de éxtasis y a partir de ahí ya no puedes aportar más
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