Sí, son muy buenos, pero eso ya da lo mismo
El Córdoba se prepara para recibir en El Arcángel a un Girona que es el mejor equipo de la segunda vuelta en Segunda y el que menos goles encaja en la Liga | En la ida ganó por 1-2 el equipo de Oltra
Cuando los jugadores dicen que no miran al rival tienen razón. A estas alturas de la temporada, sí. Quedan seis partidos, dieciocho puntos en juego, y las matemáticas se abren paso con toda su crudeza. Ya es inútil hablar de méritos, de lo que pudo ser y no fue, del fútbol ficción. El Córdoba-Girona del domingo es un duelo en el que dos contendientes persiguen un puesto en la zona de play off. Los catalanes están a un punto de distancia; los cordobeses, a cuatro. No hace falta comentar más al respecto. El cuadro gerundense acude en plena forma. Lo dicen sus números con claridad. Ha sumado 30 puntos -17 más que el Córdoba- en la segunda vuelta y ha resucitado como candidato, tras haberlo pasado muy mal en la primera mitad del campeonato. Lejos de Montilivi le va de dulce. Ha cosechado 26 puntos y es el segundo mejor visitante del campeonato. Todo eso lo sustenta en un dato demoledor, que causa envidia: ha encajado solamente 26 goles. Nadie ha recibido menos. El Girona es un equipo potente. De los que más. Y está en racha. Pero eso al Córdoba le da lo mismo. Su necesidad le hace ver sólo rivales. Oportunidades para aprovechar sí o sí, a riesgo de quedar descartado en la pelea por el objetivo marcado en agosto.
Mientras Oltra ajusta piezas en lo deportivo, recuperando a Luso Delgado para la causa, el cordobesimo ha activado todos los resortes para realzar la trascendencia del partido. Habrá el domingo una Marcha Blanquiverde con el lema Juntos volveremos, auspiciada por el club y los principales colectivos peñísticos, aunque se ha pedido la colaboración de todos estén o no adscritos a una asociación u otra. Un llamamiento a la unidad. Otro clásico. En el entrenamiento de este jueves, además, habrá presencia de hinchas con Brigadas Blanquiverdes al frente. Un plus más de ánimo para unos jugadores que andan escocidos por la malísima racha en El Arcángel, donde sólo han sido capaces de sumar un punto de los últimos 21 y llegaron a encadenar seis derrotas.
Con una trayectoria medio decente en su hogar, la situación sería otra. Pero ya se sabe que todo eso es farfolla y que lo único que importa es el futuro inmediato. “Vamos a ganar a Girona y Llagostera y luego ya veremos”, dijo en la sala de prensa Carlos Caballero, uno de los jugadores que mejor conoce las peculiaridades y paradojas de este club. Lleva ya mucho tiempo en la plantilla -desde 2011, más que nadie- y quiere que toda la rabia por la inesperada situación se traduzca en un rendimiento eficaz en El Arcángel. El Girona nunca ha ganado en Córdoba, un dato que supone un aliciente más para los locales en unos momentos en los que cualquier dato positivo se paladea. Los catalanes sacaron dos empates en nueve visitas al coliseo ribereño, donde el próximo domingo, a las ocho de la tarde, aguarda una caldera.
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