Sumar, que no es poco
Otro punto más al casillero, aunque este más agridulce que otros. El Palacio Municipal de Deportes de Vista Alegre sigue siendo un verdadero fortín donde los califas continúan sin conocer la derrota. En este caso hubo que sufrir muchísimo para sacar adelante un empate ante Ribera Navarra, en el que el Córdoba Patrimonio de la Humanidad dispuso de hasta dos dobles-penaltis para llevarse la victoria.
El duelo comenzó con la igualdad que se esperaba entre dos planteles en situaciones dispares en la clasificación, pero con potencial similar y objetivos muy cercanos. Ribera Navarra, como se podía intuir, iba a recurrir de nuevo a esa estrategia que suele utilizar Josan con Víctor, y no es otra que la subida del portero para generar una superioridad numérica, en este caso con Pereira bajo palos. Dicha circunstancia, además de diversos errores locales en los primeros compases, ocasionó que Fabio tuviera que intervenir en algunas llegadas para evitar el gol.
Y es que la presión de los tudelanos provocaba constantes problemas en los cordobeses para sacar el balón jugado. No había fluidez y las pérdidas, así como la falta de claridad ofensiva, se repetían una y otra vez. De este modo, pasados unos minutos del primer acto llegó la primera ocasión clara del Córdoba Patrimonio, en una contra rematada por Osamanmusa que se marchó fuera por muy poco. El choque transcurriría entre intercambio de golpes y mucho ritmo, aunque escasas ocasiones de gol.
Pero, de nuevo, las más peligrosas llevaban la firma de los visitantes. Otro fallo en la salida ocasionó un mano a mano entre Bartolomé y Fabio, aunque es el meta el que salió vencedor de la acción. Acto seguido, eso sí, fue Guilherme el que tuvo una oportunidad clara, al revolverse en el área y chutar a puerta. No obstante, su balón salió muy centrado y lo repelió Pereira casi sin problemas.
Los minutos se consumían entre intentos fallidos. Víctor tuvo que intervenir de manera providencial en la recta final del primer tiempo con un verdadero paradón. Pero de tanto insistir iba a ser Ribera el que descorchara la botella del partido. Un nuevo fallo de los de Josan, en este caso en juego de estrategia, generó un desajuste defensivo tras el que Claudino, a placer, logró adelantar a los suyos a tres minutos del descanso. De ahí en adelante, los cordobeses intentaron buscar con todo la igualada, pero no hubo suerte más allá de algún disparo que no encontró las mallas. Ambos conjuntos desfilaron entonces rumbo a vestuarios.
Pero la reacción tras la pausa fue absolutamente instantánea. Robo y contra frenética llevada por Antoniazzi que la puso tensa al área y ahí, con algo de fortuna al tocar el balón en el visitante Hamza, convierte el 1-1. Se vinieron arriba los locales gracias al gol, con la presión más alta y más acercamientos, pero la verticalidad fallaba en los últimos metros.
El que sí la encontró de nuevo fue Ribera Navarra, que a la contra consiguió ponerse otra vez por delante de la mano de Soufian, que superó a Fabio con su remate en el segundo palo. Tocaba remar de nuevo contracorriente, pero apenas tardaron dos minutos locales en levantarse del golpe. A la contra, Perin la sirvió perfecta de cabeza para que Guilherme, con un potente disparo desde la frontal, quitara cualquier telaraña de la portería. Vista Alegre se venía arriba otra vez. Volvía el hambre y la ambición fuera y dentro de la pista.
Cerca estuvo el tercero de los blanquiverdes poco después en un robo de Osamanmusa que se giró perfectamente y remató frente a Pereira. Sin embargo, el meta logró detener el balón con el rostro. De ahí Ribera puso la directa y encontró un remate potente que tuvo que despejar Víctor con una bonita estirada. Las pulsaciones iban en aumento y el calor del partido, también.
Apretaban los locales y en otra contra lograron, al fin, poner definitivamente en problemas de faltas a Ribera. Dos en una sola acción que desembocaron en un lanzamiento de diez metros. Sin embargo, Perin no tuvo fortuna y se topó con el buen hacer de Pereira bajo palos. A falta de tres minutos y medio, Marrube puso en escena el portero-jugador. No le valía el empate a Ribera, que lo buscó en superioridad.
La defensa blanquiverde era sólida y los visitantes no encontraban el hueco para rematar con comodidad. Pero tampoco Córdoba conseguía interceptar el esférico mientras que el tiempo seguía consumiéndose. A falta de un minuto le tocó a los califas sacar el juego de cinco. Había que jugársela también. En ambos lados se querían los tres puntos, y lo cierto es que salió más favorable para los cordobeses la superioridad, ya que iban a disponer de otro doble-penalti a 17 segundos del final. Se rozó la victoria con las yemas de los dedos, aunque Perin, de nuevo, no logró superar a Pereira. Punto final y reparto del botín. Pero se suma, que no es poco.
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