Confianza y ambición como cimientos

Cuántas veces no se escucha aquello de que el fútbol va de dinámicas. La idea es una de tantas que suenan a tópico cuando todo va mal. Sin embargo, cuando la situación es positiva llega mejor a los oídos. Más si cabe si la racha tiene lugar después de una trayectoria errática. En ese punto exacto se encuentra el Córdoba, que tras vencer su primer partido como visitante dos jornadas atrás encadena tres victorias. Lo hace con una más que meritoria en La Línea de la Concepción, donde además el equipo dejara la sensación de haber encontrado el camino en todos los sentidos. Porque el presente estado de forma del conjunto blanquiverde es causa y consecuencia de una notable mejoría también en el plano individual. Como botón de muestra, por ejemplo, están los casos de Imanol García y Jesús Álvaro.

El navarro goza este lunes de protagonismo al ser el autor del gol que otorgó los tres puntos al cuadro califal en su duelo con el Linense. Quizá fue este encuentro el más destacado desde que llegó a El Arcángel, y no sólo por el gol. “Creo que partíamos de estar bien defensivamente. Queríamos ser fuertes ahí y luego sabíamos que podíamos pillares. Así ha sido. En la primer parte hemos entendido bien el juego y hemos salido bien a la contra, robando algunos balones y saliendo rápido”, expresó el mediocentro. Precisamente en tareas defensivas jugó un papel importante junto a Chus Herrero en un doble pivote que supo contener al rival. “Nos entendimos bien. Tenemos un corte quizá un poco más defensivo y hemos logrado que no nos metieran balones por dentro y luego tratar de jugar. Ha sido positivo”, indicó Imanol García en este sentido.

Pero si algo sobresalió en esta ocasión fue la imagen de equipo compacto que dio la plantilla entrenada por Raúl Agné. La confianza fue probablemente el cimiento sobre el que el Córdoba edificó su solidez. Como lo es también de su favorable evolución en la competición. Alcanzar el nivel óptimo en este sentido sólo era posible con regularidad en los resultados. Y se produjo, lo uno y lo otro. “Todos queríamos coger dos victorias seguidas para tener continuidad y así ha llegado la tercera”, señaló acertadamente el navarro. El centrocampista fue más allá y apuntó a otro pilar fundamental para obtener crecimiento: la ambición. “Queremos más. Ahora tenemos que pensar en la Copa, en tratar de pasar la eliminatoria, y luego en el Marbella. Antes de Navidad queremos la cuarta”, aseveró.

Confianza y ambición como cimientos de un equipo que, definitivamente, va a más. En el plano individual también se vio de manera nítida esa progresión en Jesús Álvaro, que no sólo trabajó bien en defensa sino que intervino muy mucho en ataque. Tanto que acumuló la mayor parte de las ocasiones del cuadro califal en La Línea. “También ha habido otros partidos en los que me he encontrado bien, pero esta vez el equipo ha jugado bien y me ha permitido subir la banda, meterme por dentro, asociarme. Si el equipo juega bien al final uno tiene más opciones de hacer daño”, explicó acerca de su actuación ante el Linense. “Ha sido un partido súper completo, la verdad es que sí”, no le quedó más remedio que admitir después.

Para el lateral izquierdo no cupo duda de que el sacrificio y la constancia fueron los secretos de la victoria en esta ocasión. Es lo que toca lejos de El Arcángel, ya lo dijo también Raúl Agné. “Fuera de casa tienes que hacer esto, si no, no vas a ganar los partidos. Se ha visto un buen Córdoba, un Córdoba competitivo. Yo nunca he ganado aquí. Me voy contento porque es un campo súper complicado”, afirmó el canario sobre el mérito que tuvo vencer en La Línea. Sin embargo, ese duelo empezó a ser pasado tras el pitido final, sobre todo cuando el miércoles arranca el reto de la Copa del Rey y todavía resta un choque trascendente de Liga con el Marbella antes del período vacacional de Navidad. “Estos tres puntos son súper importantes porque ya llega una época en la que toca definir estar arriba o abajo en la tabla. Nuestra intención es estar arriba”, comentó Jesús Álvaro. “Somos el Córdoba y hay que dar el callo en todos los partidos”, sentenció. Lo dicho: confianza y ambición como cimientos.