Cristina Morales alcanza otra vez la cima mundial del kick boxing
Quizá su nombre suene menos que otros. Lo cual es injusto, es necesario resaltar. Sin embargo, merece muchísimo el reconocimiento generalizado. Más entre aquellos que son grandes amantes al deporte en global, sin importar disciplina, categoría, género o edad. Y el favor popular lo tiene ganado como ella hace en el ring, el que es su hábitat natural -en el plano deportivo-. Se llama Cristina Morales, es de Encinarejo y pasa a la historia como la primera española que obtiene hasta cuatro títulos intercontinentales consecutivos en una modalidad de contacto. En concreto, la cordobesa se convierte en cuatro veces campeona del mundo de kick boxing, un logro que suma a su ya amplio palmarés sólo diez meses y unos pocos días después de hacerse con el tercer trofeo de este tipo en su localidad natal -allá en septiembre de 2019-.
La deportista de Encinarejo selló su cuarto cinturón mundial en la categoría de menos de 48 kilógramos en un combate que tuvo lugar el fin de semana en Ponferrada. Fue el municipio leonés el que asistió, efectivamente, a la consagración definitiva como la leyenda deportiva que es de Cristina Morales. En tierras de El Bierzo se enfrentó a la italiana Simona Di Dio Martello, a la que superó en una lucha a cinco asaltos -con una duración de tres minutos cada uno-. A la lucha por el cetro planetario acudió, como ya quedó dicho y sabe quien siga los pasos de la campeona múltiple o de su disciplina, con el objetivo de revalidar su condición de líder femenina del kick boxing.
El Campeonato Mundial Profesional de Kick Boxing estuvo organizado por la ISKA, o Asociación Internacional de Kárate Deportivo. Cristina Morales, de la Escuela Team Jesús Cabello, tuvo ante sí una dura batalla sobre el ring, pues Simona Di Dio Martello procuró arrebatarle el título intercontinental. Pero la cordobesa se creció con el paso del tiempo y exhibió un magnífico repertorio de puño, pierna y rodilla para reeditar el triunfo que el 22 de septiembre de 2019 consiguió en su muy conocido pabellón Rafa Lozano de Encinarejo. Sus cetros los selló en tres ocasiones en menos 48 kilógramos y una más en menos 52 kilógramos.
0