¡Arriba los corazones!
Mucha gente, mucho frío, mucha presión, mucha rabia acumulada, muchas expectativas, muchos intereses cruzados, mucho que ganar, mucho que perder. El Córdoba Femenino abordó un partido excesivo en todo. Y lo resolvió ofreciendo una lección de ética y de amor por su oficio. Puso mucho corazón y eso le bastó para remontar ante un buen Villarreal y dejar claro su mensaje: darán la cara hasta el final.
Después de unas semanas polémicas por los impagos -tras las denuncias, el club reaccionó- y también por las duras condiciones de su día a día, las futbolistas honraron el escudo con un partido pleno de entrega y entusiasmo. El marcador final las premió con tres puntos que las consolidan en la zona alta de la Liga Reto Iberdrola, en la que debutan tras lograr el pasado curso el ascenso.
La película del partido simbolizó el espíritu indómito de este Córdoba, que a los tres minutos ya iba perdiendo. No se rindió. La onubense Elena Fuentes, la ecuatoriana Kerly Real y la japonesa Michi Goto le dieron la vuelta a la situación para que todo terminara en una fiesta sobre el deteriorado césped artificial del campo de la Ciudad Deportiva.
En un hogar de Quito hubo lágrimas de felicidad. Kerly Real, una de las heroínas del éxito del curso pasado, firmó un gol cuya factura fue un monumento a la fe. Se coló entre las defensas rivales para conectar un cabezazo perfecto. “Más que nada entré ahí sin pensar porque mi familia me estaba viendo por televisión desde el otro lado del mundo, así que eso me motivó”, relató al final del choque la ecuatoriana ante los micrófonos de PTV Córdoba. “Que mi madre me diga: 'Hija, te voy a ver jugar'. Eso me emociona mucho”, reveló Kerly, quien explicó de modo muy gráfico su decisión en la jugada. “Puedo ser pequeña, pero mi corazón dice otra cosa”, zanjó.
En la Ciudad Deportiva estuvieron miembros de la plataforma Córdoba Somos Nosotros, que lanzaron un SOS para apoyar a las jugadoras y recogieron donativos hasta el último día. La respuesta fue importante por parte de los seguidores del club, que han reforzado sus lazos con un equipo femenino que se había quedado -fue apartado, más bien- en otro nivel después de la polémica con Magdalena Entrenas y la destitución de la abogada cordobesa como responsable de la sección. Su sustituto, Miguel Romero, estuvo presenciando el partido y al final, en medio del jolgorio, se colocó en la foto que retrató el éxito de la jornada. En la banda, con gesto preocupado, estaba Francisco Avilés Peque, el hombre que vive el día a día desde dentro desde un cargo de director deportivo cuya denominación se queda muy corta para las funciones que realmente lleva a cabo. Es lo que hay.
Con una sonrisa de alivio estaban las futbolistas, los técnicos, los directivos, familiares y muchas niñas de las categorías inferiores. “Esas pequeñitas son el futuro del fútbol femenino, cómo no las vamos a apoyar... Nos mandaron un vídeo que hizo que se nos saltaran las lágrimas, porque ellas van a todas. Somos una familia y si nos cogemos de la mano iremos sumando, seremos más fuertes y daremos la cara”, dejó dicho Kerly Real, que recuperó por unos momentos el corazón de esa niña que con apenas 8 años jugaba al fútbol en un barrio de Quito.
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