Una ofrenda para el ascenso

La sonrisa generalizada es buen síntoma. El período gris de resultados parece, sólo dos partidos después -uno de Copa y otro de Liga-, asunto que pertenece a un pasado lejano. No es ésa la realidad pero lo cierto es que el estado de ánimo es diferente en el Córdoba, que el próximo domingo espera dar continuidad a su triunfo en Reus y hacer de un momento agradable una dinámica positiva. Para ello trabaja el cuadro califal de cara al duelo con el Cádiz, para el que además va a contar con ayuda extra. Está claro que en el fútbol resulta esencial lo que sucede sobre el césped, aunque no está de más un refuerzo moral externo. También cuenta con éste el conjunto blanquiverde, que este viernes celebró, en una fecha nada habitual, su tradicional ofrenda floral a San Rafael. La totalidad de la plantilla, junto con el presidente, Carlos González, y otros miembros del Consejo de Administración, así como acompañados por quienes conforman la dirección deportiva y la secretaría técnica acudió con motivo de este acto a la basílica del Juramento, donde solicitó al Custodio de la ciudad su protección y apoyo.

Es costumbre por parte del Córdoba la visita al Arcángel. Ésta suele tener lugar cada año, normalmente, antes del comienzo de la temporada o recién iniciada ésta. Pero en esta ocasión la entidad desarrolló la cita bien entrado el curso. No en vano, la Navidad está a la vuelta de la esquina y la primera parte del campeonato de Liga en su recta final. Sea como fuere el conjunto blanquiverde respondió a su compromiso histórico con San Rafael, en torno al cual estuvo acompañado por el hermano mayor de la cofradía del Custodio, Manuel Laguna, y por el rector del templo, Fernando Cruz-Conde. A la basílica del Juramento acudió también el presidente de honor del club califal, Rafael Campanero. La petición fue unánime: que la campaña, después de la crisis sufrida, culmine con éxito. En este caso, con el ascenso. O al menos con la lucha por el mismo.