Un tren que marcha despacio y que aún se puede tomar

Los números a falta de seis jornadas para el final de la campaña hablan de un abaratamiento del play off respecto de las anteriores, lo que permite al Córdoba mantener sus opciones

play off

Tiene apalabrada la permanencia, pero también se puede permitir todavía suspirar por una plaza en las eliminatorias por el ascenso. Sus 50 puntos, que pueden parecer pocos para mantener esas opciones y que en cualquiera de las tres temporadas no habrían servido apenas para ello, resultan ser más que suficientes para dejar una puerta abierta a la ilusión. A pesar de que se escapó el triunfo, Albert Ferrer lo tenía claro el sábado. “Quedan 18 puntos y el tren del play off no lo perdimos”, aseguró el sábado el preparador catalán después de que su equipo no lograra pasar del empate ante el Mirandés. No le faltaba razón, puesto que el Córdoba sigue a dos del séptimo clasificado, que en estos momentos es el último conjunto que entraría en la pugna final por el salto a Primera. Lo que es más importante, los números en que se mueve la categoría de plata en la presente campaña no hablan, al menos de momento, de una cifra elevada para estar en esa lucha.

De hecho, los guarismos necesarios para entrar en ese combate último por el ascenso estarían por debajo de los marcados desde que se instaurara el play off, en el curso 2010-11. Según su media de puntos, el Recreativo de Huelva, que ocupa la séptima plaza y es la referencia, terminaría el campeonato con 60 o 61. Por tanto, el Córdoba habría de buscar uno o dos más de esa cantidad para alcanzar el objetivo inicial de la temporada, algo que resultará complicado, pero que no resulta tan descabellado. Lo que sí tendría que conseguir el cuadro califal es mejorar sus registros, ya que su proyección actual para el cierre de la competición quedaría en 59. Todo pasaría por vencer los tres partidos que restan en El Arcángel y arrancar una victoria en alguna de las tres salidas, entre ellas una al Nuevo Colombino. Sea como fuere, el conjunto blanquiverde cuenta con casi las mismas opciones que en la campaña 2011-12 a pesar de que suma diez puntos menos.

La diferencia en el casillero es importante. En la temporada en que el cuadro califal logró jugar el play off sumaba 60 puntos a estas alturas del campeonato y estaba igualado con el sexto, el Almería. Precisamente en las seis últimas fechas obtuvo un punto menos de los que en estos momentos se proyectan como necesarios. Fue aquel curso el más exigente para optar a la lucha por el ascenso, tanto que el quinto (Alcorcón) tenía entonces, en la misma jornada que la actual, los mismos puntos que el Deportivo. El líder de Segunda A sería cuarto si la categoría se moviera en las cifras de la pasada campaña, en que el tercero (Girona) contaba con 64. Son estadísticas que hablan a las claras del abaratamiento existente en las posiciones para subir a la máxima división del fútbol español y que dejan otras notas curiosas. Por ejemplo, el Éibar no estaría ni siquiera en play off si se establecieran los números de la 2011-12. Es decir, el segundo clasificado maneja guarismos inferiores a los del sexto (y el séptimo, Córdoba) de aquella temporada.

En cuanto a la media de puntos necesaria para jugar el play off en el presente curso, las otras tres plazas tampoco necesitarán de una cifra mucho mayor a los 62 en que se proyecta la última de éstas. Tanto Tenerife como Las Palmas se mueven en una proyección de 63, mientras que el Sporting lo hace entre 61 y 62. Es decir, una buena racha de los califales les podría llevar incluso a ocupar una posición todavía mejor que la séptima. Por cierto, y siempre según esos números, ninguno de los clasificados para las eliminatorias por el ascenso esta temporada los habría jugado en las anteriores, en que alguno de ellos alcanzó cotas de puntuación más elevadas. Un dato más en ese sentido: ni siquiera el Éibar lo habría hecho el curso en que el Córdoba lo disputó. Los guipuzcoanos terminarían con 69 o 70 puntos de mantener su media, en ambos casos por debajo de los 71 que lograron los blanquiverdes de la mano de Paco Jémez.