Navarro versus Manuel: del césped al banquillo
Desde el pasado sábado, Rafa Navarro afronta su primer desafío como entrenador en el fútbol profesional. Dicha circunstancia la comparte el preparador del segundo equipo al que ha de hacer frente. El Extremadura, al igual que el Córdoba, atraviesa también un proceso de cambio. Lo hace de la mano de Manuel, que debutara la última jornada al frente del conjunto pacense. Uno y otro miden fuerzas en el banquillo después de hacerlo, años atrás, en el césped. Porque tanto el técnico califal como el azulgrana se conocen bien desde sus etapas como futbolistas. Así, el duelo del próximo domingo (16:00) en el Francisco de la Hera es un reencuentro entre ambos, que compitieran en Almendralejo con un rol completamente distinto al actual.
La historia común de Rafa Navarro y Manuel comienza y se desarrolla precisamente en un escenario similar al presente. Sólo existe una diferencia, el Extremadura al que dirige el segundo no es el mismo con cuya elástica marcó goles allá por los noventa y a principios del nuevo siglo. Aquel era Club de Fútbol y éste es Unión Deportiva. Eso sí, vistió de azulgrana como el cordobés lo hizo de blanquiverde. Hasta nueve veces se enfrentaron los ahora técnicos bajo esa premisa, las primeras de ellas cuando eran talentosas promesas. Ese papel lo desempeñaba sobre todo el preparador califal, que en la temporada 1991-92 apenas contaba con 19 años. Entonces, Manuel sumaba ya 23, una edad todavía temprana no obstante. El choque lo disputaron en El Arcángel, el estadio original, con los dos equipos en Segunda B.
Reconocido goleador, Manuel vio puerta en aquella ocasión, en la que el Extremadura se impuso por 0-2. El segundo tanto lo anotó Márquez y el entrenador de los pacenses era un tal Iosu Ortuondo. El vasco estuvo al frente del cuadro azulgrana en todos los encuentros en que participaron Rafa Navarro y su adversario el próximo domingo. Un curso después, ambos técnicos se midieron de nuevo en el viejo feudo blanquiverde, y lo hicieron, como en la primera ocasión, como titulares. Los visitantes ganaron por 0-1, con gol de Pedro José. Más significativo fue el choque en tierras califales de la 1993-94, pues entonces fue Navarro quien marcó. Lo hizo en el último suspiro, después de saltar al césped en el minuto 84, y para dar los tres puntos a su equipo. Con su diana llevó un apurado 4-3 al marcador después de que José empatara momentos antes. Carrasco, Loreto y Luna Eslava batieron al portero rival con anterioridad.
En ese campeonato también se midieron ambos en Almendralejo, donde se impuso el Extremadura (2-0). Después, tanto Rafa Navarro como Manuel hubieron de esperar un lustro para volver a medirse como blanquiverde uno y azulgrana el otro. Fue el curso 1999-2000, una vez que el Córdoba retornó a Segunda A tras casi dos décadas. Los pacenses venían de vivir la mejor época de su historia, que lentamente pasó a ser eso precisamente. Ambos habían madurado ya cuando de nuevo se enfrentaron durante la mencionada campaña, tanto en El Arcángel -ya el nuevo- como en el Francisco de la Hera. La doble contienda entre el cordobés y el gallego se repitió, con mismos colores, una temporada después. Ya en la 2001-02 tuvieron su última disputa sobre el verde, con los dos en fase de decrecimiento: empezaron el partido, a orillas del Guadalquivir en este caso, en el banquillo.
Dicho lugar es el que ahora ocupan los otrora extremo y delantero. Curiosamente, los dos se estrenaron como entrenadores en Segunda A la pasada semana. Y ambos lo hicieron de forma similar. El Córdoba empató a uno con el Málaga después de dejar escapar el triunfo en el último suspiro y el Extremadura, que no es aquel de los duelos de los noventa y comienzos del actual siglo, igualó a uno con Las Palmas en tierras canarias. Para redondear la historia, el cuadro pacense también se conformó con un punto después de adelantarse en el marcador. Una vez superados sendos debut, Rafa Navarro y Manuel vuelven a medir fuerzas, uno en defensa del blanquiverde y el otro del azulgrana. Eso sí, variaron su posición dentro del campo. La batalla pasa del césped al banquillo.
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