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Ocho maneras de decir adiós: los descensos del Córdoba

Jugadores tras el Las Palmas-Córdoba en el Gran Canaria | LOF

Paco Merino

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Se acabó el cuento. El Córdoba selló su billete de retorno a la Segunda B en el estadio Gran Canaria y puso fin a un periodo de doce años dentro del fútbol profesional, uno de ellos en Primera División. La caída ha sido de las más frustrantes que se recuerda, principalmente por la ausencia de talento y combatividad que ha llevado al equipo a dibujar una trayectoria pésima. En puesto de descenso desde la jornada dos, ya no tiene a dónde agarrarse matemáticamente con cuatro jornadas todavía en el horizonte. Es el octavo descenso de categoría que vive el Córdoba en sus 65 años de historia: tres fueron a Segunda (1969, 1972, 2015), cuatro a Segunda B (1978, 1983, 2005 y 2019) y uno a Tercera (1984). Cada uno con su estilo peculiar, desde la épica hasta el bochorno.

68-69 | La caída de Primera, con Kubala en el banquillo

El Córdoba solo había crecido desde su fundación en 1954. Pasó de Tercera a Segunda y de ahi a Primera en 1962, firmando su edad de oro con siete campañas consecutivas en la élite. En la 68-69, hace exactamente medio siglo, padeció su primer desplome deportivo. El Córdoba terminó el campeonato como colista de Primera con 21 puntos y siendo (57 tantos en 30 partidos) el más goleado del grupo. Bajaron también el Málaga y el Español. Fernando Argila y Ladislao Kubala, con Juan Vázquez como bisagra en una jornada, ocuparon el banquillo de un equipo blanquiverde que tenía en sus filas a jugadores como Luis Costa, Juanín, Torres, Rojas o Rafael Jaén.

71-72 | Un largo adiós a la élite y el penalti más famoso

Luchó hasta el final, pero terminó cayendo al pozo de Segunda como penúltimo (25 puntos), por detrás del Sevilla (27) y por delante del Sabadell (23), que también bajaron. No hubo cambio en el banquillo durante el curso: lo ocupó de principio a fin el brasileño Vavá, un histórico que como jugador fue el máximo goleador de Brasil en el Mundial 58 que encumbró a Pelé. Pese a la pérdida de categoría, la afición recuerda una formación tipo compuesta por Molina, Rodri, López, Cepas, Fermín, Tejada, Rojas, Alarcón, Escalante, Cruz Carrascosa y Manolín Cuesta. En la plantilla cordobesista figuró, cedido por el Real Madrid, un joven Vicente Del Bosque. En la penúltima jornada, el Córdoba ganó en El Arcángel al Barcelona por 1-0, con gol de penalti marcado por Fermín -cedido del Madrid- a un Barcelona que se quedó sin Liga y cuyo portero era el cordobés Miguel Reina.

77-78 | Fin de ciclo en El Arcángel

Primer descenso a Segunda B en el club cordobesista, que en la Liga 77-78 perdió la categoría al sumar 32 puntos junto a Oviedo (35), Tenerife (31) y Calvo Sotelo (25). Lasa y Ben Barek fueron los entrenadores, con una transición de un partido con Juanín al frente del banquillo. El meta Vallespir y los jugadores Varo, Álvarez, Estella, Carlos, Mariano Mansilla, Campos, Burguete y Rivero estaban en un grupo que mantuvo opciones de salvación hasta el último momento.

82-83 | Debacle y ruina

Con España rumiando el fracaso del Mundial 82, en Córdoba el club titular se sumó al festival de la pena con un descenso labrado a conciencia. El serbio Rajkov y el cordobés Gonzalo Uceda llevaron desde el banquillo a una plantilla muy desequilibrada, inexperta y que se fue hundiendo en la segunda vuelta. Acabó colista con 22 puntos, bajando a Segunda B junto a Alavés (32), Sabadell (30) y Xerez (25). Los blanquiverdes recibieron 71 goles en 38 jornadas y terminaron a 12 de la salvación, en una campaña que figura como la peor de su historia. Luna Toledano, Perico Campos, Vinuesa, Urbano, Doblas o los argentinos Marcelo y Charles, junto al bosnio Lalovic, formaron parte del plantel.

