Javi Galán baila en la bisagra
A finales del verano pasado, su nombre apareció vinculado a algún equipo de Primera División. Dentro de unos meses, si no media un milagro, será futbolista de Segunda B. Javi Galán (Badajoz, 1994) vive la temporada más desquiciante de los últimos tiempos con algunos ingredientes extra. Renovó contrato hasta 2020 y el Córdoba le tiene como un elemento referencial en sus planes deportivos... y financieros. Eso es fácil de entender, aunque nadie lo quiere decir en público. Ahora toca otro discurso. Javi Galán, que pese a su juventud ha visto ya mucho del fútbol por dentro, solo tiene la cabeza en el presente de su equipo. Eso es lo que ha venido a decir en la sala de prensa de El Arcángel. “Es una situación difícil, pero el míster nos ha transmitido que hay que recortar en bloques de partidos y llegar al final con posibilidades. Se trata de conseguir las máximas victorias posibles y aprovechar que hay enfrentamientos directos para recortar”, ha explicado este mediodía ante los periodistas en la sala de prensa de El Arcángel.
En la primera jornada de Liga, el extremeño empezó el partido ante el Cádiz desde el banquillo y salió al campo sustituyendo a Jaime Romero. Después siguieron confiando en él Merino y Romero. También Sandoval le incluyó en el equipo con el que se presentó en El Arcángel como último inquilino del banquillo. Lo están pasando mal, pero esto les curte. “Un día o dos después del partido estamos fastidiados, pero sabemos que esto sigue y que tenemos otra final el domingo”, ha dicho el extremo, quien ha suspirado de alivio por el cambio de césped -“Va más rápido y no tienes que estar pendiente del bote del balón, solo en la jugada”, ha apuntado- y que confía en que la afición siga apoyando. “Esperamos que la gente nos anime, porque eso nos va a llevar hacia conseguir las victorias que necesitamos. Les pido que nos sigan apoyando. Nosotros intentamos hacer todo lo posible para devolvérselo. Tiene que ser entre todos juntos”, insiste.
Ha jugado 26 partidos. Todos los entrenadores le tuvieron en cuenta a la hora de formar el once. Es joven, tiene hambre de fútbol y lleva la etiqueta de polivalente, algo que en el Córdoba CF de los últimos tiempos ha resultado un salvoconducto para ser alineado donde hiciera falta. Y en la formación blanquiverde, compuesta con discutible criterio y agujeros por doquier, siempre hay problemas que resolver. Y ahí estaba Javi, un zurdo con vocación ofensiva al que las circunstancias forzaron a convertirse en lateral. Oltra le hizo debutar en ese puesto en el Carranza en la Copa del Rey. Luego llegó Carrión, que le conocía bien del filial, y le situó como interior. Ahí luce bien. No es un goleador, sino más bien un facilitador. Tiene desborde y es buen pasador. “Siempre he jugado de extremo, pero si el míster me necesita ahí yo estoy dispuesto a hacerlo donde sea para ayudar al equipo”, ha declarado con humildad. A Sandoval lo ve “con mucha energía”. “El domingo se vio a un equipo compacto, pero al final del partido llegamos con el miedo a que nos remonten. Eso nos hace ser mas débiles”, ha reconocido.
Con 23 años, el extremo anteriormente conocido como Rooney llegó al Córdoba para prosperar en todos los aspectos. Lo hizo. Ahora, su progreso personal choca con el declive colectivo. El pacense baila en la bisagra. No sabe dónde estará en junio, pero sí tiene claro lo que debe hacer ahora.
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