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Sin capacidad de reacción

Córdoba Patrimonio de la Humanidad - Jaén Paraíso Interior (1-3) en Vista Alegre.

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Duelo de necesidades. También de cierta incertidumbre por comprobar cómo iba a afrontar el Córdoba Patrimonio de la Humanidad el condicionante de ocupar por primera vez en lo que va de curso puestos de descenso. Sí, es una situación virtual, pero eso no exime que pueda afectar psicológicamente. Y pesó. Los de Josan González fueron de más a menos ante un Jaén Paraíso Interior que, pese a estar falto de rodaje, aprovechó a la perfección sus oportunidades y con ello le bastó para asaltar el feudo califa. Un duro revés en el que faltó capacidad de reacción. Queda mucho trabajo para alcanzar el objetivo.

Ambas plantilla saltaron al parqué del Palacio Municipal de Deportes de Vista Alegre con las ideas claras. Verticalidad y mirada fija al lado contrario. Un criterio sencillo: cuanto más tiempo se esté atacando menos habrá permanecer en defensa. Fue así como surgieron las primeras ocasiones. Tímidas, pero ahí estaban, reflejando una alta intensidad en los compases iniciales. Así, los acercamientos tuvieron lugar en fases lejanas, primero Jesulito probó fortuna por parte cordobesa, y seguidamente Alan Brandi hizo lo propio en las filas del Jaén. Sin embargo, poco a nada llegaban a inquietar realmente a los guardametas. 

Esa intensidad creciente se tornó en un cierto desorden por parte de ambos con el paso de los minutos. Sin embargo, tampoco eso propiciaba que se sucedieran ocasiones claras. Pero en el caos todo es posible, y se puede pasar del aturdimiento a la chispa absoluta en apenas unos segundos. Y esa llama brotaría primero a favor del Córdoba Patrimonio de la Humanidad. En efecto, la más clara para el Córdoba salió de una jugada que a más de uno a buen seguro le recordó a un tanto inolvidable de Shimizu. Pase en largo de Prieto que remata en el aire Koseky de forma acrobática. No obstante, si aquel día ante el Barça el balón acabó entre los tres palos, ahora se iba a estrellar contra uno de ellos. 

Aún así, esa ocasión acabó por despertar definitivamente a los locales, pues unos minutos después sería Zequi, probablemente el más activo en ataque de los cordobeses, el que robase en la media cancha para emprender un contragolpe en solitario, aunque acabó siendo derribado por Piqueras. Libre directo y ahora es Gozi el que evita el primero de los de Josan González. Si bien la situación parecía muy propicia para el Córdoba, no iba a tardar mucho en tornarse en un tono agrio. Así, en el mejor momento de los califas, surgió el talento de Jaén, mediante una genialidad por banda de Mithyué, que acabó en un disparo cruzado que acierta a rematar Attos, solo en el segundo palo. La misma historia. Tocaría remontar si se pretendía evitar que la soga del descenso ahogase un poco más. 

Son rivales directos en objetivos, o al menos así lo establece la clasificación actual, y de ello son muy conscientes los cordobeses, que no dudaron en volver a lanzarse a por el empate. Con las armas que sean y continuas rotaciones de Josan que permitían cambiar constantemente de sistema. Corría el minuto once cuando se produjo la expulsión del meta jienense Gozi, tras interceptar el balón con la mano lejos de su área cuando Saura se disponía a golpear a portería. 

Pases a la desventaja en el electrónico, el Córdoba Patrimonio no se lanzó a lo loco a por el empate en el juego con superioridad. Es más, redujo más si cabe su intensidad en busca de circular el balon y tratar de encontrar la jugada más precisa. Así, tras unos momentos en los que pareció aletargarse la maquinaria blanquiverde, una acción hilvanada con paciencia acabaría en un pase de Jesulito para Saura, pero el pívot murciano volvió a encontrarse con el larguero. Lejos de desesperarse, los locales seguían aprovechando bien esos minutos, pues seguidamente se produjo un disparo de Boyos que atajó de manera providencial Marcao. Había ideas pero no claridad ofensiva. La historia de siempre. 

De este modo, una vez recuperada la igualdad, Jaén volvió a demostrar su talento haciéndose con el control del esférico y sumando oportunidades. Es más, a cinco del final pudo hacer el segundo con un disparo por bajo que se estrelló en el poste. Por su parte, al Córdoba no le quedaba otra que resistirse al contraataque, y ahí fue Zequi el más listo, ya que consiguió hacerse con un nuevo robo en una zona similar a la anterior, pero otra vez su disparo se marchaba fuera. Las lamentaciones y los rostros de dudas se hacían cada vez más evidentes. 

Para más inri, Jaén Paraíso Interior no pretendía perder la oportunidad de hurgar en la herida de un rival tocado. Quería hundirlo. Así, tras unos minutos para entrar de nuevo en calor, los de Dani Rodríguez encontraron la vía de la efectividad. Fue a raíz de un jugada ensayada que acaba en una triangulación y remate de tacón de Michel, el cual pillaba por sorpresa a Prieto. Alarmas listas. Los problemas crecían y la remontada se hacía un peldaño más complicada. Los nervios estaban a flor de piel, sobre todo en los locales, y se palparon más que nunca en una acción polémica del dúo arbitral. Uno de los asistentes mostró a Piqueras la segunda amarilla, convirtiéndose en la segunda expulsión del equipo del Santo Reino. Sin embargo, los colegiados acabaron anulando la amonestación ocasionado las protestas del banquillo local. Había que aferrarse a cualquier clavo que se acercase a la vida, por muy ardiendo que estuviese.

En busca de agua en el desierto. Así transcurría la segunda mitad para el Córdoba Patrimonio que, con mayor o menor eficacia, trataba de encontrar un momento que le permitiese cambiar la dinámica a su favor. Ese chispazo de conexión instantánea. Lo intentaron Pablo de Moral, Shimizu, Boyos e incluso Zequi, pero todos se encontraron con el cuerpo del meta rival, absoluto protagonista del partido en esos instantes. Josan dio entrada al portero-jugador a falta de cinco para el final. El tiempo corría y cada segundo en contra era un latigazo para los blanquiverdes. No pesó definitivamente la pesadumbre por la desventaja. El Córdoba Patrimonio continuó a lo suyo también en el juego de cinco, intentándolo sin desesperarse en demasía. Y encontró una pequeña ventana. Boyos logró batir al fin a Marcao, dando un atisbo de esperanza a su equipo. Pero poco duró, pues en la siguiente oportunidad, un balón muerto en el área lo aprovechó el meta para hacer el tercero y poner la guinda. Tocado seguro. Veremos si hundido. Para ello deberá reaccionar con urgencia.

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