Sin dejar de creer
Una obligada calma y otra vez la travesía en marcha. La competición hacía escena de nuevo en el Palacio Municipal de Deportes Vista Alegre con un encuentro del altísima igualdad entre dos contendientes que, pese a tener objetivos muy dispares, andan en una situación bastante similar. Tanto, que al partido los dos llegaban con empate a puntos, aunque con una tímida ventaja cordobesa al contar con un choque más. Un paso decisivo hacia la permanencia podía ser lo que saliera del feudo capitalino en la matinal del domingo. Al final, tanto equilibrio en las fuerzas acabó con reparto de puntos. Otro pasito hacia el objetivo. Otra vez sin dejar de creer.
Con todo lo que había en disputa sobre el parqué califa, que en esta ocasión volvía a lucir el azul de la pista oficial de la Liga Nacional de Fútbol Sala, el duelo comenzó a un ritmo tímido. En efecto, un arranque a medio gas, pues ambos optaron por tantearse de inicio. Quizá había más temor a fallar que a ser el que primero emprendiera a pecho descubierto la voz dominante. Una característica que está lejos de definir el espíritu del Córdoba Patrimonio. Tampoco lo hace con Osasuna Magna, aunque fueron éstos los que se apuntaron la primera ocasión de gol, mediante un saque de banda que acabó en disparo de Dani Zurdo, aunque su disparo lo terminó atajando sin problemas Prieto.
Por su parte, el primer acercamiento de peligro real para los cordobeses se produjo a los seis de juego, con una contra de Saura que cerca quedó de introducirla entre los tres palos a través de un balón picado. Es más, ésta fue la acción que generó la primera reacción polémica entre el público, que pedía fervientemente córner. Pero el encuentro seguía a lo suyo y los de Josan González fueron mejorando con el transcurso de los minutos. Así, otra clara llegaría igualmente en los pies del pívot marciano, que de nuevo al contragolpe se plantó solo ante Asier, y otra vez su golpeo se marchó alto.
El choque fue tomando mayor intensidad en los últimos diez minutos del primer tiempo. Entre idas y vueltas y más jugadas al borde de lo legal. Ahí tendría que intervenir una vez más el guardameta califa, lo cierto, sin excesivo trabajo hasta el momento, atajando por bajo un contraataque liderado por Bynho y culminado por Mancuso. Tendría que llegar el 17’ de partido para que se abriera al fin la lata. En el tramo posiblemente más igualado de lo que iba de contienda, una triangulación con un magnífico pase en largo de Manu Leal cayó en los pies de Ricardo que intentó driblar al meta, aunque acabó eligiendo la mejor opción, que fue cederla para que Saura convirtiera el primero.
El tanto despertó un fervor extra en la plantilla cordobesa, aupada ahora más que nunca por sus aficionados. Pero es que Osasuna también quería más, y sin duda tenía armas para obrar en su favor. El dinamismo fue absoluto y el primer tiempo alcanzó su final con una concatenación de acciones que hicieron enfurecer a propios y extraños. A falta de escasos segundos para el descanso, una jugada en el área navarra acabó en posible falta sobre Saura y un posterior gol de Zequi anulado. Y entre medias se decretó falta favorable para los rojillos que, con el Córdoba Patrimonio en bonus, dispusieron de un doble penalti que acabó transformando Juninho. Un punto y aparte más doloroso de lo esperado.
Ahora sí, tras la pausa se vio la versión más vertical del Córdoba Patrimonio, que fue a por todas de inicio, acumulando oportunidades con Zequi y una doble de Jesulito. Los decibelios iban subiendo progresivamente y también Osasuna entró ya en ritmo de partido. Sin embargo, el ímpetu local parecer ser más insistente, mitigando una y otra vez los intentos visitantes. Y la intención acabó encontrando su fruto para los califas. En un saque de banda botado por Pablo del Moral, el balón impactó en un futbolista rojillo y acabó introduciéndose en la portería navarra. De nuevo arriba. Pero había que seguir peleando. De hecho, Bynho respondería pocos minutos después, aunque Prieto una vez más se mostró muy seguro bajo palos.
Con todo, nadie debía dudar de la calidad de los visitantes, equipo histórico en la categoría. La prisas jugaron una mala pasada al Córdoba Patrimonio, que se fue contagiando también de la necesidad navarra. Poco le duró la ventaja al equipo de Josan, que además recibiría la segunda herida principalmente a manos de un viejo conocido de la afición cordobesa. El egabrense César fue el encargado de emprender la galopada hacia la meta de Prieto, y ya cuando todo parecía perdido casi en la línea de fondo, el ala supo dejarla perfectamente para que Juninho batiese a placer.
A diferencia del primer tiempo, ahora sí los porteros iban a tener que lidiar con muchísimo trabajo. Llegadas contantes y golpeos a bocajarro. Tanto Prieto como Asier mostraron una fiabilidad notable. Los nervios estaban a flor de piel y eso se palpaba en cada encontronazo. Y aún así, era Córdoba el que disponía de las más claras. De hecho, Jesús Rodríguez pudo poner de nuevo a su equipo por delante tras un robo en campo de Osasuna, aunque el mano a mano con el meta acabó fuera de los tres palos. Fue entonces cuando los visitantes decidieron sacar el portero-jugador, magníficamente defendido en todo momento por los de Josan, que incluso dispusieron de disparos lejanos para llevarse el botín. No sería así, ya que el duelo se resolvió con tablas (2-2) y con una tímida alegría para ambos, que acabará, a buen seguro, siendo más importante en clave blanquiverde.
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