El Córdoba tendrá que pagar a Cordero

“Espero que me digan cuándo me incorporo”, decía por estas mismas fechas el año pasado Pedro Cordero (Cartagena, 1968), que veía su porvenir profesional ligado al Córdoba CF. ¿La razón? Un contrato firmado con el presidente de la entidad, Jesús León, el 12 de julio de 2018. El cartagenero iba a ser el sustituto de Luis Oliver, cesado al frente de la dirección deportiva, y el responsable de la reconstrucción del proyecto deportivo blanquiverde. Unos días más tarde, el club presentó a Rafael Berges -que regresó del Mitra Kukar de Indonesia- como nuevo responsable del área. Del acuerdo con Cordero nunca más se supo. Hubo demanda, juicio y sentencia. Se ha conocido este lunes.

El Juzgado de lo Social número 1 de Córdoba ha fallado a favor de Cordero, cuya demanda de despido contra el Córdoba CF fue estimada como “despido improcedente”, conllevando una condena para la sociedad de “abonar al demandante, en concepto de indemnización por el despido, la suma de 10.000 euros más 2.500 euros en concepto de preaviso incumplido”. Cordero reclamaba una cantidad de 570.000 euros, que finalmente se ha rebajado de forma tajante, entre otras razones porque el técnico encontró después trabajo en el Elche y el Murcia.

El polémico contrato se firmó en “una servilleta” -según reconoció en su momento el presidente- durante la reunión que León y Cordero mantuvieron en Córdoba. Ahí se pactaba un contrato por dos temporadas (18-19 y 19-20), con unas cantidades que incluían primas y renovación en caso de ascenso a Primera. “El documento fue redactado personalmente de su puño y letra por Jesús León y firmado por ambas partes contratantes”, refleja la sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico.

Cordero fue director deportivo en El Arcángel durante el periodo 2013-15 bajo el mandato de Carlos González. Estuvo en el año del ascenso a Primera División y prácticamente toda la temporada en la élite. Su relación con la etapa del anterior propietario, unida a las fricciones durante entre Azaveco (González) y Aglomerados (León) a propósito de los plazos de pago de la compraventa, alimentó las sospechas de injerencia del tinerfeño. León cambió de vía y ofreció el puesto a Berges, que fue presentado días después mientras el cartagenero seguía esperando. Ahora cobrará una indemnización por aquel contrato que fue real, pero que nunca llegó a ejecutarse.