Éste no es un triunfo más
Paso de gigante. Es la expresión tantas veces utilizada que se convierte en un tópico cada nueva vez que es usada. Lo cierto es que en esta ocasión es una afirmación tan cierta como feliz para el Córdoba Patrimonio de la Humanidad. Básicamente porque el conjunto blanquiverde continúa con su gran dinámica de juego y resultados y se hace con tres puntos valiosísimos de cara a la consecución de la permanencia en Primera de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS). También porque coloca en una situación un tanto comprometida a su rival, un Fútbol Emotion Zaragoza al que se impone por 1-2 tras remontar un gol inicial suyo. De esta forma, el cuadro califal se establece con 32 en la clasificación, nueve por encima del descenso y a sólo tres de los aragoneses. Sí, éste no es un triunfo más.
Como prólogo del partido, Josan González optó en esta ocasión por dejar fuera de la convocatoria a Lucas Perin. El brasileño fue el perjudicado, por decirlo de algún modo, esta vez de la amplitud de efectivos del conjunto blanquiverde. Si bien su descarte fue por decisión técnica, cabe recordar que desde hace semanas el preparador de Puente Genil realiza rotaciones en este sentido. Por otro lado, el conjunto blanquiverde varió en un hombre su quinteto inicialmente ideado. Shimizu hubo de entrar como pívot por la izquierda después de sufrir molestias Boyos. El menciano se torció un tobillo en el calentamiento y esto obligó a la modificación a última hora. En cualquier caso, tenía el Córdoba Patrimonio de la Humanidad muy claro su objetivo en el partido y de ello dio muestras desde el comienzo.
Los califales salieron a la pista con una presión muy fuerte aunque no adelantada y no concedieron apenas espacios al Fútbol Emotion Zaragoza. Con intensidad en su ritmo de juego, el equipo de Josan González tuvo un primer acercamiento interesante justo después de cumplirse el primer minuto. Zequi no pudo aprovechar tras un rechace de Iván Bernad. Sí disparó Shimizu poco después, al tiempo que el cuadro aragonés sólo puedo responder con un tiro lejano de Eloy Rojas. El caso es que los compases del principio del choque permitieron ver a un Córdoba Patrimonio de la Humanidad con carácter dominador y ambicioso. De esta forma, de hecho, buscó adelantarse otra vez en el 3. En esta ocasión fue por medio de un disparo del citado Zequi, que obligó a intervenir al guardameta local. Pero con el transcurso del tiempo el conjunto maño se deshizo, al menos levemente, del ímpetu blanquiverde.
Entró el duelo en una fase de elevadísimo ritmo, en el que los dos equipos gozaron de muy buenas opciones en ataque. Pablo del Moral estuvo muy cerca del gol en el 8 y a los segundos, en la jugada que resultó de la actuación de Iván Bernad fue Dian Luka el que pudo ver puerta. Lo impidió Alfonso Prieto. La contienda era eléctrica, lo que quizá no venía del todo bien al conjunto blanquiverde. Pero el principal problema para los califales volvió a ser el balón parado. En un tercer saque de esquina consecutivo apareció Juanqui para marcar y desequilibrar la balanza. A pesar del varapalo, no se vino abajo el Córdoba Patrimonio de la Humanidad, que se acercó al empate en una gran contra capitaneada por Jesulito. En la portería del Fútbol Emotion Zaragoza, por cierto, Bernad se erigía en protagonista al frenar todas las tentativas ofensivas de su rival.
Con todo, los aragoneses practicaban transiciones rápidas que requerían una concentración máxima. Lo demostró Prieto al repeler en una veloz salida que cerró con remate Eloy Rojas. Dentro de este panorama, el guardameta de los maños era un muro en cada intento del Córdoba Patrimonio de la Humanidad, que procuró buscar mucho más a Shimizu. El peligro era latente en las dos áreas, lo que recordó Dian Luka casi en el 16 con un tiro que se fue por línea de fondo por muy poco. Sea como fuere, el conjunto blanquiverde seguía plenamente fiel a su planteamiento y no dejaba a su adversario manejar el balón con fluidez. Al tiempo, aparecía ante meta contraria para procurar un empate que constantemente evitaba Iván Bernad. Lo cierto es que el equipo de Josan González merecía un mejor electrónico. Y la justicia llegó justo en el instante en que sonó la bocina, ya que en ese momento empató Zequi.
No sólo significaba un importante golpe a su favor el tanto del Córdoba Patrimonio de la Humanidad sino que en teoría era duro para el Fútbol Emotion Zaragoza. Pero los aragoneses parecieron no verse afectados con esa diana al descanso. No en vano, la reanudación arrancó con un gran disparo de Javi Alonso que obligó a Prieto a hacer un paradón. Ambos jugadores fueron protagonistas en otras dos acciones, en las que el cancerbero blanquiverde impidió el tanto local ante el ala. Parecía sufrir el cuadro califal en la segunda parte, en la que necesitaba un cambio de rumbo para equilibrar de nuevo la contienda -no el electrónico-. Fue en el 26 cuando una acción pudo servir de ayuda a los de Josan González. Jamur vio dos amarillas en apenas segundos y fue expulsado, por lo que la escuadra maña se veía en inferioridad durante dos minutos. Sin embargo, los cordobeses no supieron sacar provecho a la situación, que controló a la perfección su rival. En estos compases, el partido ganó en tensión quizá más de lo debido pues fueron varias las cartulinas que se sucedieron en ambos conjuntos por protestas. Durante este período, las acciones en ataque fueron menos.
Como nota destacada de la segunda mitad estuvo el hecho de que el cuadro califal no consiguió discutir el control del partido como sí hizo antes del asueto. En éstas, era el Fútbol Emotion Zaragoza el que más iniciativa tenía a nivel ofensivo. Aun así, los de Josan González se mantenían al acecho para, mientras contemporizaba con el 1-1, buscar su acción de volteo. Ésta llegó al filo del minuto 35, cuando Alberto Saura supo apretar para que finalmente Caio César se estrenara como goleador y estableciera un 1-2 que a la postre resultaría valiosísimo. Poco después, el conjunto aragonés apostó por el juego de cinco, que no terminó de surtir efecto ante un Córdoba Patrimonio de la Humanidad que supo defenderse con solvencia. Con todo, Prieto no dejó de intervenir para evitar un nuevo empate. Fue capaz de resistir el conjunto blanquiverde que sumó tres puntos de oro para la consecución de una permanencia que ya casi certifica.
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