83-84 | Más debacle y más ruina

Descenso encadenado. Solo bajaban dos y uno fue el Córdoba (27 puntos), por delante del Ibiza (22). Por delante, el Antequerano (34), que descendió pero fue repescado por impagos del Racing Portuense (35). El Córdoba se fue a Tercera con dos entrenadores -empezó Ruiz Sosa y terminó Ángel Torres- y una plantilla en la que destacaban Vinuesa, Monzón, José María, Campos, López Colodrero, Luna Eslava o Pepe Hueso. También estaba Iosu Ortuondo, que colgó las botas y se convirtió en entrenador el Córdoba en la temporada siguiente en Tercera División.

04-05 | El Cincuentenariazo: un fracaso revestido de épica

Una generación de cordobesistas no vivió un descenso de su equipo, que tras salir de Tercera vivió veinte años entre Segunda B y Segunda, con un par de títulos de grupo de la categoría de bronce y un ascenso en Cartagena en el 99. Con el retorno a Segunda, el club cordobesista se abonó a las salvaciones en la última jornada y forjó la leyenda del cincuentapuntismo como motivo de algarabía general. Después de evitar la caída con jornadas finales de infarto en Getafe y Leganés, en la 2004-05 ocurrió. Batacazo total con un presupuesto desorbitado. El equipo bajó a Segunda B en El Arcángel después de haberse reinventado durante el curso varias veces: de Esteban Vigo a Juan Carlos Rodríguez, pasando por Robert Fernández y Rafael Alcaide Crispi. Adalides del jogo bonito, devotos del patadón, exjugadores de estreno o un director técnico que sale del despacho para ponerse el chándal. Sumó 12 puntos en la primera vuelta y 36 en la segunda para terminar perdiendo la categoría en la penúltima jornada, con El Arcángel lleno y despidiendo entre aplausos a sus jugadores: el Córdoba cedió por 3-4 ante el Valladolid en un choque envuelto en suspicacias. “Nos quedamos por ti”, fue el eslogan de la campaña de socios unos días después del desastre deportivo.

14-15 | El globo se pincha en Primera

Tres entrenadores -Ferrer, Djukic y Romero-, 34 futbolistas y 20 puntos sumados. Colista en el año del retorno a la élite, efímero y doloroso. El mejor momento se vivió el día en que los blanquiverdes se enfrentaban en El Arcángel al Real Madrid de Cristiano -que fue expulsado, por cierto- en el mes de enero. Un gol de penalti de Ghilas les puso con 1-0. En ese instante tocaron el punto más alto en lo deportivo en décadas: venciendo al campeón de Europa y en el puesto 14 de la categoría. No duró ni media hora. El cuadro blanco terminó venciendo y el Córdoba no ganó ni un solo partido en toda la segunda vuelta, que fue la peor jamás protagonizada por ningún club en toda la historia de la Primera División española. Únicamente tres triunfos en toda la temporada y solo uno en casa: frente al Granada. Los otros fueron en San Mamés y Vallecas. Los blanquiverdes bajaron a Segunda junto al Almería y el Elche, este último por un descenso administrativo que salvó al Eibar. El día del adiós dejó otro récord: la peor derrota que se haya visto en El Arcángel, con un 0-8 ante el Barcelona de Messi a falta de tres jornadas.

18-19 | De principio a fin, un fracaso ganado a pulso

El Córdoba inició la Liga en casa empatando ante el Numancia (3-3). Luego llegó el Oviedo y le metió cuatro (2-4). Echaron al portero. Se metieron en zona de descenso y de ahí no han salido jamás. El equipo ahora de Rafa Navarro -antes de Sandoval, después de Curro Torres- es el más goleado de todo el mapa del fútbol profesional español, del que sale después de doce años -uno de ellos en Primera- para abrir las puertas a un incierto futuro. La derrota de este domingo en Las Palmas sella un curso nefasto, al que aún le quedan algunos capítulos por cumplir: Nástic y Osasuna en casa; Rayo Majadahonda y Deportivo, fuera. Un mes más deambulando por los campos sin más desafío que cumplir el expediente con algo de decoro y pensar por qué puerta salir corriendo el 9 de junio.

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