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Capítulo tercero: de supervivientes y malajes

Comparsa 'Los supervivientes' | ÁLEX GALLEGOS

Rafael Ávalos

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De repente, bajó la temperatura. En el Gran Teatro hubo más sensación de frío en la noche del jueves que en las dos anteriores. También en el plano ambiental, ya que el principal espacio escénico de Córdoba registró su más baja afluencia de público desde el martes. El Concurso de Agrupaciones Carnavalescas alcanzó su ecuador -guía del Carnaval de Córdoba- con una tercera preliminar que arrancó con menos de media entrada y terminó en familia, como se suele decir. Con todo, los grupos estuvieron arropados por el público. Unos más que otros, eso sí. En cuanto a lo que sucedió sobre las tablas, destacó la comparsa de Peñarroya-Pueblonuevo -la que como tal se denomina-. Mucha culpa de ello tuvo su punteo, Rubén Corvillo. También lo hizo la chirigota de El Grifo, que volvía tras lograr el primer premio de la modalidad en 2018.

El jueves fue de supervivientes y malajes… La sesión resultó extraña desde el principio. Tocaba abrir de la mano de la chirigota de Gádor (Almería), que además se estrenaba en el certamen. El grupo había cambiado su turno, que tenía para la noche del sábado, por el de Vanesa Álvarez -‘Los de la B12’-, por coincidencia con un compromiso con el Carnaval de su tierra. Para nada se efectuó esa variación, pues ‘Esto no me cuadra’ no compareció. No pocos veían el cielo abierto: era posible salir del Gran Teatro antes de las 2:30 de la madrugada. Sin embargo, el inicio de la tercera preliminar no se produjo hasta las 20:45. ¿El gozo en un pozo? No, el final llegó a las 2:00. La apertura de la función correspondió por tanto a la comparsa mixta de Los Nuevos, que debutaba con ‘La leyenda’. Abrió el fuego una formación que reclamó a los autores letras más comprometidas y guerreras, que no sean de “aplauso barato”.

El recinto presentaba menos de media entrada, una situación que quizá mejoró en un par de momentos de la noche. Por lo general, fue a peor. En ésas apareció la chirigota de Chila, de Écija, que este año se presentó con ‘El rey león’. No había dificultad en cuanto al tipo, eran los personajes de la película. Precisamente su popurrí consistió en una versión humorística de la cinta. La comparsa de la Asociación Nuevos Carnavales tomó el relevo con ‘El creador de sueños’, una propuesta de carácter fantástico con una buena tanda de pasodobles. La batalla de punteos entre Roberto Fernández y Rubén Corvillo no tuvo lugar, pues el primero no acudió como el primero de los dos conjuntos de Peñarroya-Pueblonuevo de la función. Fue después cuando el escenario quedó para el primer cabeza de serie de la noche, ‘Los Luci’ de la chirigota de El Grifo.

Los pozoalbenses pasaron de ser santos, los que el pasado año obtuvieron el primer premio de la modalidad, a demonios. Dieron vida a Lucifer -Luci para los amigos-, que como todo el mundo sabe tiene muy mala sombra. Aunque en este caso fue con buen humor. La agrupación completó un pase entretenido en el que además agradeció el éxito de 2018. El sello de la provincia lo puso después la comparsa de Montalbán con ‘La consigna’, que llegó bien cantada pero en el comienzo del declive ambiental. Su actuación resultó interesante también entre el calor de la gente de la localidad -algo que se repitió durante la función-. Después fue turno para la chirigota femenina de Juanma León, que fue ‘Las de Marco’. Sobre las tablas, Cleopatra entre egipcias. Y Marco Antonio, he ahí. Pero quizá el momento más brillante de la noche vino acto seguido. La comparsa de Peñarroya-Pueblonuevo actuó con ‘Los supervivientes’, con tipo de vagabundos y con una idea plenamente reivindicativa y crítica.

En su primer pasodoble cantó a quienes considera supervivientes, que son aquellos que sufren y no los famosos que acuden al concurso que comparte su nombre. La agrupación demostró de nuevo su potencial en la música con el cinco veces Púa de oro -premio concedido por Canal Sur-, Rubén Corvillo. Sonido celestial acompañado de buenas voces. Desde Cañete de las Torres llegó después la chirigota ‘Empezamos de cero’, unos simpáticos peluqueros que disfrutaron de su estreno en el Gran Teatro pese a que éste empezaba a quedar cada vez con más butacas desocupadas. Y de Pedroche fue la chirigota que cerró la sesión con ‘La Reconquista 2.0’. Entre medias David Reyes presentó su idea en cuartetos para este año, ‘Aquí ya está to inventao’. Aun con la dificultad que tenía mostrar un repertorio de esa modalidad en un ambiente como el que había, supo sacar partido del respetable. Hubo complicidad y, con ello, instantes de risas y aplausos.

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