¿Cómo se cierra el grifo?
Ha hecho de todo y no le ha salido nada. Pasan entrenadores, porteros, defensas, sistemas... La herida sigue sangrando. Y por ahí se le va la vida. El Córdoba ha encajado esta temporada un total de 60 goles en el campeonato de Liga 1/2/3. Una cantidad inasumible y causa principal de que el conjunto blanquiverde no haya salido de las posiciones de descenso desde el mes de agosto del año pasado. Tras su última derrota en Elche vuelve a ser colista de la categoría. Este miércoles arrancan los entrenamientos a las órdenes de Rafa Navarro con vistas al partido del domingo ante el Lugo, la última oportunidad para mantener encendida la esperanza en una combinación de operaciones matemáticas que orbitan alrededor de una fundamental: evitar los goles en contra.
El último movimiento para frenar la sangría en la retaguardia ha sido el cambio de portero. Navarro decidió dar la titularidad a Marcos Lavín después de que Carlos Abad encadenara una serie de tristes actuaciones, en especial la de Almendralejo con unos errores que propiciaron la dura derrota ante el Extremadura (3-0). El meta cedido por el Tenerife dejó su lugar a Lavín, que ha jugado los dos últimos encuentros, saldados con victoria ante el Mallorca (3-2) y derrota en Elche (1-0). La portería cordobesista ha sido una pasarela: en verano estuvo el polaco Kieszek, que no pudo ser inscrito y se marchó al Málaga; arrancó el curso el serbio Stefanovic, pero fue despedido en el primer mes ante su pobre balance; luego llegó a préstamo desde el Tenerife Carlos Abad, que cedió su puesto en una jornada al canterano Alberto González. Marcos Lavín -que renovó contrato hasta 2021- es ahora el número uno en la posición.
Todos los puestos de la defensa han experimentado modificaciones a lo largo del curso. En la banda derecha mantuvieron un pulso Fernández y Loureiro, ganándolo finalmente el canterano cordobés, mientras que en la izquierda fue el amo Javi Galán hasta que en el mercado invernal fue traspasado al Huesca. También pasó por el puesto el hispano dominicano Luismi Quezada y actualmente se ha atornillado el asturiano Álex Menéndez, que llegó en enero. Como centrales empezaron actuando Aythami Artiles y Álex Quintanilla, pero el primero se marchó -pidió irse- a Las Palmas. El bilbaíno es el que más minutos ha disputado con el Córdoba, que también utilizó a Jesús Valentín -ahora en el Recreativo de Huelva- y a Luis Muñoz, además de incorporar en el mercado a Flaño y Chus Herrero. El navarro se ha lesionado por segunda vez desde que llegó y será baja ante el Lugo. En total, cuatro porteros y once defensas, que han bailado en diversos cambios de sistema con los tres entrenadores -cuatro, si se cuenta la pretemporada de Francisco- que han pasado por el banquillo. Sandoval y Curro Torres insistieron con tres centrales y dos carrileros, mientras que Rafa Navarro se agarró a un 4-4-2 más sencillo de ejecutar, aunque con los mismos (malos) resultados.
El Córdoba es el equipo más goleado de las tres primeras categorías del fútbol español. Sus 60 goles encajados en 33 partidos, a un promedio de 1'81, le sitúan como el primero en este negativo ranking en su división. En la Liga Santander, el equipo más vulnerable es el Levante, que ha recibido 56 goles en 31 partidos (1'80 de media). En la Segunda División B, los equipos más goleados no llegan a las cifras que padece el Córdoba. En el Grupo I, el Navalcarnero ha recibido 56 tantos en 32 partidos (1'75), mientras que en el Grupo II el más goleado es el Durango con 32 en 50 encuentros (1'56). Dentro del Grupo III, el histórico Sabadell es colista con una media de 1'5 goles por partido (48 en 32), mientras que en el Grupo IV el peor en defensa es el Almería B, que ha recibido 52 goles en 32 partidos (1'62).
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