Toca sudar la gota gorda
Penúltimo y a tres puntos de la permanencia. Ése es el oscuro panorama actual para el Córdoba, que vislumbra cada vez más el inicio temprano de una contrarreloj. Una lucha contra el tiempo cuando todavía perdura el mensaje de que éste es mucho como para sentir preocupación. Lo cierto es que cuando una jornada termina, una jornada menos tiene el conjunto blanquiverde. Por eso, menos de 48 horas después de ceder en Lorca, el equipo que dirige Juan Merino piensa ya únicamente en su próximo duelo. Sobre todo porque apenas tiene cuatro días por delante para prepararlo. Enfrente, por si fuera poco, va a tener al Osasuna. Los navarros regresan al Nuevo El Arcángel el viernes (21:00), momento ése en el que el cuadro califal ha de dar un primer paso al frente para evitar que la situación sea todavía peor.
El orgullo es quizá lo primero a lo que deba apelar el vestuario de cara a lo que debe venir. O el coraje, que tiene que empezar a sacar desde este lunes de cara al choque con el conjunto rojillo. Porque, en efecto, el Córdoba no tiene tiempo que perder y ya se pone manos a la obra para rediseñar su realidad. A las 9:30 el equipo arranca una semana complicada en la que el trabajo queda como recurso fundamental y también como principal vía de escape. El primer entrenamiento en este sentido es el único a puerta abierta, en la Ciudad Deportiva. El resto de las sesiones va a ser con candado. Probablemente para que Merino pueda elevar el nivel de ensayos con el fin de acabar de una vez por todas con las debilidades de los blanquiverdes.
La semana comienza, por cierto, con una nueva doble sesión de trabajo. Eso sí, en la tarde de este lunes la segunda fase se va a desarrollar en el gimnasio. Dado el gran problema del cuadro califal, su técnico no quiere dejar nada al azar. Menos si cabe al estar ya ligeramente en entredicho su continuidad. De ahí que pretenda exprimir al máximo a sus jugadores, que incluso el día de partido van a tener que ejercitarse. El viernes, otro entrenamiento. En este sentido aprovecha la tardía hora de partido ante el Osasuna, un adversario poco propicio para encontrar el punto de partida de la etapa de reconducción. No importa, sin embargo. La victoria es la única opción hoy por hoy.
Fundamentalmente porque con el sorprendente triunfo del Nàstic en Valladolid (0-3), la salvación queda ahora a tres puntos. Y gracias, porque bien pudiera haber sido peor. El golpe del Cádiz en Almería (0-2) evita que sea así y que la diferencia con la última plaza de permanencia no sea de más de un partido. Por otro lado, el Córdoba afronta una semana crucial, otra más, con el alivio de no perder a Josema. En principio, al menos, puesto que el central no padece lesión alguna a pesar de tener que retirarse por molestias el pasado sábado. Según informara el club en la tarde del domingo, el zaguero está bien en el plano físico. A no ser que el entrenamiento de este lunes diga lo contrario. Toca sudar la gota gorda.
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