Deivid y los galones imperdibles
Deivid no es un jugador cualquiera en Segunda División, una categoría en la que se ha labrado una reputación. Fue capitán en el Córdoba y esta temporada podrá volver a El Arcángel con los mismos galones, pero en las filas del Real Valladolid, que le fichó este verano después de que el club blanquiverde le dejara libre. La entidad de Pucela ha publicado en su web oficial la identidad de los cuatro futbolistas que desempeñarán el cargo de capitanes en la 17-18. Y ahí está el excordobesista. “La primera plantilla del Real Valladolid se reunió para elegir democráticamente sus representantes dentro y fuera del terreno de juego. Moyano, Borja, Deivid y Míchel, por este orden, fueron los ganadores de la votación y, por tanto, fueron elegidos como primer, segundo, tercer y cuarto capitán, respectivamente”, indica el órgano oficial de comunicación blanquivioleta.
El lateral derecho jiennense David Moyano, de 31 años, lleva en el Valladolid desde 2015. Borja, de 36, ha pasado por Pucela en varias etapas y es un de los referentes de la afición, mientras que Míchel, de 29 años, llegó al club el verano pasado procedente del Guangzhou chino. El exblanquiverde es el único recién llegado que ha sido elegido como capitán del Valladolid.
David Omar Rodríguez Barrera, de 28 años y con uno más de contrato en el Córdoba que finalmente no cumplió, ha sido uno de los futbolistas con más tiempo de permanencia en el club en la etapa de la familia González. Ha defendido la blanquiverde en 80 encuentros oficiales. Su labor como puente para suavizar conflictos -especialmente con la afición- del club ha resultado clave en ciertos momentos de extrema dificultad. Su nombre fue portada de los medios en verano de 2014 por un curioso dato: fue el primer fichaje que anunció oficialmente la entidad tras el ascenso a Primera División después de 42 años de ausencia. El central había jugado en la UD Las Palmas, rival cordobesista en ese play off final que se resolvió en uno de los finales más increíbles en la historia del fútbol español. Ya saben, el gol de Uli Dávila en el tiempo añadido después de una invasión de campo por parte de los seguidores isleños. Aquello ya quedó atrás. Y Deivid, que también vivió lo suyo en El Arcángel, llegó a ser el capitán de un Córdoba con el que vivió un descenso de Primera, un play off de ascenso frustrado en Girona y un triste curso -en lo personal también, puesto que sufrió una gravísima lesión que le tuvo seis meses alejado de la competición- que concluyó con la salvación matemática en la penúltima jornada.
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