La mejora de las infraestructuras, “un tema prioritario” para el Córdoba
La intención en este aspecto es de sobra conocida. Sobre todo porque desde el primer día -o casi- el club la expone sin ambages. Más que la entidad, en realidad, quienes la gestionan en representación de la nueva propiedad. Esto es, por ejemplo, el consejero delegado, Javier González Calvo, que traslada la pretensión de Infinity. El extremeño, al frente del Córdoba a nivel práctico, mantiene la idea de culminar la reconstrucción de El Arcángel y realizar además una nueva ciudad deportiva. Acerca del objetivo por partida doble asegura que todo está encauzado con el Ayuntamiento para que sólo las firmas pertinentes lo hagan realidad. Pero para llegar a ese momento es necesario que antes se produzca otro hecho: la aprobación de la compra de la unidad productiva del cuadro califal dictaminada en su día por el juez Antonio Fuentes.
“Hace tiempo que no hablamos de ello (con el Ayuntamiento) porque ya sentamos las bases. Quedamos en que tras la inscripción de los derechos nos sentaríamos de nuevo”, explicó Javier González en referencia al asunto el viernes. Lo hizo en la rueda de prensa telemática que ofreció para abordar, con extensión, cada uno de los temas de interés en torno al conjunto blanquiverde. Uno de ellos es precisamente la intención de mejorar las infraestructuras que utiliza el club. La idea de los actuales mandatarios, y del propio grupo inversor de Baréin en cuyo nombre actúan, es finalizar de una vez el estadio. La Tribuna es la zona que más preocupa en este sentido pues es la única que permanece ajena a la remodelación realizada durante años. También edificar una nueva ciudad deportiva.
Ambas cuestiones parecen estar avanzadas, al menos según indicó el propio Javier González Calvo. El consejero delegado del Córdoba insistió, en relación a El Arcángel, en que para la nueva propiedad del club “es un tema prioritario el poder rehabilitar toda esta zona, no sólo el estadio sino su entorno”. Para ello, lógicamente, resulta obligado cerrar al fin un contrato de cesión de uso que acabe con la precariedad histórica, que es un asunto nunca resuelto desde hace décadas. En ese camino están la entidad y el Ayuntamiento pues ambas partes muestran predisposición desde que en diciembre se produjo la entrada del grupo inversor de Baréin.
Un tanto más compleja es la situación de la ciudad deportiva, ya que en este sentido corresponde primero encontrar unos terrenos en los que llevar a cabo la construcción. Con todo, el proceso está activo también en este caso. Lo cierto es que la puesta en marcha de los dos proyectos depende de manera clara, al igual que lógica, de un tema esencial. Éste no es otro que la necesidad de la firmeza jurídica de la compra de la unidad productiva del Córdoba por parte de Infinity. La misma fue dictada por Antonio Fuentes, titular entonces del Juzgado de lo Mercantil número 1, en diciembre. El juez, como cabe recordar, fue recusado y el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha de nombrar sustituto. Es el nuevo magistrado quien debe de dar validez definitiva o no hacerlo a la operación.
“Entendíamos que hasta no tener asegurados los derechos no era lógico empezar la reforma del estadio e iniciar las obras de una nueva ciudad deportiva. Sólo nos quedaría ver los años y firmar el convenio”, precisó Javier González Calvo al respecto. De ahí que mientras esta situación se produce el club mantenga labores en la actual instalación de entrenamiento y de partidos para categorías inferiores y Femenino. De hecho, recientemente culminó la poda de las palmeras, árboles que no sólo ofrecían una muy mala imagen del escenario sino que suponían un riesgo de insalubridad. No fue ésta la única intervención que acometió la entidad en el terreno durante los últimos meses ni va a ser la última pues en próximas fechas se pretende, por ejemplo, colocar módulos que tengan funcionalidad de vestuarios. El fin de esta tarea es, entre otros, establecer una mayor proximidad entre las casetas y los campos para evitar posibles incidentes.
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