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“Es una pena que personas que llevan toda su vida en el fútbol sala no sepan ceder entre todos”

José García Román, en una rueda de prensa | TONI BLANCO

El acuerdo entre Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS) y Real Federación Española de Fútbol (RFEF), en torno a muchos aspectos de organización de la competición, parece muy lejano. Cuando parece que se va a llegar, el agua del oasis es un espejismo. O ni siquiera eso. En medio están los clubes de Primera División, que se hallan de parte del ente organizador de la máxima categoría de la liga, la LNFS, que posee como argumentos la potestad de comercialización de los derechos audiovisuales a cargo de LaLiga Sports TV, además de la inexistencia de un protocolo sanitario para afrontar los partidos. La institución dirigida por Luis Rubiales asumió las competencias organizativas de la LNFS e impide a los clubes de Primera poder jugar amistosos para preparar una temporada que empezará el primer fin de semana de septiembre, aunque el contexto global no es propicio para ello.

José García Román, presidente del Córdoba Patrimonio de la Humanidad, afronta una nueva campaña en la máxima división española al frente del equipo blanquiverde. Los cordobeses ya han tenido que suspender toda su pretemporada ante la imposibilidad de jugar los partidos sin un protocolo sanitario por el Covid-19 que les permita desarrollar su profesión con la máxima seguridad e higiene posibles. “Nosotros nos atenemos a los protocolos que marcan tanto la Junta de Andalucía como la RFAF (Real Federación Andaluza de Fútbol) para organizar nuestros entrenamientos de la forma más segura posible”, asegura García Román a CORDÓPOLIS. La escuadra califa, tras conocer que la liga empezaría a principios de septiembre, inició sus primeros entrenamientos en el mes de julio, con todos los fichajes ejercitándose bajo el mando de Josan González.

A pesar de que tenía ya los amistosos organizados en el mes de agosto, la RFEF no permitió que los clubes jugaran sus encuentros de preparación. “Estamos a la expectativa de lo que decida la Federación. Sacaron una normativa que contemplaba el inicio de la liga para el 4 y 5 de septiembre y eso nos obligó a comenzar los entrenamientos a finales de julio, con el consiguiente aumento de costes. Cuando queremos empezar a disputar partidos amistosos, como es normal en cada pretemporada, nos encontramos con que la RFEF nos lo impide, porque resulta que no tienen un protocolo. Así que en estas nos encontramos, esperando que publiquen un protocolo y que decidan cuando se va a comenzar la competición”, explica el dirigente del Córdoba Patrimonio.

Preguntado por la situación de incertidumbre ente los entes anteriormente mencionados, García Román es escéptico a la hora de que se llegue a un punto de encuentro a corto plazo. El presidente cordobés asevera sobre si se descarta que comience a tiempo la competición que “a esa pregunta debería responder la Federación, pero a día de hoy parece que sí, se ha dado tiempo para redactar un protocolo y a partir de ahí, comunica que pasará un mes hasta el comienzo efectivo de la liga”, afirma. “Es una pena que personas que llevan toda su vida en el fútbol sala no sepan ceder entre todos, por el bien de nuestro deporte, para que siga creciendo y siga siendo un referente a nivel mundial, como hasta ahora ha sido”, opina la cabeza visible del Córdoba Patrimonio. El uno por el otro y la casa sin barrer. A poco más de dos semanas para el supuesto pistoletazo de salida para la liga, la duda es la reina dentro del caos.

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