En relativa calma

Salvo giro de los acontecimientos la semana va a concluir con absoluta tranquilidad en los ámbitos institucional y judicial tanto como en el deportivo. Aunque, visto lo visto en los últimos meses, nunca puede contarse con una certeza plena en este sentido. Con todo, las novedades importantes dentro de los mencionados apartados se posponen, en principio, al próximo lunes y las jornadas posteriores. La previsión es sólo como mínimo y en base a la información existente en algunos de los principales escenarios en los que está en juego el futuro del Córdoba. Dos son el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), donde ha de decidirse sobre el relevo del juez Antonio Fuentes y las querellas presentadas contra éste y los magistrados Fernando Caballero y Antonio Rodríguez, respectivamente.

En relación al último de los asuntos, fuentes del alto tribunal autonómico consultadas por CORDÓPOLIS confirmaron durante el jueves que no se produjeron avances. Cabe recordar que Luis Oliver y Joaquín Zulategui presentaron sendas querellas, una a título personal y otra como socios de Bitton Sport. En el caso de los dos primeros, Antonio Fuentes y Fernando Caballero, titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 -recusado en febrero- y magistrado de la Audiencia Provincial propuesto para suplirle de manera respectiva, por presunta cohecho. La denuncia contra Antonio Rodríguez, titular del Juzgado de Instrucción número 5, tuvo lugar por supuestos delitos de prevaricación, revelación de secretos y contra los derechos individuales.

Todos están vinculados con el Córdoba en la Ciudad de la Justicia. No en vano, y para volver a poner en contexto, Antonio Fuentes dictó los autos que en diciembre dieron la unidad productiva del Córdoba CF SAD a Infinity y abrían un segundo concurso de acreedores  y Fernando Caballero fue el magistrado propuesto para relevarle y otorgar o no firmeza a los mismos. Por su parte, Antonio Rodríguez instruye el proceso penal sobre la gestión del club tras la detención de su entonces presidente y propietario, Jesús León, en noviembre. Los tres esperan una decisión de la Sala de lo Civil y Penal del TSJA sobre las querellas, lo que desde Granada, según apuntaron las fuentes a este periódico, se prevé, al menos en parte, para la próxima semana. La Fiscalía ya emitió informes desfavorables en ambos casos y ahora es el alto tribunal el que ha de admitir o no la apertura de los procedimientos.

Por tanto, no va a ser, como mínimo, hasta después del lunes -o este día como pronto- cuando se conozca alguna novedad en este sentido. Si las querellas fueran admitidas, pese a la postura contraria de la Fiscalía del TSJA, se abrirían otras batallas legales en torno al Córdoba. De esta forma, el ambiente está en relativa calma -subráyese lo de relativa- alrededor de El Arcángel. Porque además la entidad, o más concretamente Infinity y por ende Unión Futbolística Cordobesa (UFC) -sociedad encargada hoy por hoy de la gestión del cuadro califal-, sabe -o más bien lo saben sus dirigentes- que el nombramiento o no de Fernando Caballero en sustitución de Antonio Fuentes está de nuevo aplazado por parte del CGPJ. Porque el máximo órgano judicial del país volvió a dejar fuera de su orden dicho tema.

La espera en este sentido se mantiene por la necesidad en Madrid de poner al día los asuntos atrasados -y acumulados- durante los tres meses de estado de alarma por la pandemia de Covid-19. Cierto es, aunque el discurso del consejo de administración del club es siempre de confianza, que el deseo de una pronta solución comienza a ir en aumento. Más que nada porque la aprobación definitiva o no de los autos referidos van a marcar el futuro del conjunto blanquiverde: componen la principal baza de Infinity a la hora de inscribir los derechos federativos a favor de UFC. Otros frentes permanecen abiertos también y entre ellos es posible añadir el trabajo que realizan desde semanas atrás los administradores judiciales del Córdoba CF SAD, Francisco Estepa y Javier Bernabéu, para cerrar el balance contable de la sociedad original de la temporada 2019-20. La revisión, en colaboración con auditores, resulta tarea compleja. Así se da otra postergación -entre comillas- de novedades.