“Vamos a sufrir hasta el final”

Pudo haber sido distinto. Debió serlo. La cuestión es que el Córdoba no fue capaz de vencer  en El Arcángel al colista de Segunda División y el descenso acecha. Si el Nástic vence en esta jornada al Reus dejará a los blanquiverdes entre los cuatro peores de la categoría. El Mirandés consiguió un 1-1 en el tiempo añadido y dejó al cordobesismo encendido. Los jugadores, perplejos, desfilaron por la zona mixta exhibiendo el catálogo de tópicos de rigor. El equipo entra en el tramo final del campeonato con un aspecto inquietante.

“Nos va a pasar de todo este año. Podríamos haber dado un salto, pero en la última jugada hemos pagado lo que no hemos sentenciado antes”, expresó Javi Lara, en un análisis apresurado de una situación puntual que podría extrapolarse perfectamente a toda la temporada. El curso ha sido un continuo amago, una revisión permanente de un plan que no ha funcionado. A la vista está. “Las semanas se hacen muy largas con la situación que tenemos”, indicó el centrocampista montoreño, que llegó en el mercado invernal para pelear -aún se veía así- por el ascenso a Primera. “La gente tiene que tener claro que vamos a sufrir hasta el final”, dice ahora. Con los números en la mano, no queda otra..

El Córdoba tiene por delante seis partidos. Visitará el próximo domingo al Getafe, que va tercero; luego recibirá a un decadente Reus, viajará a Cádiz, llegará el Oviedo, viaje a Vallecas y, para concluir, cita en casa frente a un Gerona que va disparado hacia Primera. ¿Un calendario complicado? Ni más ni menos que el del resto de adversarios directos, que son muchos. Entre el décimo, que es el Sevilla Atlético (46) y el Córdoba (42), que marca la frontera con el descenso, hay un margen estrechísimo. Con la calculadora en la mano, las opciones son muchas. Quedan 18 puntos. Atendiendo a las dinámicas, el asunto cambia. El Elche, en barrena, tiene los mismos puntos que el Córdoba y este fin de semana destituyó al técnico cordobés Alberto Toril. El Reus también anda de capa caída. Otros, como el Almería, emergen después de todo un año en el sótano. Hasta el Mallorca, un muerto, venció fuera de casa. Nadie se resiste a renunciar a la salvación en un tramo final que normalmente está lleno de resultados sorprendentes.

“Ya no sé lo que nos puede venir bien o mal. Haciendo mucho menos sumamos puntos en otros sitios y aquí hacemos cosas bien y recogemos poco premio. Esperábamos sumar tres puntos y meter muchos equipos ahí, pero no hemos sabido sacar las deficiencias de rival”, admitió Lara. El Córdoba no supo cómo batir a un Mirandés que es colista destacado y el equipo más goleado de toda la división. “Las valoraciones hay que hacerlas al final y ahora tenemos que juntarnos todos, la gente como nosotros. Hay equipos que están peor que nosotros y se cambiarían”. El caso es que dentro de seis semanas haya cuatro con menos puntos. Las tareas, de momento, siguen sin hacer. “No queda otra que seguir hacia delante, el vestuario está unido y vamos a seguir peleando”, dijo Caro, autor del gol del Córdoba, ante los periodistas al finalizar el partido. La vida sigue. Y es muy dura.